Las bajas laborales descienden un 10% en León en el último año

R. Travesí/ ICAL

Los médicos de Atención Primaria tramitaron a lo largo del año pasado un total de 142.461 bajas en Castilla y León, un 11,4 por ciento menos que en 2012, con lo que acumularon una caída del 27,6 por ciento en la última década. Estas incapacidades temporales en 2013 sumaron 6,8 millones de días de bajas, un millón menos que el ejercicio pasado, según los datos de Sacyl.

El descenso de los procesos de incapacidad temporal estuvo relacionado con la menor actividad económica y con la caída de la población activa pero las estadísticas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) recogen una variable objetiva que nada tiene que ver con el desempleo. Es la incidencia media mensual por cada mil trabajadores, que ha bajado un 42 por ciento desde el inicio de la crisis y un 6 por ciento con respecto a 2012.

Las cifras señalan que la duración media de las bajas en la Comunidad Autónoma se situó el año pasado en 48,6 jornadas frente a los 47,2 de 2012. Hay una constante que se repite en los años de recesión porque mientras bajan las contingencias comunes no para de aumentar la duración de las bajas. En 2013, cayó un día y medio pero la diferencia sube hasta los 8 días desde 2003. La explicación es que cada vez hay menos bajas de corta duración, por temor a perder el empleo, aunque las enfermedades graves requieren un prolongado tiempo de recuperación.

La vicepresidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (SocalemFYC), Elvira Callejo, apuntó a Ical que los sanitarios habían constatado con la crisis que cada vez había más personas que solicitaban el alta de un modo “demasiado precipitado” porque deseaban volver a su empleo. Algo que corroboró el secretario regional de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Mariano Sanz, porque se encontraban con trabajadores reticentes a coger la baja “pese a estar enfermos”. Una situación que criticó porque no sólo conllevaba un mayor deterioro de la salud de esa persona, sino que también extendía el riesgo epidemiológico en el lugar de trabajo.

Frente a las 142.461 bajas tramitadas por los sanitarios de Primaria el año pasado en Castilla y León, hubo otras 141.499 altas. Una de cada cuatro incapacidades temporales en la Comunidad correspondió a la provincia de Valladolid (38.198 bajas), seguida del 18 por ciento que acumuló Burgos (26.194) y el 17 por ciento de León (25.228). El resto, en función de la población, se repartió entre Salamanca (14.280), Palencia (10.225), Segovia (8.555), Ávila (7.194), Zamora (6.807) y Soria (5.750).

Sorprende que la provincia leonesa contabilizara el año pasado 13.000 incapacidades menos que Valladolid pero acumulara 200.000 días más de baja. Eso explica que la duración media de los procesos en León alcanzara las 65 jornadas, 17 más que la media regional. Por debajo de esa cifra estuvieron Segovia (38 días), Burgos y Valladolid (con 40 días) y Soria (43). En cambio, provincias como Salamanca (57 jornadas de duración media de las bajas), Zamora (54) y Ávila (51) y Palencia (50) superaron esa media.

La caída interanual de incapacidades se produjo en todas las provincias de la autonomía, con especial incidencia en Segovia (-13,7 por ciento), Soria (-12,2 por ciento) y Ávila (-13 por ciento). El menor descenso de la región se produjo en Salamanca, con un 9,1 por ciento.

Motivos de incapacidad

Los motivos que provocaron más absentismo laboral fueron las alteraciones de la espalda, que incluyen, por ejemplo, las sobrecargas posturales y/o funcionales. Estas dolencias no sólo acumularon más número de procesos (11.753 a lo largo de 2013) sino que también fueron las que sumaron más días de bajas (512.751) en la Comunidad. Los pacientes con dolores lumbares requirieron de una media de 43 días hasta recibir el alta médica.

La segunda baja que generó más bajas en la región fue la gastroenteritis y la colitis, con 7.183 procesos el año pasado. Pese a ser un número considerable se trata de una indisposición poco prolongada puesto que impide la ausencia al trabajo durante 5,7 días. En cambio, los trastornos de ansiedad supusieron el año pasado en Castilla y León 5.775 bajas o lo que es lo mismo, casi 372.000 días. Además, estos problemas de salud mental suelen causar los periodos de convalecencia más largos (64,4 días en 2013), aunque fueron 20 días menos que el año pasado.

Los datos de Sacyl señalan que a bastante distancia se situaron los diagnósticos de síntomas generales (3.616 procesos sin un diagnóstico claro) y gripe (3.429). Las bajas causadas por la gripe han pasado de suponer 8.764 incapacidades en la Comunidad durante 2003 a las menos de 3.500 del año pasado. Es decir, un 60 por ciento menos, lo que da idea de que los cuadros clínicos que antes estaban justificados para no acudir al puesto de trabajo ahora no lo son.

Incidencia de la gripe

Hace diez años, la gripe era la principal causa de baja para los castellanos y leoneses que acudieron al médico. Eso sí, lo que no cambia es el tiempo de recuperación que requiere una gripe, 7 días por proceso. Hay que recordar que la gripe de 2003 tuvo especial incidencia en la población al venir acompañada de un virus más agresivo.

Las dolencias muscoesqueléticas, sin incluir las alteraciones de la espalda, acumularon un importante número de bajas. No en vano, los problemas de la columna cervical y los trastornos de articulación sumaron 6.658 procesos con más de 50 días de baja. Por detrás, estuvieron los otros traumatismos (2.901) y los esguinces y torceduras de tobillo y pie (2.722). La lista de la Gerencia regional de Salud se completa con las 2.568 incapacidades provocadas por las infecciones agudas de las vías respiratorias (catarros y bronquitis). Al igual que en el caso de la gripe, fueron procesos con una semana de baja. Las patologías que complican el embarazo, el parto y el puerperio acumularon 2.144 bajas mientras que los trastornos del disco intervertebral (hernia de disco, por ejemplo) causaron otras 1.169.

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