Si no fuera porque perecieron familias y porque los mismos que lo permitieron siguen robando ahora mismo... lo de Mazón y sus aventuras el día de la dana resultaría graciosísimo. Bueno, lo de él y lo de sus consejeros que un martes laborable por la mañana estaban TODOS de chufla. Pasamos de que en el día de autos en el restaurante no había cobertura alguna y por tanto, se encontró horas incomunicado a que escribió whatsapps, le pasaron documentos para la firma que despachó encima de los relieves, saludó por videoconferencia a los astronautas de la Estación Espacia Internacional, recibió un premio, jugó un partidillo de extremo con el equipo visitante, cantó con la tuna, le pidió precio por su automóvil a Lobato, ganó una rifa... Y por si fuera poco esta semana dos nuevos iconos se han incorporado al imaginario ventorro (sí, ya lo uso como adjetivo): la mochila y el jersey, lúdicos elementos que redondean el hueco entre que se despide despreocupada y finalmente de la moza en el aparcamiento hablando de fútbol –después de cinco horas de comida supongo que es inevitable que se acaben los temas de conversación. Lo siguiente es comentar series– y llegue al CENTRO DE COORDINACIÓN OPERATIVA INTEGRADA sin que el nombre le intimide, a cuerpo. Con un sencillo jersey que, creo, llevaba en la hermética aunque liviana mochila donde metió el móvil que podía distraerle en su paseo. La gente es muy pesada. Es inevitable imaginar a este hombre y su jersey, caminando sin prisa, vestido de sport silbando una alegre melodía, con un pulgar introducido debajo de la correa de la mochila, incluso dando vueltas a un liviano bastón. En Valencia ni siquiera llovía. Yo creo que le sobraba hasta el jersey. En esta fóvea nos encontramos. Que es de lo que quería yo escribir. De la fóvea. La fóvea es un área de la retina en el centro de la mácula donde la luz se enfoca. La que distingue los colores, por eso no podemos leer en la penumbra, que convierte todo en blanco y negro y elimina los contornos. Cuando miramos estamos colocando la imagen óptica del objeto en la fóvea. Esta zona es realmente pequeña. Del tamaño de la uña del pulgar. Lo que vemos con nitidez. Todo lo demás lo vemos desenfocado aunque creamos lo contrario. También nos vemos la nariz SIEMPRE, pero el cerebro elimina esa información. Estas cosas ópticas tan menguadas me resultan irritantes y no se me quitan con colirio. Somos ciegos como topos, perseguimos ilusiones y sombras y percibimos una realidad deformada, mezquina y diminuta. Con las noticias pasa igual y esa es mi conclusión fóvea de hoy. Ciertas crónicas o sucesos eliminan otros. No caben todos en la zona de la fóvea. Así que hoy no los incendios, no la trama eólica, no los presupuestos, no la absolución de los asesinos de los mineros de Ponferrada. No. El jersey y la mochila.