Amparo Carballo: “Con el pretexto de la crisis-saqueo hay una gran involución económica en educación y cultura”
Discípula y amiga, en su día, de grandes escritores como Ramón Carnicer y Crémer, Amparo Carballo es una autora ponferradina que comenzó muy joven a publicar y que escribe desde su yo, porque es el ejemplo que tiene más a mano –comenta ella–, y acaso por curiosidad, dependiendo del momento, necesita expresarme en diferentes géneros: poesía, novela, cuentos infantiles, biografía, artículos periodísticos...
Otro de sus escritores preferidos, además de maestros como Neruda, José Hierro, Ángel González, Mario Benedetti, Idea Vilariño, José Saramago, etc., es Gamoneda, del cual también recibió apoyo, consejo y motivación para seguir escribiendo.
Tanto Carnicer como Crémer y Gamoneda han prologado algunos de sus libros. “Los conocí cuando yo era una adolescente, y ellos me iniciaron en este difícil mundo de la literatura. Los tres, grandes escritores y seres humanos únicos”, recuerda con cariño. Sabedora de que todo escritor es hijo de su experiencia y sus lecturas y puede que la obra sea la voz inconsciente de algo leído, Amparo reivindica sin embargo un toque de originalidad en cada una de las obras que escribe, porque con la escritura no sólo intenta seducir sino seducirse. “Y como dice Gabriel García Márquez: 'Cada historia trae consigo su propia técnica. Lo importante es descubrirla'”.
A Carnicer, Crémer y Gamoneda los conocí cuando yo era una adolescente, y ellos me iniciaron en este difícil mundo de la literatura. Los tres, grandes escritores y seres humanos únicos.
Aunque siente que El Bierzo es una comarca llena de vida y leyendas, “un pequeño rincón del mundo donde se pueden imaginar historias mágicas. Su paisaje y su gente lo hacen especial”, no cree que su lugar de nacimiento haya influido en su creatividad. “Lo que sí marca –asegura– es que Ponferrada está alejada de los círculos literarios. Lo cual, también puede ser positivo ya que entre escritores suelen darse las envidias y los codazos. Eso encierra contradicción, porque a los escritores se les supone sensibilidad y solidaridad”. Escéptica ante la condición humana, en concreto con el mundo de la escritura, la autora de 'Cuarenta mil palabras' –que es un libro fantástico y atrevido (en el doble sentido de la palabra) escrito con la pretensión de comunicar algo estético, divertido y educativo a la vez–, sí cree que la gente leonesa sea inquieta y curiosa, y que además hay buenos lectores y un nivel cultural alto. “Ojalá no decrezca la lectura, porque con el pretexto de la crisis-saqueo hay una gran involución económica en educación y cultura”, se expresa la autora de 'Aletheia', que siente un profundo cabreo con lo que está aconteciendo en el mundo. “La indignación es, digamos, mi estado habitual”.
En el fondo Amparo, aparte de poeta y narradora, se considera una persona curiosa, una especie de esponja capaz de absorber y aprender. Y cuando escribe intenta alcanzar la fluidez, la sencillez, la reflexión y, por supuesto, la creatividad, aunque no siempre está segura de encontrarlas.
La poesía, un mar misterioso
Su poesía existencialista, reflexiva e intimista aspira a buscar “el tono que hace desear el deseo y despierta el apetito en el espacio de la sencilla confesión amistosa a través de la estética de la naturalidad (término que acuño), una estética que no persigue rarezas sino la capacidad sentimental de las personas normales, como el propio poeta, que no es un semidiós que levita dormido en sus laureles”.
El Bierzo es un pequeño rincón del mundo donde se pueden imaginar historias mágicas. Su paisaje y su gente lo hacen especial.
Amparo Carballo, que entiende la poesía como un mar misterioso que tiene diversas aguas y corrientes opuestas –hay tantos estilos, modos y tonos como poetas–, y la literatura en su amplio sentido como un proceso de cuatro 'Ces', a saber, creación, ciencia, conciencia y comunicación, ha escrito un singular libro, 'La voz de los metales', que presentara recientemente en la UNAM (México). Se trata, según ella, de una aleación de la poesía con la metalurgia, porque en este volumen ha utilizado palabras, imágenes, procesos y conceptos de la metalurgia “para dibujar espacios que son propios del alma y levantar la estructura de cada poema”. En esta obra, los poemas hablan de las minas del deseo, microscopios, molinos, mesas concentradoras de esperanza mineral, aleaciones, engranajes, química, propiedades, oxidaciones, sonoridad. “Ciencia y poesía son partículas que giran alrededor de un núcleo llamado conocimiento donde minerales y metales suenan con sonidos tan inesperados como turbadores”. A este respecto, Amparo trae a colación algo que escribiera el crítico literario José Enrique Martínez: “El metal de la poesía es el metal de la vida y del amor, y a uno y otro, pueden referirse términos en contraste como dureza y fragilidad, brillo e impureza, maleabilidad y resistencia, oxidación y muerte.” Y en esta misma línea de pensamiento, la creadora ponferradina, que reconoce que casi nunca está del todo satisfecha con su obra, porque siempre busca mejorar en un intento por superarme, recuerda lo que escribiera el profesor e ingeniero Antonio Huerta: “En ambas materias, poesía y metalurgia, coexiste el arte de extraer y trabajar palabras y metales.” Convencida de que su mejor libro aún no lo ha escrito, confiesa que su obra ha gozado de buena acogida y críticas favorables que le animan a seguir escribiendo. También la inclusión en antologías y los premios que recibiera cuando era más joven y entusiasta –matiza ella–, le empujaron a continuar en esta tarea de escribir, que para ella es un trabajo duro y un constante aprendizaje. “Hace años que no me presento a ningún concurso, porque opino que en los tiempos que corren todo se mueve por buenos contactos, intereses y cierta capacidad para 'la intriga palaciega'. He llegado a la conclusión de que un premio no significa que una obra sea mejor que otra. Está bien aparecer en antologías, siempre agradezco que me incluyan, porque es una forma de reconocer el trabajo de un autor”.
Hace años que no me presento a ningún concurso, porque opino que en los tiempos que corren todo se mueve por buenos contactos, intereses y cierta capacidad para 'la intriga palaciega'.
Aparte de su faceta como narradora y poeta, Amparo tiene una clara vocación editorial, de la que se siente orgullosa, porque cree en el libro como mejor vehículo de expresión cultural, “reflejo de la capacidad creadora del hombre y puerta abierta a fantásticos mundos”. Incluso ahora, en la era de la informática –agrega– estoy segura de que el libro es y seguirá siendo elemento cotidiano insustituible; porque no se puede sustituir el placer de leer, oler y tocar un libro editado con todo esmero antiguo.
Desde su fundación en 1999, y hasta la fecha actual, Ediciones Hontanar ha desarrollado una gran actividad editorial con la publicación de colecciones de teatro, poesía, narrativa, historia, ensayo, literatura infantil y juvenil, libros de texto, guías turísticas, entre otras.
En la actualidad, sigue con proyectos nuevos, algunos de los cuales abandona pronto –puntualiza–, mientras que otros tarda varios años en finalizarlos, porque se considera bastante crítica y perfeccionista. “Rompo y reescribo mucho hasta que considero publicable el trabajo. Como es natural, unas veces acierto y otras no. Sé que el pensamiento escrito no tiene que ser redondo y genial, pero aspiro a conseguir algún fragmento mágico que el lector lleve consigo y asocie con la obra”.
Entrevista breve a Amparo Carballo
“En el mundo existen personajes que nunca debieron haber nacido”
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
Muchos. Es imposible leerlos todos porque harían falta varias vidas y buena vista. Ahora estoy releyendo tres: un libro maravilloso y sencillo que pone al alcance del común de los mortales los grandes misterios del mundo y la vida, 'Brevísima historia del tiempo', de Stephen Hawking. También releo 'El gran número Fin y principio y otros poemas', de Wistawa Szymborska, y un libro de Manuel Vázquez Montalbán, titulado 'Panfleto desde el planeta de los simios'.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida)
Nadie ocupa el lugar de nadie en la literatura y en la vida. Todo tiene su porqué y su lugar. En la literatura hay muchos personajes imprescindibles. En el mundo existen personajes que nunca debieron haber nacido.
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)
No los menciono..., por insoportables.
Un rasgo que defina tu personalidad
Me considero una mujer trabajadora y luchadora.
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
Que sea buena persona.
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
Lo que necesitamos de nuestros políticos son hechos y no palabras. La actual sociedad está en un proceso de corrosión que va en aumento. Se requiere urgentemente un cambio ético-cultural, una reforma intelectual y moral, una nueva mentalidad, pero me temo que los seres humanos no tenemos remedio. Vamos cuesta abajo y sin frenos.
¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
Jugar con las palabras, lanzarlas, conquistarlas al vuelo. Traerlas y llevarlas de un alma a otra.
¿Por qué escribes?
Para entender y entenderme. Y acaso, también, para inventar una realidad más amable donde soñar con un mundo mejor.
¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
No creo que las redes sociales sirvan para ejercitar el estilo literario, las considero como una forma de relacionarse y establecer conexiones que puedan ser potencialmente útiles.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
Depende del momento y de la sed. Suelo beber un coctel de realidad y fantasía, filosofía y ciencia.
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
Escribo artículos de opinión en dos periódicos digitales, mantengo al día el blog de Ediciones Hontanar, y me asomo a los blogs de algunos amigos escritores. Me parece que es un buen ejercicio y una forma de comunicación.
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo
¿Qué clase de mundo es éste que puede explorar el Universo, mandar máquinas a Marte, y no hace nada para detener las guerras, acabar con las enfermedades y el hambre?