Compromís pide al Gobierno reutilizar instalaciones de centrales térmicas en vez de demolerlas

César Sánchez / ICAL. La central térmica de Anllares está en pleno proceso de desmantelamiento.

ICAL

El senador de Compromís, Carles Mulet, presentó una serie de preguntas escritas en la Cámara Alta en las que insta al Gobierno a evitar las “desastrosas demoliciones” de las centrales térmicas de carbón y a reutilizar las instalaciones industriales para continuar produciendo energía de manera más limpia. “¿Por qué se permiten esas demoliciones cuando fácilmente, en dos semanas, una central térmica puede pasar de utilizar carbón a otro combustible menos contaminante?”, cuestiona Mulet, que subrayó que países como Australia, Holanda, Alemania ya han diseñado su política estratégica de sustitución de combustibles en base a un futuro que pasa por el hidrógeno verde.

En ese sentido, las preguntas del senador valenciano hacen referencia al desmantelamiento de este tipo de instalaciones, un proceso que ya avanza en el caso de la central de Anllares, situada en el municipio berciano de Páramo del Sil, y que está previsto que arranque el próximo 30 de junio en el caso de Compostilla II, ubicada en Cubillos del Sil. Según Mulet, dada la versatilidad y posibles usos de estas “costosas instalaciones”, el proceso de demolición constituye un “atentado al capital productivo y al patrimonio industrial nacional”.

En la misma línea, el senador recalcó que “la política energética es política de Estado” y que corresponde al Gobierno “determinar la estructura, organización y funcionamiento más eficiente en beneficio de la industria, los agentes productivos y la ciudadanía en general”. “Lo urgente es diseñar un sistema de generación de energía que nos evite comprarla a Francia o a Marruecos, país éste donde se genera electricidad mediante centrales térmicas de reciente construcción como las que en España hemos comenzado a demoler y como si sus contaminantes no llegaran a España”, añadió.

Al respecto, Compromís reclama al Ejecutivo que no permanezca “impasible ante la conversión de las calderas en chatarra” y exige una política energética que incluya un plan de sustitución de los actuales quemadores de combustibles fósiles contaminantes por otros aptos para combustibles limpios, como el hidrógeno o el biogás. Como ejemplo, Mulet cita el caso de la refinería de Repsol en Puertollano (Ciudad Real), donde la compañía comenzó hace un siglo utilizando como combustible pizarra bituminosa, posteriormente fueloil, más tarde fuelgás para acabar en el hidrógeno y, previsiblemente, en el hidrógeno verde. “¿Se imaginan la demolición de la refinería cada vez que se cambia de combustible? ¿Por qué, entonces, no se puede hacer lo mismo con las centrales termoeléctricas?”, cuestiona el senador.

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