La crisis dispara en cuatro años las declaraciones inferiores a 1.500 euros

Trabajadores en paro, familias con todos sus miembros desempleados o con sólo uno de ellos que ingresa un salario mínimo que difícilmente sirve para vivir dignamente. Y aunque las consecuencias de la crisis no son las mismas, también ha reducido a una tercera parte el número de 'ricos'. Su recrudecimiento ha disparado un 20,8 por ciento en cuatro años la cifra de declaraciones del Impuesto de la Renta para las Personas Físicas (IRPF) que obtienen un rendimiento neto reducido por debajo de 1.500 euros anuales.

Castilla y León ha pasado de contabilizar 16.973 en 2007 a 20.507 en 2011 -último año con datos-, según datos de la Agencia Tributaria consultados por Ical. El importe declarado también aumentó, un 24,1 por ciento, hasta los 21,6 millones de euros. El incremento es aún mayor si se tiene en cuenta a aquellos que se encontraban en el tramo negativo y cero, ya que la subida es del 22 por ciento en estos años (21.049 en total), con una cantidad declarada al fisco que ronda los 23,5 millones. La situación en España es quizás más acuciante, pues los que declararon por debajo de 1.500 euros en 2011 son casi 417.000, casi el doble que en el primer año anterior al inicio de la crisis.

Esta importante evolución de los que menos cobran contrasta con el conjunto de las liquidaciones del IRPF por tramos de rendimientos e imputaciones (euros al año) totalizadas en Castilla y León. La Comunidad subió en ese aspecto, pero un ligero 3,9 por ciento, hasta los 1,06 millones de declaraciones, acorde con la población de la autonomía y con aquellos que están obligados a presentar cuentas a Hacienda todos los años.

En suma significaron un importe de 18.632 millones (10,8 por ciento de incremento). En España, el aumento fue similar, del 3,3 por ciento, con 16,7 millones de declaraciones, hasta los 323.000 millones (8,1 por ciento más).

Efecto dominó

La crisis ha provocado un efecto dominó a la vista de los datos de la Agencia Tributaria. Así, han pasado a engrosar el tramo de menos de 1.500 euros al año de rendimiento neto reducido muchos de los que en 2007 obtenían entre esta cantidad y 6.000 euros, que ahora son 138.206, un 5,8 por ciento menos de declaraciones, y entre los 6.000 y 12.000 euros, cuya cifra cayó un 4,7 por ciento, hasta las 215.031. También el importe de ambas sufrió un descenso, del 0,5 por ciento (502 millones) y del 7,4 por ciento (1.689 millones), respectivamente.

De este modo, todos aquellos que declaran por debajo de los 12.000 euros representan más del 35 por ciento del total (casi 375.000). Sin embargo, aún es una cantidad muy inferior a la que significan aquellos que cuentan con un rendimiento neto reducido de entre 12.000 y 60.000 euros, que supone seis de cada diez declaraciones.

Y es que han crecido un 4,8 por ciento, hasta las 313.672 (con 4.600 millones), el número de los que presentaron liquidaciones en 2011 de entre 12.000 y 21.000 euros, un 9,1 por ciento los que se encuentran en el tramo de entre 21.000 y 30.000 (con 4.208 millones) y un 19,3 por ciento aquellos que declaran entre 30.000 y 60.000 euros. Es decir, muchos de los que obtenían grandes ingresos en 2007, que podrían estar entre los llamados ricos, ahora han bajado un 'pequeño' escalón e ingresan un rendimiento neto inferior al de años atrás.

El efecto dominó se estanca en el tramo de aquellos que declaran entre 60.000 y 150.000 euros anuales. En Castilla y León, la cifra es de 25.656, sólo un 1,2 por ciento más que en 2007, si bien el importe es un 15,3 por ciento más, hasta los 1.665 millones de euros, lo que evidencia que aunque son los mismos, ganan más y es un extracto que se ha consolidado en la sociedad gracias a la crisis. De hecho, tanto en 2011 como cuatro años antes, representaban el 2,4 por ciento del total de declaraciones.

Menos 'ricos'

Por último, y aunque la cantidad puede no parece relevante, pues se trata únicamente del 0,15 por ciento del total (0,24 en 2007), el descenso sí ha sido importante, del 32,3 por ciento, entre los que obtuvieron un rendimiento neto reducido superior a 150.000 euros al año. Han pasado de 2.459 a 1.664.

Sin embargo, mientras se ha producido una disminución considerable en el número, la evolución reflejada en el importe, aunque también negativa, ha sido más moderada, con un 6,7 por ciento menos, hasta los 215 millones de euros declarados, de los que 24 corresponden a 68 castellanos y leoneses con un rendimiento neto reducido superior a 601.000 euros.