La provincia de León todavía será más tierra de pantanos. A pesar de que en la actualidad ya almacena 1.300 hectómetros cúbicos, oficialmente la mitad del agua de toda la Comunidad autónoma, el Gobierno impulsa ya sin casi posible marcha atrás dos nuevos pantanos en la cuenca del río Órbigo, y más en concreto rodeando la localidad de Carrizo, cuyo coste inicial se estima en 63 millones de euros y a pesar de años de oposición en toda esta comarca leonesa.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), confirma oficialmente que ya está dando el primer impulso a la redacción del proyecto de los embalses de La Rial y Los Morales, el primero para almacenar 23 hectómetros cúbicos de agua y el segundo otros 11,3 (34 hectómetros en total). La suma de ambos anegará 267,4 hectáreas y ocupará una longitud de 5,1 kilómetros, el primero en concreto con 166,5 hectáreas y 2,5 kilómetros, situado a apenas del núcleo urbano de la propia villa de Carrizo, y el segundo con superficie de 90,9 hectáreas y 2,6 kilómetros, afectando también en parte al vecino municipio de Cimanes del Tejar.
El argumento, que repite desde hace muchos años la Junta de Castilla y León y el PP, no así parte del PSOE, sigue siendo que son necesarios estos nuevos pantanos para reforzar con ellos los riegos en la también leonesa comarca del Páramo, ya que se considera insuficiente la cantidad que reserva el embalse de Los Barrios de Luna y más en un contexto de cambio climático. Argumentos en los que incide el recién aprobado Plan Hidrológico de la cuenca 2022-2027.
Para ello se han proyectado estos dos embalses nuevos muy cerca de las localidades de Villanueva y Carrizo de Órbigo, que cuando se construyan acumularán tanta agua como una novena parte de la capacidad total actual de Luna o casi el doble que Villameca, en la vecina comarca de La Cepeda.
Fuerte oposición frente a fuerte exigencia
En la zona, aunque con menos fuerza que hace unos años, se mantiene una reacción negativa ante sendos proyectos que ya suma en algunos casos una década del ayuntamiento de Carrizo o de Ecologistas en Acción, materializadas en protestas que en su día fueron masivas, mientras por otro lado los regantes de aguas abajo los aplauden y urgen.
Parecen salirse con la suya los segundos, ya que CHD, en concreto, ahora mismo ya ha impulsado la contratación del pliego de condiciones técnicas para contratar la redacción detallada de La Rial y de Los Morales, sobre los arroyos del mismo nombre, proyecto que dispondrá de 12 meses, un año, desde su adjudicación para que esté terminado, explican fuentes del organismo de cuenca ministerial.
Sobrecoste de más del 43%
El coste estimado de 63 millones de euros, el cual podría todavía verse matizado a la baja o al alza cuando los proyectos de construcción se detallen mucho más, supone un considerable aumento del dinero que necesitan ambos nuevos pantanos, ya que hace apenas cinco años, cuando el PP en el Gobierno central dejó los proyectos enfilados, se cifraban en unos 44 millones de euros. Ese aumento, pues, podría ser de más del 43% ahora.
Cabe recordar que, aunque en los últimos años la Confederación parecía haber frenado los nuevos embalses leoneses, aduciendo entre otras cosas una de sus últimas responsables, Cristina Danés, que habría que darle al proyecto del Órbigo un gran giro al menos en cuanto al aprovechamiento energético de ambas nuevas presas y futuros saltos de agua, ya que se planeó en su día con sistemas de bombeo que en la actual situación crearía un problema de energía y sobrecostes excesivos para los regantes.
Desmontar y trasladar un vertedero ya sellado
Pero además de que el nuevo Plan Hidrológico lo disponía todo para ejecutarlos, también está salvado ya desde hace más de cuatro años el escollo de la declaración de impacto ambiental necesaria, que el Gobierno del PP otorgó en mayo 2018. Una declaración en la que, sin embargo, hay numerosos condicionales, algunos tan llamativos como que para anegar tan extensa zona habrá que vaciar el antiguo vertedero de Carrizo de la Ribera, que ya está sellado, y trasladar sus cerca de 70.000 metros cúbicos de vieja basura al Centro de Tratamiento de residuos (CTR) de San Román de la Vega.
No es el único condicionante: el informe ambiental admite la afección de hasta cuatro Hábitats de Interés Comunitario, protegidos por la directivas de la Unión Europea, que habrá que compensar por ejemplo reponiendo toda la superficie en la que se pierda bosque, reponiéndose 94,24 hectáreas de melojares, 12,26 de frondosas mediterráneas y 3,02 más de bosques ribereños, además de más de 24,6 hectáreas para compensar la superficie de los lugares de mayor interés ecológico, formado por brezales, roble y encina.
Pero lo que más ha preocupado desde siempre en la zona, amén de inundarse amplias zonas aledañas a Carrizo y a Villanueva, es cómo tales grandes masas de agua pueden impactar en el cultivo del oro verde, casi exclusivo de esta comarca y esta zona, el lúpulo del que se alimenta casi el 90% de la totalidad de la industria cervecera del país.