Shakespeare y Heiner Müller aterrizan en León

yo era hamlet

ileon.com

Cuatrocientos años de historia; Hamlet resiste los embates de su propia existencia, una tras otra representación el personaje-actor-mito muere y mata, duda y reta. Una y otra vez. Un constante grito ahogado que hace de Hamlet una existencia más dramática, más patética.

Hamlet resiste y se resiste a su yo no dividido, entre la ficción y la realidad, la incomodidad de continuar con un destino asignado por la mente de un escritor que abandonó a su suerte a un ser humano que es encarnado por otros seres humanos, con sus diferencias, con sus virtudes, con sus miedos, con sus dudas.

Una visión de dos grandes autores con la contundencia de las acciones y la poética propia de la acción. El no ser se extiende más allá de los propios pensamientos de un personaje condenado a representar su historia, el no ser llevado a la negativa de Hamlet de representar su vida, a intuir que su vida no le interesa a nadie, amenazado e instado por quienes sí quieren ser y continuar. Cada acción de los demás le llevan a rememorar, quizá de forma diferente, su propia vida.

Las dos dramaturgias son un grito de rabia, ira y tristeza. Una llamada de atención ante la crueldad de unos pocos que pueden cambiar el rumbo de muchos.

Bajo la dirección y la dramaturgia de Xiqui Rodríguez, una vez más, esta compañía utiliza el teatro, su medio de expresión artística, para transmitir y expresarse. Hamlet es el instrumento elegido para dicho cometido. Una de las obras dramáticas más representadas de la historia, considerada obra maestra en todos los sentidos: argumento, calidad literaria, temática, construcción... Se convierte así en un arma de doble filo para enfrentarse a ella. Un ambicioso proyecto para un elenco artístico con grandes cosas que contar.

Contemporaneidad y clasicismo en una misma propuesta. No se trata de construir una ilusión dramática más sobre el famoso y venerado texto de Shakespeare, sino de acercar el propio texto a las motivaciones artísticas de la compañía. Por eso, 'Máquina Hamlet', de Heiner Müller, aporta ese instrumento necesario para el acercamiento del texto a nuestros días. Los dos autores hablan de lo mismo, de distinta manera.

Las dos dramaturgias son un grito de rabia, ira y tristeza. Una llamada de atención ante la crueldad de unos pocos que pueden cambiar el rumbo de muchos. La ponderación de unos valores humanos por encima de los intereses personales. Un grito de inconformidad. Lo inevitable de esta vida, y su muerte. Pasiones, emociones y dilemas primarios y universales del ser humano. Cuarteto Teatro se nutre de las dos dramaturgias para contar su propia historia.

El espectáculo está construido a partir de dos textos teatrales: 'Hamlet', de W. Shakespeare, y 'Máquina Hamlet', de H. Müller.

'Yo era Hamlet' nace de un largo periodo de investigación en el que la compañía ha estado trabajando previamente. Dos fases importantes e imprescindibles para cada una de sus producciones: la investigación y documentación previa, y la investigación durante el proceso de creación. Un proyecto guardado en un cajón, esperando a ser elegido para ver la luz. Tiempo de crisis, tiempo de lucha.

El espectáculo está construido a partir de dos textos teatrales: 'Hamlet', de W. Shakespeare, y 'Máquina Hamlet', de H. Müller. El primero, una obra cumbre del teatro universal. La segunda, una visión contemporánea de la primera. 'Hamlet', de Shakespeare, cuenta la historia de una persona traicionada social, moral y emocionalmente por todos aquellos que le rodean. Una historia que abarca todos los pensamientos, pasiones y emociones del ser humano. Un grito de rabia, ira y tristeza.

'Máquina Hamlet', de Müller, da una visión descarnada y directa del propio Hamlet. Los pensamientos más internos y viscerales del mítico personaje que no se conforma con la situación dada y lucha, arriesgando su vida, que cada vez aprecia menos, porque las cosas no tomen el rumbo que algunos han decidido, al margen de la honestidad, la dignidad y el respeto humano.

Cuarteto Teatro aúna los dos textos en un estudio minucioso. Los dos textos ahondan la historia de un mismo personaje, Hamlet, príncipe de Dinamarca. Un mismo personaje en dos etapas muy diferentes de su vida dramática. El primero, Hamlet, de Shakespeare, luchador y víctima de su destino. El segundo, Hamlet de Müller, desgarrado perdedor. Una lucha entre un mismo personaje. El primero movido y alterado por el segundo. Dos obras maestras de la literatura dramática unidas para contar una misma historia. Punto de arranque que toma la compañía para transmitir y comunicarse con el público.

Lugar: Auditorio Ciudad de León.

Fecha: 8 de marzo, 21:00 horas.

Entradas: 11,50 euros (abono).

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