Cinco personajes en busca de lo mejor de un libro

La presentación del ensayo de Juan Pedro Aparicio sobre el Expolio al Reino de León.

Cuanto voy a desgranar sobre lo acontecido, algo más que la presentación de un libro, pretendo que se asemeje a un relato mechado de “mi opinión”, versión a la que me estoy acostumbrando, partiendo de lo publicado e indagación puntual, puesto que la presencia física no me es posible.

Fue acogido el acto  en un entorno real,  entre cuadros de Reyes de León, que lo fueron para un pueblo en espera de consolidar libertades. Un quinteto concordante para la reivindicación leonesa de León, una mesa/tribuna, bien “armada”,  y cito desde la imagen fotográfica, de izquierda a derecha, sin mayor connotación este dato: un editor, José Antonio Reñones, muy empeñado de siempre en imprimir lo nuestro. La periodista  Cristina Fanjul, de hábil pluma,  cada día más reivindicativa.  Juan Pedro Aparicio, el autor, un literato bien reconocido,  empeñado de siempre en lo leonés, sufridor y defensor de ello. José Antonio González, alcalde legionense, en su “casa de corregimiento”, hoy contertulio. Y, Javier Callado, escritor e investigador,  con gran capacidad de trabajo y conocimiento,  y no sólo de lo leonés.

Me falta por citar al respetable, mujeres y hombres entre los que no pude estar, y ya va este dato prodigándose en demasía, un público en espera de un veredicto, de un apunte efectivo de solución, de un levantar el ánimo en busca del bienestar perdido, todo por estar en comunidad sometidos a una facción castellana,  que, la gran mayoría de los leoneses, nunca tuvimos por conveniente,  de ahí el rechazo popular en las calles…,  más la inoperancia política. 

Estamos pues,  como el lector ha comprendido, en la Casa de la Poridad, en el Salón de los Reyes, donde, por detrás de los componente de la mesa, luce un gran cuadro/mural de ella, con tenue concepción trazado; un dibujo que,  por cierto,  y creo que no solo por ser anterior al dato que voy a citar, sino por decoro, no recoge a nuestro símbolo, un león (en nuestro escudo rampante) que algunos se han empeñado en mostrarlo hundido en la miseria de una alcantarilla exterior.  Esto puede ser banal para el arte, más no fuera de onda del tema aquí.  Sobre este león (símbolo) alcantarillado, alguien de entre el público,  le mostró  al alcalde disconformidad por humillación y la relevancia del lugar de emplazamiento. Al parecer a  nuestro corregidor le parece bien, “porque los turistas se hacen fotos allí”.  ¡Para eso valía el gato micifuz!  “No está hundido, añadió, lucha por salir”.  ¿Quiénes han humillado a nuestro símbolo a un sumidero? ¿Los políticos… el ente autonómico?  ¡Es lógico preguntarse! 

Ensayo sobre el expolio a León

Perdón Juan Pedro, por la deriva.  Aparicio ha querido ver reeditada su obra vigente ayer y hoy,  que alerta y defiende, descubre y motiva,  poniendo el dedo en demasiadas llagas leonesas, difíciles de curar.  Léase despacio el título para luego, entrando en las páginas,  ver perfectamente reflejado en lo epigrafiado el contenido del libro, un 'Ensayo sobre las pugnas, heridas, capturas, expolios y desolaciones del Viejo Reino en el que se apunta la reivindicación leonesa de León'.

Prometedor y largo anuncio de todo un viaje por los aconteceres leoneses, cuando llegadas la Transición  y las preautonomías,  con la “historia leonesa olvidada”, o  más bien embozada por la de los listos historicistas,  involucionando con ella, o plegándola a su conveniencia, hasta sacaban pecho castellano los políticos, tratándonos  de fundir y confundir en un ente autonómico que no deseábamos.  ¡Y a fe que lo van logrando, ante nuestros pasmo y desilusión!

 En la reedición, naturalmente está implicado Lobo Sapiens,  y lo digo así por su carácter de leonés del cabeza dirigente José Antonio Reñones. En su cometido, siempre equilibrado de presentador, tuvo unas palabras de agradecimiento para quienes ocupaban, con el autor, la tribuna de presentación. Claro, de modo especial para el autor,  Aparicio, de quien dijo  nos cuenta, entre otras cosas,   que con el  libro  los leoneses hemos de ir a las fuentes directas…,  los leoneses  siempre salimos perdiendo. ¡Aseveración nada gratuita!

Cristina Fanjul , que cada día goza de más predicamento en el ámbito periodístico, nos tiene sorprendidos a los leoneses con denuncias bien fundamentadas y  su clara visión de nuestro actual estatus. Un libro, dijo,   que además de en los Colegios,  debería estar en todas las casas de los leoneses. Es Juan Pedro un escritor con humor británico,  y con la gallardía de la que hacen gala los ingleses, “que no se esconden de nada”, señaló, que ha ido “a las fuentes del saber”. Con sus páginas sabe 'hacerse querer', como lo es en mi familia, un elegante golpe de aldabón.

Callado, templado y oportuno siempre, ya de arranque se mostró firme seguidor de este libro desde sus inicios.  Ahí comparto yo, y ahora va  algo mío: ante la primera edición, tras aquellos apuntes de Aparicio sobre la Identidad Leonesa, me  sentí muy motivado por  el contenido, comprensión y clara forma de enseñarnos una realidad leonesa. Hoy tengo aquel de 1981, con subrayados y acotados  que dan idea de cuánto lo he manejado. Para esta ocasión no dudé en pedir a mi amigo Vicente Vidal que obtuviera un ejemplar dedicado, lo consiguió y se agradece.

Lectura recomendada

Pido disculpas a Callado por el inciso. Ya continúo lo suyo con un punto libre de recopilación, pero intentando no perder fidelidad.  Quien con voz cargada de verdad  investigadora hizo saber a todos,  que ya desde joven bachiller, y  ante la  lectura  del libro comprendió que el tema de los reyes de León era más, mucho más de lo que la historia nos venían contando,  creándole  verdadera motivación por lo nuestro.   Sin paliativos  recomienda la lectura o relectura, pues encanta y enseña en sugerentes páginas nuestra verdad,  desde aquellos momentos de su aparición cuando aún  no sabíamos que iba a ser del leonesismo, (supongo yo que el sentimental reivindicativo), y ni nos imaginábamos lo que iba a ser el leonesismo sociológico… ¡¡¡Bien!!!

“Resuelto ya el cisma”… inició el Alcalde legionense, aludiendo a la media hora de retraso  a él achacada. Risueño y afable dejó caer aquello de que “la culpa siempre es del alcalde”; una anécdota para él,  muy suelto en el ámbito “de su casa de corregidor”,  lo quiera o no.   Sonó tan afectivo como sincero:  “Bienvenido Juan Pedro , con tu libro donde nos cuentas nuestra historia, manipulada, vapuleada y perseguida… in libro que nos refuerza el enorme orgullo de pertenecer a esta tierra… Por cuanto fue añadiendo en relación con el contenido reivindicativo de libro,  deduzco que no tiene en el olvido la Moción pro-autonomía leonesa. ¡¡¡Espero!!!

Decir que Aparicio inició: “Muestro mi agradecimiento a quienes comparten conmigo esta tribuna”, etcétera, etcétera.  Sería sencillamente  narración en  plan  crónica, no es mí deseo, al igual que  cuando añado que dedicó una sonrisa a la anécdota del corregidor por la media hora de retraso. El autor pidió, por la demora,  disculpas al público en nombre propio.

La expectativa en la audiencia estaba lograda, no en balde Juan Pedro Aparicio, llena y crea ambiente con su presencia. Comprobado. Además de hacer alusión a tanto como nos cuenta en las reeditadas y mejoradas páginas, cobra valor todo con su  verbo   pausado de convincente dicción  siempre.  Con sinceridad se pregunta, y no por retórica. “¿De no haber escrito este libro, (sobre el León malherido), qué hubiera hecho yo? A lo mejor escribir una novela, haber ganado el  premio planeta”… Apuntó que en la génesis del libro,  “influyó el proceso preautonómico, situación  acuciante al  ver que, 'no hay León en España', o 'que León desaparecía' y quise saber el porqué…,”  de ahí a la Reivindicación Leonesa de León… en letra impresa.           

Gracias, Juan Pedro. Muy oportuna la reedición, para seguir movilizando sentimientos leoneses.

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