De Méliès a Tim Burton: el variado cartel para el regreso de 'El cine de los Capuchinos' de León

El mudo era una especie de extra en el viejo Cine de los Capuchinos de León, un aperitivo antes de la sesión doble. Ahora, en la iniciativa que evoca la nostalgia de aquellas tardes de los domingos, tiene un papel protagonista. Tanto es así que ha pasado de recurso esporádico entre interrogantes por la respuesta del público a apuesta fija con éxito de audiencia y espacio reservado los primeros martes de cada mes. Precisamente esa ubicación en la cartelera del Teatro San Francisco le permite abrir la nueva temporada. Y lo hace a lo grande: con una cita en torno a Viaje a la Luna en color y otros cortos de Méliès este martes 7 de octubre, el comienzo de una programación que, en su primera parte hasta final de año, concluirá con Tim Burton y su Eduardo Manostijeras, el 23 de diciembre como mejor antesala de la Navidad.

Enrique López se recuerda de niño ante la pantalla los domingos desde las 15.00 horas, una cita que bien podía comenzar, antes de la proyección consecutiva de dos largometrajes, con cortos de cine mudo protagonizados por Charlot o el Gordo y el Flaco con las risas garantizadas. “Siempre eran cómicos. Y se ponía como relleno. Nosotros queremos que el mudo tenga su propia entidad”, contrapone López, que participa en la gestión cultural del Teatro San Francisco a través del Centro Dramático Leonés. Ahora es su hijo el que se planta ante películas que van más allá del gag. “He llevado a mi niño desde pequeño”, cuenta tras remarcar el buen resultado de la apuesta en términos cuantitativos (“por estadística, es quizá de los días que más gente asiste”) y generacionales (“va mucha gente joven”).

La proyección de El acorazado Potemkin fue la manera de celebrar el centenario de la Revolución rusa en 2017. La apuesta salió bien hasta consolidar la iniciativa surgida en 2015 para conmemorar entonces los 120 años de la invención del cinematógrafo. Y así acabó adoptando la denominación de 'El cine de los Capuchinos', fijó la periodicidad semanal, introdujo la versión original subtitulada y exploró el mudo, que parecía una apuesta arriesgada y ahora es “una petición popular”. “Nos habría gustado poner a Méliès antes, pero no habíamos dado con la película adecuada”, explica Enrique López para poner en antecedentes al estreno de la nueva temporada, este martes 7 de octubre a las 20.00 horas con la sesión definida como Viaje a la Luna en color y otros cortos de Méliès y entradas al precio de 4 euros.

Georges Méliès abre la programación, definida ya hasta Navidad a la espera de completar próximamente las citas para los meses de enero, febrero, marzo y abril. El menú volverá a ser variado dentro de los límites de la apuesta por el cine clásico. A la pregunta de qué películas sorprenderán al público, Enrique López contesta con tres títulos: Barbarella (de Roger Vadim y con Jane Fonda liderando el reparto, el 21 de octubre), Toma el dinero y corre (de Woody Allen, el 9 de diciembre) y La muerte cansada (de Fritz Lang, el 2 de diciembre). La respuesta da la dimensión de una de las premisas del ciclo: dar cancha a títulos no tan canónicos de directores e intérpretes de referencia.

Y es que hay público que va movido por los actores, otro (“aunque no es la mayoría”) que acude al reclamo de los directores y el fijo de cada martes. “¿Hoy qué hay?”, preguntan a veces esos que no fallan a la cita semanal con una programación hace hueco a peticiones populares. “Hay gente que te lleva una lista entera de títulos”, señala López para citar entre las demandas recurrentes Alguien voló sobre el nido del cuco (de Milos Forman y con Jack Nicholson, el martes 14 de octubre). Y tiene también sus propios ritmos internos al proyectar filmes alusivos en vísperas de la festividad de los Santos (esta vez Suspense, de Jack Clayton y con Deborah Kerr, el 28 de octubre), Semana Santa y Navidad (este año Eduardo Manostijeras, de Tim Burton y con Johnny Depp y Winona Ryder, el 23 de diciembre).

Eduardo Manostijeras, una de las referencias ineludibles del personalísimo estilo de Tim Burton, es ya de 1990, rayando los límites temporales de una programación volcada fundamentalmente en la edad de oro. “Pero hay títulos que a los cinco minutos de que se estrenen se convierten en clásicos”, matiza López tras citar otros factores como la mayor disponibilidad de cintas estadounidenses que europeas. “La calidad del subtitulado es a veces el mayor de los problemas”, añade para apuntar también la de proyectar más películas españolas entre las demandas del público que ahora volverá a las butacas del Teatro San Francisco de León para disfrutar de 'El cine de los Capuchinos'.