Carlos Aguilar: “Creo que mi faceta ensayística y la literaria conviven con armonía”

Carlos Aguilar. Foto: Roberto Fariña

Manuel Cuenya

Reconocido como uno de los historiadores y ensayistas cinematográficos más influyentes de nuestro país, Carlos Aguilar es autor, entre otras muchas obras, de una estupenda 'Guía del cine'. Asimismo, ha dedicado monográficos a cineastas tan singulares, admirables y entrañables como Sergio Leone, Clint Eastwood o Jesús Franco, “a los cuales no se había prestado la atención que yo estimaba justa”, aclara Carlos, que ha colaborado con revistas prestigiosas como 'Quatermass' y 'Cine-Bis', “ambas editadas y diseñadas por el gran Javier G. Romero –aclara Aguilar-, porque la primera me parece la mejor especializada en cine fantástico que hemos tenido en España, y la segunda la más cool que existe sobre cine a nivel mundial”.

A Carlos también lo hemos visto en 'Historia de nuestro cine', en La 2 de Televisión Española, que para él representa un honor, “porque no ha existido un programa así en ningún canal del mundo, que facilite conocer la producción cinematográfica del país en un horario de máxima audiencia y con presentaciones que emplacen al espectador”, precisa él, cuya afición por el cine se remonta a sus años de infancia en Astorga, de donde es originaria su madre, porque su abuelo materno, Obdulio Gutiérrez Velasco, pertenecía a la familia que regentaba el cine Velasco.

Entre otras labores, su abuelo se encargaba de un impuesto que había entonces para la protección de los huérfanos. Y su nieto lo acompañaba y le ayudaba con una especie de entradas que había, de todos los colores posibles, lo cual le fascinaba. “Quizá mi pasión por el policromatismo procede de ahí, por ejemplo en mi piso cada habitación está pintada de un color diferente”.

También recuerda que su abuelo Obdulio lo dejaba entrar en las cabinas de proyección, ver las latas de las películas, mirar cómo se montaban... y veía todas las películas que proyectaban tanto el cine Velasco como el Gullón, durante los veranos que pasaba en Astorga. “Jamás hacía ejercicio y apenas salía al campo, salvo las veces que mi abuelo, que era un hombre severo y tierno a la vez, con una querencia superlativa por el cine, me llevaba a pescar cangrejos de río, lo que me interesaba era ver cine continuamente y adentrarme en la música. Me temo que no he cambiado mucho desde entonces...”.

Siendo un adolescente comenzó a escribir tanto relatos, porque deseaba participar de alguna manera, según él, en ese mundo literario, como pequeñas reseñas de todas las películas que veía, con el fin de inmortalizar las películas en su recuerdo, “entonces era impensable que llegaran a existir el video, el dvd, el blu-ray... pero así descubrí que describir en un escrito las impresiones producidas por una película resultaba apasionante”.

Recuerda que su abuelo veía varias veces las películas que le gustaban, conocía de memoria escenas y diálogos, y admiraba en especial a Spencer Tracy. Su abuelo, que también le enseñó solfeo, así como violín y piano; llegando Carlos a tocar ambos instrumentos, contribuyó de un modo decisivo a que su nieto llegara a querer y comprender la música y el cine, tanto es así que se define como un loco del Séptimo Arte. No en vano, Carlos conocía de memoria todos los cines de barrio que había cerca de su domicilio familiar, en el madrileño barrio de Lavapiés, “que por fortuna no eran pocos: el Pavón y el Olimpia, actualmente teatros, el Ave María, el Odeón, el San Cayetano y el Lavapiés, ya desaparecidos... También creo que heredé de mi abuelo el gusto por ciertas comidas típicas de los maragatos, que nunca han dejado de figurar entre mis favoritas: el congrio, el bacalao, la lengua de ternera, la cecina y los cangrejos de río”.

Apenas salía al campo, salvo las veces que mi abuelo, que era un hombre severo y tierno a la vez, con una querencia superlativa por el cine, me llevaba a pescar cangrejos de río, lo que me interesaba era ver cine continuamente y adentrarme en la música

Astorga de cine

Rememora con cariño cómo aquellas fabulosas temporadas en Astorga contribuyeron mucho en su formación estética y sobre todo a potenciar su cinefilia, que él considera innata, de la cual surgiría en su adolescencia su faceta como literato, porque Aguilar es también novelista. Un novelista atípico, podríamos decir, en el sentido de que se aparta de la corriente general de la literatura española.

Sus dos primeras novelas, 'La interferencia' y 'Simbiosis' son thrillers que, en su opinión, no tienen nada que ver con la literatura policiaca nacional al uso, “sin mensajes político-sociales de ningún tipo”.

Sus siguientes novelas, 'Coproducción' y 'Nueve colores sangra la luna', difieren asimismo, “debido a su enfoque obsesivo y desquiciado, de lo usual en la ficción patria ambientada en el cine”, asegura su creador, cuya quinta novela, 'Un hombre, cinco balas', tampoco recuerda nada a las demás novelas españolas del Oeste, “debido a un enfoque a la par interiorista y crepuscular”.

Sus evocaciones de Astorga son realmente maravillosas. “Era una ciudad con un encanto envolvente y especial, de hecho la primera que conocía tras crecer en Madrid, antitética en todos los sentidos”, afirma Carlos, al que le encanta la vitalidad cultural que vibra en León, que considera altamente positiva en todos los aspectos. Y destaca, entre las jóvenes autoras, el caso de Noemí Sabugal, “ya que escribe con una agilidad estupenda, compaginando registros y revelando una ductilidad loable, pues tanto ilumina las particularidades de la minería en la provincia de León cuanto refleja la vida y penurias de una cantante americana de blues, sin descartar el thriller de denuncia”, apostilla Carlos, que se considera un privilegiado, hondamente satisfecho con su carrera, porque lleva ya cuarenta años dedicado en cuerpo y alma a la cultura cinematográfica, literaria y musical.

Noemí Sabugal escribe con una agilidad estupenda, compaginando registros y revelando una ductilidad loable

“Aun así, quiero prolongarla, porque me siento perfectamente joven de espíritu y en condiciones”, resalta Carlos, que se define como hijo de todas las películas que ha visto, todos los libros y comics que ha leído, toda la música que ha escuchado..., convencido de que en su faceta como historiador y ensayista cinematográfico sobresale su forma de compaginar la información objetiva con la valoración subjetiva.

“Creo que la gente que sigue mis libros lo que aprecia es el hecho de que valore con personalidad partiendo del conocimiento de causa, sin perder de vista el rigor. Porque considero que la opinión pobre o nulamente argumentada no es más que una extravagancia inútil, a veces irritante también, al igual que pienso que la información aséptica apenas sedimenta, se olvida al día siguiente. Por lo demás, creo que mi faceta ensayística y la literaria conviven con armonía, desde el vínculo que implica mi personalidad, la cual cuaja, como base, en mi fijación por abordar temas inauditos, tanto en el ensayo cuanto en la ficción”, explica el creador de 'Cine y Jazz', al que le gusta en especial la literatura española producida aproximadamente entre 1870 y el comienzo de la Guerra Civil, entre cuyos escritores están Bécquer, Galdós, Emilio Carrere, Blasco Ibáñez. “Y, fuera de ese período específico, Noel Clarasó”, matiza Carlos, quien también admira las figuras literarias, un tanto heterogéneas, de Poe, Borges, Lovecraft, Chandler, Wilde, Buzzati, Maupassant... “así como algunos que aún aguardan la valoración merecida: Cornell Woolrich, Jean Ray, Clark Ashton Smith, David Goodis, Giorgio Scerbanenco, el tándem Boileau-Narcejac...”, que son, en sus propias palabras, consustanciales a su formación intelectual y artística, aunque no sea consciente de que le hayan influido en su propia obra.

Recientemente ha publicado un nuevo libro, 'EuroSexy', editado y diseñado por Javier G. Romero, del cual se siente especialmente satisfecho; “me parecía necesario, desde el punto de vista ideológico, para impugnar el puritanismo que se ha ido extendiendo a escala mundial desde que empezó el siglo XXI, más o menos, y creo que no se ha publicado en el mundo libro de cine más bello en términos visuales”, especifica su autor, quien, aunque no se siente cualificado para emitir un juicio sólido al respecto de la pandemia actual, cree que el coronavirus ha sido provocado por los americanos, los chinos o quienes sean, “según repugnantes intereses de codicia y dominación, y que los gobiernos distan de ayudar debidamente a los profesionales relacionados con la Cultura y el Espectáculo, sector afectado en especial”.

Aparte de su nuevo libro, está corrigiendo su primer ensayo centrado por completo en una temática musical, sin apenas hablar de cine, cuyo título es 'Flamenco Jazz'; que verá la luz en febrero de 2021. Esta obra la ha escrito con su mujer, la autora canadiense Anita Haas. Por otra parte, se está planteando afrontar otra novela del Oeste; “será la segunda del género que escribo, y la sexta en mi producción literaria. ¡Me apetece mucho!”.

Creo que heredé de mi abuelo el gusto por ciertas comidas típicas de los maragatos, que nunca han dejado de figurar entre mis favoritas

Entrevista breve a Carlos Aguilar

“Que no nos roben el alma”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'Las Rimas y Leyendas' de Bécquer.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Edgar A. Poe.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

'Justine', del marqués de Sade.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La independencia intelectual.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Justo esa.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Basura.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Nuestras dos gatas, que se llaman Viridiana y Tristana.

¿Por qué escribes?

Porque desde niño me apasionó hacerlo.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No, pero me parecen provechosas, en su justa medida.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Mi bagaje estético-cultural, ante todo, y mi propia vida, pero en inferior medida.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Un verso de una canción de Ketama, con el cual, por eso, cierro mi libro 'EuroSexy': “Que no nos roben el alma”.

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