La derrota del Baloncesto León ante el Knet&Eniac Logroño (93-73) es la más amplia encajada por los leoneses en un arranque de temporada en la Liga LEB-Oro, superando en un punto la encajada en la campaña 2006-7 ante el Manresa, aunque ésta concluyó con el ascenso a la Liga ACB.
Sin embargo, los inicios de campeonato de León no han sido especialmente positivos, a pesar de que con posterioridad siempre se haya clasificado para las eliminatorias por el ascenso a la máxima categoría.
De las once temporadas en la LEB-Oro, Baloncesto León tan solo ha logrado tres triunfos en el inicio y, lo que resulta más significativo, tardó seis campañas en arrancar con victoria, tras caer sucesivamente en la pista del Rosalía de Castro, después en cancha propia ante Tenerife, Los Barrios y Algeciras, y hacer lo propio en el terreno del Murcia.
Con Aranzana en su primera temporada tras la vuelta a León logró vencer, en este caso a domicilio, en Murcia (64-72) y en la etapa posterior de Javier Gonzalo de Grado en el banquillo leonés los últimos tres años se han saldado con dos victorias y la derrota del viernes en Logroño.
Al mal inicio, sobre todo en cuanto a imagen, no solo por el resultado cosechado, hay que unir la desventaja que coloca a León como colista improvisado tras la primera jornada, algo que intentarán subsanar de inmediato con un triunfo el próximo sábado en su terreno ante el Girona que llega de derrota en el debut al Cáceres que ahora dirige Aranzana.