El responsable provincial de UGT, Carlos Mallo, reclamó ayer con firmeza los cambios que sean necesarios “en la normativa legal” para que la empresa Coto Minero Cantábrico (CMC) no se vea abocada al cierre desde el día 2 de enero al impedirle el acceso a las ayudas mineras de 2014. Sería, a juicio de este sindicato, la única forma posible de conseguir que terminara un poco mejor “el año nefasto” 2013.
Mallo reconoció que las últimas decisiones ministeriales son más un varapalo que noticias esperanzadoras para un sector que “sigue siendo estratégico” pero sobre el que no han buenas espectativas. Porque en Uminsa y Alto Bierzo, el acceso a las ayudas será “sólo si sale bien el concurso de acreedores” y en CMC todo depende de un 'milagro' de compra de la compañía que se antoja imposible.
Por todo ello, el responsable ugetista leonés no dudó en calificar de “nefasto” el año que termina en la rueda de prensa de valoración del ejercicio, un año marcado por otro “fracaso total” en el caso del empleo, en toda España pero muy especialmente en la provincia de León. Mallo indicó que dos años después de la entrada en vigor de la última Reforma Local “ya han tenido margen suficiente para comprobar que no han impedido la destrucción de empleo”, por lo que reclamó un 'bandazo' inmediato.
“Es una vergüenza que en un país una familia tenga problemas de intoxicación por mendigar comida”, fenómenos que junto con medidas como desmesurada subida de la luz y la aprobación de “toda clase de leyes restrictivas que recortan derechos básicos” serían más que suficientes “para una enorme movilización que nunca llega a producirse”, no supo explicarse si “porque somos un país de masoquistas” con una “increíble capacidad de aguante”. Algo que no aseguró confiar en que cambie con el nuevo año.