Evolución artística al servicio de la sociedad

Territorio Archivo-Fundación Cerezales / Ical. Trabajo de campo para "Territorio Archivo" de la Fundación Cerezales de León.

Ical

Reconocer el trabajo en el ámbito de la innovación cultural, artística y social, así como servir de estímulo son los objetivos de los Premios Innovación Cultural convocados por el primer Foro de la Cultura que se celebra estos días en Burgos. Los candidatos derrochan originalidad, pasión y amor por las artes, y han gestado en Castilla y León proyectos culturales novedosos de experimentación artística, de exploración de las nuevas tecnologías como vehículo transmisor de arte o de difusión del microteatro.

En la categoría de colectivos regionales, los candidatos al galardón son Banco de Historias, de la Asociación de la Prensa de Valladolid; La Malhablada de Salamanca, Cross Border Project, de Valladolid; Go!up, de los vallisoletanos Miltrescientosgramos, y Territorio Archivo de la leonesa Fundación Cerezales. Por su parte, los candidatos al galardón en la categoría de proyectos burgaleses son la Asociación Berbiquí, Ocupación Poética, Arawake Theater, Terapiclowns y El Hacedor.

“El mero hecho de estar nominadas ya es un premio para nosotras”, afirma Paz Pedraza, una de las artífices de La Malhablada. Tan solo llevan seis meses de andadura, pero su proyecto ha conseguido convertirse en un lugar de referencia para “consumir cultura” en Salamanca. Y éste era precisamente el objetivo con el que esta casa antigua reformada abrió sus puertas en la ciudad.

El microrelato y el arte son los pilares en los que centra su actividad, con una visión “multidisciplinar”. Independientemente del resultado que obtengan en el Foro de la Cultura, sus promotoras se congratulan de formar parte de una iniciativa que les pondrá en contacto con otros proyectos que trabajan en la misma línea en Castilla y León, algo que valoran como “enriquecedor”. Además, es “el primer reconocimiento” que obtienen, por lo que no pueden evitar sentirse muy emocionadas.

La Malhablada abrió sus puertas a finales de mayo, gracias a la iniciativa de tres emprendedoras, Sonia Díez Santos, Paz Pedraza Ruiz y Gloria Hernández Serrano, que confiesan estaban “cansadas” de lamentar la falta de iniciativas culturales en la ciudad y por ese motivo, decidieron “pasar a la acción”. Fue fruto de la casualidad el encontrarse con el edificio desde el que operan, una “joya” de 1908 prácticamente abandonada, al que acudió por motivos de trabajo una de las socias, porque dos de ellas, Díaz y Pedraza, son arquitectas, mientras que la otra, Hernández, procede del ámbito de la escenografía. En ese momento, nació una idea que poco a poco fue tomando forma, hasta convertirse en la realidad que es hoy.

El proyecto contó con una inversión inicial privada, mientras que el resto del dinero que necesitaban para levantar esta casa dedicada a la cultura, 8.500 euros, los consiguieron gracias al crowfunding y a micromecenas que hicieron sus aportaciones. Tuvieron que llevar a cabo obras de rehabilitación para recuperar la casa y además tardaron meses en obtener todos los permisos y licencias administrativas para poner en marcha su iniciativa.

Asegura que eran conscientes de que no invertían en la mejor época y menos en cultura, pero cree que el destino también puso algo de su parte y al final, este es un “sueño” que han conseguido materializar. Desde entonces, no han parado de “crecer” y Pedraza explica como ejemplo que ya reciben una media de 500 y 600 personas durante el fin de semana para participar en los eventos de microteatro que organizan.

Se trata de cinco obras de 15 minutos de duración, para un máximo de 15 espectadores y a un precio de tres euros, pero además, organizan otros eventos como exposiciones, talleres artísticos o presentaciones culturales. Pedraza resalta que el principal atractivo es que se oferta un tipo de teatro “cercano” con el que el espectador casi se siente parte de la obra, porque el contacto con los actores es casi contínuo, aunque sea solo porque están a menos de un par de metros de distancia, bromea.

Recuperación del patrimonio rural en imágenes

También Territorio Archivo, de la Fundación Cerezales Antonio y Cinia, de Cerezales del Condado, ha recibido muy bien su selección para el Premio de Innovación Cultural. Se trata de una propuesta que puso en marcha el cineasta Chus Domínguez en 2011 consistente en la investigación y análisis de archivos domésticos, inicialmente fotográficos y paulatinamente abierta a otros soportes de la imagen (películas domésticas de cine) o tipos de documentación (reversos de las fotografías, sellos de fotógrafos, registros de las sesiones de trabajo, audio, documentación administrativa desarrollada), ubicados en el espacio privado de los habitantes de seis pueblos del entorno de la comarca Condado-Curueño en la que tiene su sede la Fundación.

El trabajo ha continuado desde entonces, se ha extendido a otros territorios y cuenta, de momento, con financiación para seguir un año más. Muchas personas están implicadas en esta apuesta de recuperación y conservación; entre ellos los investigadores y los llamados conservadores domésticos, que son quienes aportan en cada pueblo los documentos y testimonios que enriquecen el archivo infinito en el que puede convertirse esta iniciativa cultural.

Ahora mismo se trabaja en las bases de datos, “para que estén mejor integradas”, explica Alfredo Puente, curador de la Fundación Cerezales. “No es un evento, es una línea de trabajo completa. Otra de las cuestiones que le dan relevancia es que el equipo que desarrolla los diferentes nodos en cada uno de los núcleos asociados es un proyecto para crear y consolidar comunidad”, explica. “Nos han pedido poder sumarse desde particulares con colecciones, por ejemplo de Almería, hasta asociaciones que está recuperando archivos visuales en Madrid; todo tipo de colectivos. Por ahí sí que hay una aportación de la que nos sentimos satisfechos”, afirma.

Respecto a la labor de campo que permite recopilar la documentación y testimonios explica que se desarrolla en un cara a cara con las fuentes que resulta muy enriquecedor. “Conocer la realidad en las voces de sus protagonistas nos permite conocer momentos anteriores y tener perspectivas hacia el futuro”, explica y añade que esas entrevistas permiten a los investigadores “comunicarnos mejor con ellos, que confíen en nosotros y que la relación sea de igual a igual. Los protagonistas son ellos”.

Las visitas que se hacen a las localidades sobre las que se trabaja permiten explorar la documentación e imágenes que hablan del territorio estudiado y que se hallan en posesión de cada habitante y como completar la información sobre el mismo. También sirven para recoger datos acerca de la localización de nuevos yacimientos documentales útiles para el proyecto y para quienes han de investigarlos o consultarlos. La difusión de la tarea desarrollada y de sus logros se ve facilitada por el hecho de que la metodología de Territorio Archivo se desarrolla bajo licencia 'Creative Commons'.

Territorio Archivo, resumen sus responsables, permite identificar las relaciones, la calidad de los flujos de información y su circulación efectiva como un elemento nuclear para la consolidación de un territorio. El proyecto reflexiona sobre cómo un proceso abierto y basado en la investigación directa puede incidir en la construcción de relatos, de cómo estos dibujan la memoria y la identidad colectiva y se manifiesta como una plataforma de comunicación asentada sobre el acto de compartir vivencias.

Contacto con organizaciones sociales

También con la idea de compartir vivencias surge Banco de Historias, una iniciativa de la Asociación de la Prensa de Valladolid (APV) que busca ahondar en la responsabilidad social de los periodistas y medios de comunicación. La Asociación, que trabaja para poner en marcha el proyecto en 2015, pretende implicar a todos los colectivos sociales que desarrollan su labor en Castilla y León. Supone crear una plataforma de intermediación entre las organizaciones sociales y los periodistas para aumentar la presencia de proyectos, personas y trabajos del tercer sector en los medios de comunicación.

“Se trata de crear una red, un espacio virtual donde los medios de comunicación de Valladolid, con cierta periodicidad, tengan acceso a un catálogo de propuestas de contenido social, actividades, efemérides, personas interesantes para entrevistar”, explica el presidente de la APV, Jorge Francés. A través de este lugar de encuentro y contacto permanente entre ambos colectivos, se permitirá hacer visible el trabajo de las organizaciones sociales y se posibilitará que los colectivos y problemáticas que abordan lleguen en mayor número y calidad informativa a los ciudadanos.

El proyecto surgió hace más de un año cuando en el contacto profesional con diferentes asociaciones sociales, estas se quejaban ante la APV del gran esfuerzo que realizan para dar a conocer los problemas y necesidades de sus colectivos y del poco espacio que después reciben por parte de los medios. “Se trataría de que los periodistas tuviesen acceso no solo a un listado de temas, sino también con los contactos necesarios para poder elaborar esa información”, resume Francés.

Igualdad en la diversidad

Arte, diversidad e inclusión son las notas del proyecto que lleva en marcha la Asociación Berbiquí, una de las finalistas por la provincia de Burgos. Un trabajo que trata de educar a las personas en el amor hacia el arte olvidándose de las diferencias entre quienes padecen alguna discapacidad y quienes no lo hacen.

Lorena Saiz es la cara visible de una asociación que comenzó su andadura hace poco más de un año y que tiene su sede en la Casa de Cultura del barrio de Gamonal. En este espacio desarrollan cada semana talleres “inclusivos” en los que participa una veintena de personas de todas las edades. “Trabajamos por la inclusión social y nuestro cometido no es otro que acercar el arte a las personas”, indicó Saiz.

En este camino, los monitores buscan sacar lo mejor de cada participante. “Intentamos sacar todas las capacidades artísticas de las personas mediante talleres artísticos que en todos los casos son inclusivos”, explica la responsable. Allí comparten espacio personas con discapacidad y ciudadanos que, a ojos de la sociedad, son “normales”. “Nuestro objetivo es trabajar por desterrar las etiquetas que se les ponen a las personas con capacidades más reducidas”, apostilló Saiz.

La asociación comenzó su andadura en abril de 2013 y lo hizo de forma casual con la instalación de una obra artística durante la inauguración de una bodega en Pedrosa de Duero (Burgos). Desde este momento, la asociación dio comienzo a una serie de talleres de artes escénicas y otras actividades para niños de corta edad. Poco a poco se fueron dando a conocer hasta cerrar acuerdos con entidades como la Escuela de Artes, con quien comparten un taller que está gustando mucho a los participantes.

La esencia de Berbiquí reside en la igualdad. “Aquí todos somos iguales tengamos o no discapacidad”, recalca Saiz, “lo importante es explotar nuestras capacidades artísticas”. Ese camino hacia la igualdad es lo que hace a esta asociación única, puesto que no existe nada parecido en la provincia de Burgos.

Sin tiempo para pensar en el premio, la asociación sueña con “ganarlo” para poder invertir el dinero en los talleres y comprar material para que los chicos “puedan seguir creando”. “Tenemos muchos proyectos, pero siempre faltan fondos”, recalcó Saiz.

Tendrán que esperar hasta el 17 de noviembre, fecha en la que se conocerá el nombre de los proyectos premiados en cada categoría de estos Premios de Innovación Cultural, que suponen en cada modalidad 1.500 euros para hacerlos realidad y un servicio de asesoramiento profesional valorado en 2.500 euros.

Etiquetas
stats