Estudio a fondo sobre 'La Nodicia de Kesos', el escrito romance más antiguo de la península ibérica
‘La nodicia de kesos. Un testimonio del romance leonés más antiguo’, edición crítica dirigida por el paleógrafo emérito de la Universidad de Valladolid y Premio Castilla y León, José Manuel Ruiz Asencio, y por el filólogo José Ramón Morala Rodriguez, de la Universidad de León. La obra ha sido editada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua dentro de su colección Beltenebros.
El documento, conocido como 'Nodicia de kesos' por ser estas las palabras con las que se inicia, no es más que un humilde inventario de los quesos que había gastado el hermano Jimeno, despensero en el monasterio leonés de los Santos Justo y Pastor de Rozuela –ubicado en las inmediaciones de Ardón–, en las labores de las viñas y majuelos de la Comunidad. Redactado en el reverso de una donación hecha al citado monasterio en el año 959 (medio siglo antes que las Glosas Emilianenses correspondientes al romance navarro-aragonés en su vertiente riojana que algunos consideran el precursor del castellano medieval), es, por tanto, una especie de nota de uso doméstico, sin mayor valor jurídico o notarial, pero que constituye al mismo tiempo una pieza de gran interés para la filología hispánica.
Es en realidad el primer documento escrito de una lengua romance en toda la península ibérica. Y se escribió en la zona de influencia de lo que luego sería la zona asturleonesa, por lo que se puede considerar un documento precursor del asturleonés, hoy un idioma en peligro de extinción. No hay que confundirlo con el inicio del español, ni con el primer escrito en castellano, puesto que el primero tardaría siglos en conformarse y el segundo no pertenecería al ámbito lingüístico de la zona leonesa, como tampoco lo sería un documento en romance galaico-portugués.
Según han referido los autores de esta edición, las notas –que señalan una lista de quesos– las realizó un despensero. “Hombre de pocas letras aunque algunas tenía”, en vez de hacer las anotaciones en una tablilla encerada, utilizó el dorso de un pergamino donde, en la parte carnosa, había sido escrito en 959 en visigótica cursiva de calidad una donación para después de sus muertes, de un matrimonio sin hijos llamados Hermenegildo y Zita de una heredad llamada Auctarios, en la comarca leonesa de los Oteros del Rey. Jimeno utiliza una escritura visigótica muy rústica y comete con frecuencia errores y omisiones.
El original se conserva en el archivo catedralicio de León y algunas de las correcciones que esta edición crítica realiza sobre textos anteriores han sido posibles gracias a la realización de fotografías digitales con filtro ultravioleta propiciadas por Manuel Pérez Recio, archivero de la Catedral.
Ruiz Asencio dedica una parte importante de su colaboración al estudio de los monasterios de Rozuela y de Cillanueva, ambos bajo la advocación de los santos Justo y Pastor y muy próximos geográficamente entre sí.
Según apunta Morala, el hecho de tratarse de un texto redactado sin los habituales formulismos –propios de documentos con contenido comercial o jurídico– sino de un escrito poco convencional, tuvo como consecuencia que su autor lo escribiera en un modelo de lengua que constituye una buena muestra de lo que ya serían las lenguas romances usadas en la lengua oral y cada vez más alejadas del latín, que se seguía utilizando en escritos de carácter más formal. Ahí radica, por tanto, su lugar destacado en la historia de la lengua.
Ficha bibliográfica
- Libro: 'La Nodicia de Kesos: un testimonio del romance leonés más antiguo'
- ISBN: 978-84-92909-41-4
- Editorial: Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua
- Colección: Beltenebros
- Formato: Tapa blanda o Bolsillo
- Dimensiones: 300 x 220 milímetros.
- Número de páginas: 144
- Fecha de publicación: 28-03-2023
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