¿13 años y más de quinientos programas de arte? “Y mucho más”. Esto es lo que ha conseguido este 4 de mayo de 2023 la sección del programa Más de Uno León en Onda Cero, un hito radiofónico muy difícil de conseguir, con más de 40 programas al año cada miércoles (siempre que no haya fiesta) que sólo para en verano.
Trece temporadas de una sección que no es precisamente ligera, ya que roza los 25 minutos (y quienes la siguen saben que encima se queda corta por lo interesante de su propuesta) que comenzaron tras participar en 2010 el profesor de Historia del Arte de la Universidad de León, César García Álvarez, en La Rosa de los Vientos que se emitía en directo en el Salón de los Reyes del Ayuntamiento de León de San Marcelo. Allí el director de la emisora, Luis Cañón, se quedó sorprendido de la capacidad del ponente y sugirió al locutor Javier Chamorro que le llamara.
Chamorro es uno de los profesionales radiofónicos con gran prestigio en León –le viene de familia puesto que su padre es el también mítico Félix Chamorro– y el día que le llamó, para un programa de nueve minutos sobre El Partenón, vio claramente que aquel experto que acababa de conocer era “un diamante en bruto”. Siguieron, comenzando aquella primera temporada literalmente fuera de temporada. “Suelen empezar en septiembre y aquí empezamos en mayo”, y cada programa fue aumentando de minutos de forma natural. “El primero nueve, el segundo diez, el tercero 12 y en nada de tiempo ya pasábamos de 15 e incluso 20 minutos por lo interesantísimo que era”, explica el veterano locutor con 32 años a sus espaldas delante del micrófono.
Y en el programa han hablado de todo. “Primero era de arte, pero es que la capacidad de César es tal que al final tuve que llamar a la sección 'Arte y mucho más', porque es que sabe de todo”. “Y sin un papel encima de la mesa, todo de cabeza”, reitera Javier Chamorro admirado siempre que puede.
César García Álvarez es un erudito en simbolismo que se atreve a afirmar cosas como que la Catedral de León es la verdadera piedra filosofal (simbólicamente, claro) sin que los demás expertos le partan la cara. Es uno de los mayores sabios sobre la Pulchra Leonina, además de también ser otro de los más reconocidos expertos en Gaudí, del que ha desvelado, entre otras cosas, que Botines es La Casa del Dragón y que escondía una representación del Santo Grial a simple vista que nadie había detectado en 130 años. Aparte de ello ha escrito varios libros y ofrece conferencias por toda España siempre con gran éxito de público.
Consciente de que la divulgación del conocimiento es importante, cuando le dieron la oportunidad hace 13 años de colaborar con Onda Cero León no se lo pensó dos veces: se comprometió a hacer un programa cada semana... y lo ha cumplido con creces “con intención de que haya otros 500 programas más”, aseguran los dos conductores de 'Arte y mucho más'.
Una apuesta personal
Javier Chamorro reconoce que es una sección muy especial en el mundo de la radio. De forma natural cada entrega se ha ido a una duración de 25 minutos. A veces menos, a veces más, siendo el más largo de una media hora. Es poco habitual esto, ya que está incluido en un magazín matutino que suele llevar los tiempos muy tasados. “Es una apuesta personal mía”, asegura Chamorro. “Es decir, no es normal que una sección dure eso. Ninguna dura eso en un programa matutino cuya duración total es 1 hora y 40 minutos. Pero es que es algo muy, muy especial que tuve claro desde el principio que tenía que ser así”.
Y semanal, que “es lo que te supone todavía un mayor esfuerzo, sobre todo porque no es una sección de cinco minutos, que dices, bueno... es una sección muy trabajada, porque claro, estás ahí 25 minutos hablando. Dale, que te pego con los temas que van saliendo. Yo no sé lo que harán en otros sitios, pero desde luego una cosa así, con el espacio, el tiempo que se le dedica y tal, pues no es algo demasiado habitual en un magazine. Es decir, es normal que tengas a un ecologista o a un psicólogo, a un abogado... Pero tener una sección como esta, solo sería posible gracias a que está él. ¿Entiendes? Es decir, aquí lo que se han dado son dos cosas. Primero, que ha aparecido un diamante como César. Y otra, que yo soy muy curioso. Entonces, como me interesan todos los temas habidos y por haber, me encuentro con una persona que me da respuesta a todo lo que le propongo para hablar de ello y para saldar mi curiosidad y darle su punto de vista. Y eso hace que cada emisión sea muy especial: muchas veces no solamente da una información, también él opina sobre ciertas cosas que estamos abordando, que estamos haciendo. Porque además aquí el secreto no solamente está en lo que él sabe, que es mucho, sino en que lo cuenta. Que es una persona humilde, es sencilla, no quiere ganar el Nobel con cada frase, no es un tío pedante. No va utilizando ahí una palabrería densa y pija para hacerse el guay. No, no, él habla de cosas que... habla de una manera que entiende la gente. Y hay veces que ha abordado temas súper complejos, muy complicados”.
Pone como ejemplo que “una vez habló de arte y matemáticas que me quedé diciendo: 'madre de Dios'. Tú piensa que él es uno de los mayores expertos que hay desde la Catedral de León. Hemos dedicado a la Catedral decenas de programas y es infinito, ¿sabes? O sea, cómo se puede conocer cada detalle, cada rincón, cada centímetro cuadrado. Te habla de las sirenas que están en el pórtico de no sé dónde. Es decir, él sabe muchísimo”. Cuenta Chamorro cómo empezaron una sección dedicada al arte, y después le añadió “lo del mucho más” porque empezaron “a hablar de biografías, de personajes históricos, de ciudades que merece la pena visitar, de grandes museos del mundo, de acontecimientos históricos. Lo mismo se ha hablado del arte egipcio, que hemos hablado de Satanás, por ejemplo”. Incluso se han atrevido a hablar de los colores en la radio (que no se ven) de la ilusión, de la belleza. Del Cine. De la Mafia. De la Inteligencia Artificial... y con los años han ido creando su propia cultura de la sección, con programas especiales de temporada. “Hemos dedicado dos programas especiales desde hace años, tanto a la Semana Santa como a la Navidad, aunque los de la Navidad en vez de dos son cuatro o cinco, pues hace que hables, claro, de la Navidad. Dedicas un programa a la Navidad, pero es que dentro de la Navidad, él ha hablado del regalo, de los Reyes Magos, ha hablado de Santa Claus, de San Nicolás, ha hablado del árbol de Navidad, ha hablado de todo, es que su conocimiento es interminable y hay que aprovecharlo”, destaca el locutor.
La visión de César García Álvarez es similar: “Yo participé en la Rosa de los Vientos, que vino a León en abril de 2010. Y le gustó mucho a Luis Cañón y me propuso hacer algo parecido, hablar de alguna cosa en Onda Cero. Fui a grabar con Javier Chamorro y el programa de introducción duró nueve minutos. Y me puso, además, que se ha convertido en el himno de cada comienzo de cada temporada, una versión del otoño de Vivaldi. Porque además íbamos a empezar en septiembre y en principio él quería además que esa música fuera más o menos la de la sección. Pero luego yo rápidamente quise convertirla, por así decirlo, en una ocasión única en cada programa para poder llevar a cabo una exploración musical relacionada con cada uno de los temas de los que fuéramos a hablar”. Y es que el experto también es musicólogo, lo cual le ha dado la posibilidad de efectuar programas de música y de músicos de un nivel excepcional.
“Y a partir de ahí, poquito a poco, la sección fue creciendo, tanto en duración como en riqueza, como en contenidos, como en ambición, con unos cuarenta o incluso cuarenta y cuatro programas por temporada. Sólo paramos en julio y agosto, y empezamos temporada el primer miércoles de septiembre, aunque cada año nos adentramos cada vez más en julio”, explica García Álvarez.
Noviembre nocturno
Una de las cosas que tiene el estar tantos años hablando de temas y temas –de cada programa les salen más ideas y aseguran que apuntadas tienen más de mil distintas–, es que de repente comienzan a ocurrir cosas inesperadas, pero recurrentes. No sólo que sean obligatorios los programas de Semana Santa cada año (los dos son grandes amantes de la Pasión leonesa) o los de Navidad, sino que comenzaron a ver que en noviembre los temas les salían cada vez más oscuros. Y ya tienen ese mes para los temas más misteriosos o truculentos.
“Bueno, bueno, eso es muy bueno –reconoce Javier Chamorro–. Cuando empezaba el otoño y nos acercábamos a la fecha de los santos y tal, pues buscar así temas un poquito más oscuritos. Y fue saliendo de todo: hemos hablado de las brujas, de los monstruos, hemos hablado de las leyendas, hemos hablado... ¡Hasta de Satanás! La mayoría de los programas los propongo yo, excepto algunos que él me va diciendo y tal, pero la mayoría los propongo yo. Y el de Satanás tardó en hacerlo. Dijo, bueno, es un poco más adelante. Yo no dije nada porque el temita... hablar de Belcebú y eso en la radio... pero el día que lo hizo fue alucinante, de los mejores programas que hemos tenido. Y también lo metimos ahí, sí, sí, el tema del noviembre y tal, y es que nos salen unos temas buenísimos ese mes, por lo raros, y a la vez, atractivos, que resultan”.
Para García Álvarez “en noviembre nos ponemos oscuros. Tocamos temas relativos a la noche, al diablo, a la oscuridad, al hermetismo, al esoterismo. Pero cuando llega la Navidad nos ponemos profundamente navideños. Ahora nos vamos poniendo más invernales a los temas de enero, febrero. Cuando llega la Semana Santa, dos, tres o incluso a veces cuatro semanas son obligados, porque la Semana Santa nos apasiona a los dos”.
Y es que los programas salen solos. “Me acuerdo el año que dedicamos uno de los programas al concierto de Año Nuevo, es que aquí ha habido de todo. Se nos acumulan”, apunta sonriendo Chamorro.
Programas músicales de excepcional técnica sonora
Otro de los grandes exitos de la sección son los programas musicales. Los han hecho de todo. Excepcionales fueron los de homenaje a Vangelis o a Franco Battiato. Pero los dos de Beethoven en su bicentenario fueron algo completamente excepcional, sobre todo por la dificultad técnica para llevarlos a cabo.
De los quinientos programas hay que decir que sólo dos han tenido invitados (es decir, los demás los ha hecho solo César García Álvarez; aunque en breve acudirá otro) y que sólo en otros dos no ha estado Javier Chamorro. Según recuerda el locutor, uno de ellos lo hizo Nacho Arias y otro Jorge Lozano, compañeros de la emisora. Pero desde hace siete años Lozano es una pieza fundamental de cada miércoles, al encargarse de la producción sonora.
“Desde que Jorge Lozano llegó es fundamental, porque él también hace sus aportaciones. Pues porque técnicamente hay algunos programas que son muy complicados. César por ejemplo, dedicó dos programas a Beethoven y el primero de ellos, que metió unas 30 músicas, para mí es lo mejor que ha hecho jamás, jamás en la vida. Y ese programa no habría podido salir adelante si no está ahí Jorge coordinándose para introducir las puezas, cuando hay que meterlas justo en el segundo que quiere César, que es muy minucioso con eso. Él va hablando, él va enganchando las músicas, pero tienes que meterlas justo cuando él dice. Hasta entonces siempre lo hacía yo como autocontrol. Estábamos los dos solos. Pero desde que está Jorge entonces ya se pueden hacer programas de música de excepcional calidad técnica, como el programa que dedicamos al jazz, por ejemplo, que era un montón de músicos, esos programas, el de Ennio Morricone, para mí uno de los mejores que ha hecho jamás César. Y entonces hay programas donde técnicamente, si no es por Jorge, pues no serían posibles hacerlos como han salido”, señala Chamorro.
Lo mismo piensa García Álvarez: “Jorge ha sido una ayuda técnica desde que se ha incorporado, sumamente interesante a la sección. Y además ya formamos prácticamente una especie de trío, porque la parte de coordinar perfectamente y de crear y abrir las aperturas musicales y los cierres de una manera excelente. También en aquellos programas que incorporan música, nos compenetramos yo creo que con mucho virtuosismo gracias a él, con la entrada de cada uno de los temas, las partes, los minutos, los segundos, la duración, el timing, que es fundamental en la radio. Y hemos llegado a hacer programas musicales espectaculares, como el de los dos de Beethoven, que fueron yo creo que magníficos. El de Schubert, que también fue maravilloso. Y ahora los de Bach, que vamos a tener tres, y la verdad es que técnicamente han sido fantásticos. Y una sorpresa también para el final de temporada, que va a requerir mucha coordinación de los tres, pero creo que va a ser un programa maravilloso también”.
Los programas más difíciles
La erudición del profesor de Arte, musicólogo es apabullante. Cualquiera que oiga el programa lo sabe. Pero claro, eso provoca que a veces los temas que se abordan sean complicados de explicar en la radio. ¿Se puede explicar el cine o la pintura sin verlo? Se puede. Aunque a veces parezca imposible.
Para César García Álvarez es “una buena y compleja pregunta” el inquirir por los temas más complicados que han abordado. “Porque todos aquellos que tienen que ver con conceptos abstractos, específicamente visuales, son más complejos. Curiosamente, a veces es más difícil hablar de un pintor o de un artista visual que parezca sencillo, como por ejemplo de Monet, que le dedicamos un programa, que a veces hablar de algunos aspectos que son específicamente abstractos, que están relacionados con determinados conceptos, incluso con teoría, o incluso con abstracciones que resultan más fáciles de transmitir mediante la palabra. Recuerdo alguno, por ejemplo, el del arte de la memoria, que era muy especial para mí porque es uno de los temas que conozco muy bien y quería dar a conocer, pero es uno de los programas, yo creo, que mayor extrañeza causó entre los oyentes. Quizá por la dificultad también de plasmar algo que es al mismo tiempo abstracto, desconocido, sumamente profundo y también, sin embargo, muy visual e intelectual”.
“Yo diría que ahora hemos ido dando con una fórmula entre Javi y yo que nos permite hablar con comodidad prácticamente de cualquier tema. Y, sin embargo, a veces los programas que parecen sencillos a veces son más difíciles de hacer o de condensar y también a veces resultan un poco más complicados aquellos que están rodeados de una gran cantidad de información. Por ejemplo, todavía no hemos abordado a Velázquez. Y en algunas ocasiones cuando hemos hablado de artistas extremadamente conocidos resulta un poco más complicado poder separar la inmensa maraña de datos y de información que hay, separar también las partes que en realidad se componen casi de tópicos y que forman parte de la cultura popular y eso resulta quizá un poquito más exigente. Pero yo creo que desde hace unos cuantos años nos sentimos sumamente cómodos y que hemos encontrado una especie de fórmula que nos permite afrontar prácticamente cualquier tema con comodidad”, confiesa el profesor de la Universidad de León.
Amor por León
“Después hay otra cosa con respecto a César, el amor que tiene a León”. Javier Chamorro lo destaca profusamente. “O sea, él puede ser crítico, pero cómo habla de León.... él redactó el informe, una especie de borrador, para que León fuera declarada Patrimonio de la Humanidad. Es un tío que ama a León muchísimo. Yo recuerdo un programa que le dedicó a los monasterios que había aquí en la ciudad de León, y cómo habla también con cariño de la ciudad; por ejemplo el programa de las fuentes y las constelaciones es algo excepcional”. “Es un leonés en toda regla, ya podía haber más así. Un leonés en toda regla”, repite admirado.
Para García Álvarez “León es una presencia recurrente en el programa. Prácticamente cada dos, tres, cuatro semanas como mucho procuramos meter algún programa leones porque además, Javi siempre dice, bueno, pero es que ya esto está agotado. De San Marcos, por ejemplo, acabamos de dedicar un programa a la sacrisía de San Marcos, que encierra una profundidad extraordinaria, pero todavía nos van a quedar muchos programas, por ejemplo, relativos a San Marcos. De la Catedral todavía quedaran como 30 o 40 programas que dedicarle, no exagero, pero relativos a muchos aspectos particulares de San Isidoro, lo mismo. De Botines, de lo que ha surgido evidentemente también y también de lo que surgirá. Llegarán una gran cantidad de programas nuevos y hay muchas, muchas ideas relativas a León, a su provincia también, que la hemos tratado un poco menos, pero también en diferentes ocasiones, al arte leonés, a su cultura y ese otro aspecto que también es irrenunciable dentro del planteamiento. Nosotros tratamos prácticamente cualquier tema, siempre que tenga interés y que lo podamos hacer con toda la profundidad y al mismo tiempo amenidad posible”.
¿Pero se escucha el programa?
Pues sí, se escucha: lo demuestra que cada vez que va a dar una conferencia César García Álvarez se llenan los auditorios y se queda la gente de pie. Además, ambos lo han podido comprobar de muchas maneras.
“Sí que se nota que lo escuchan. Cuando sale el tema, o estoy con un grupo de amigos más cercanos o tal, pero bueno, siempre que os enteran de que yo soy fulano y tal, de quien me hablan siempre es de César. Tú has podido entrevistar aquí al rey de España, al Papa o a... da lo mismo que aquí, del que te habla todo el mundo es César. Siempre que me dicen '¿Eres chamorro el de la radio?' continúan con un 'pues yo te escucho sobre todo esto de... lo del chico este que habla los miércoles'. Es así. La gente lo conoce bien”, confirma el conductor de Más de Uno León.
“De hecho, creo que ha tenido picos de oyentes muy elevados –comenta el profesor–. Te lo dice la gente por la calle. Hasta a mí me han reconocido por la voz en circunstancias bastante peculiares. En la carnicería, en un autobús, en muchos sitios. Y curiosamente me han reconocido por la voz. Y yo que soy además más bien tímido, aunque pueda parecer que no por naturaleza, pues le agradezco a la gente todos esos, por así decir, reconocimientos, aunque me azoran también un poquito”.
Una complicidad imprescindible
Pero la sección no habría llegado hasta donde hoy si no fuera por la complicidad entre los dos. Chamorro lo tiene claro: “No podríamos haber llegado al programa 500 si entre los dos no hubiera una complicidad increíble. Porque además, no olvides una cosa, son 500 programas. Pero si sumamos todos los que he hecho con él, haciendo programas para Castilla y León, le he llevado varias veces programas especiales que he hecho, entrevistas aparte de los programas. Yo le he hecho entrevistas, imagínate que va a una conferencia sobre una cosa rara, que va a hablar el martes en no sé dónde. Pues cojo y le hago una entrevista sobre eso, ¿sabes? O sea, que son 500 programas de la sección de los miércoles. Pero con él he estado mucho, con él he estado, o sea, le he hecho más que esas 500. Y sobre todo es que según nos miramos, ya nos entendemos. Entonces, es algo muy especial, es muy fuerte lo que sucede con este tema porque es muy heavy”.
Lo mismo opina César García Álvarez: “Sí, sí, yo creo que eso es la clave de la sección, la compenetración entre Javi y yo, que es muy fluida, armónica y que realmente sé que sea una experiencia sumamente grata poder colaborar en la radio. Es una experiencia absolutamente maravillosa, la verdad. Solo tengo buenas palabras para la radio y para Onda Cero y para Javi en particular”.
“Yo hay programas que termino y digo, qué suerte que he podido mantener esta conversación con él. Qué suerte he tenido. Y hay veces que me ha hecho llorar. A mí el programa de Beethoven me hizo llorar. Ese día se me caían las lágrimas. El primero y el segundo con la novena y contando las cosas. Ese día me hizo llorar. Ya es difícil que yo en la radio ahora tenga emociones de ese tipo. No es como cuando era más chaval, tampoco me da la risa y tal, pero ese día me hizo llorar. Es que me pingué el moco”.
“Para mí es un privilegio tenerle como colaborador. Es... ya no es un colaborador, es mi amigo, porque ya tengo una relación personal con él. Es una persona a la que admiro muchísimo por su sencillez y sobre todo por el cariño que le pone a las cosas, por lo ordenado que es... O sea, él puede decir que es muy cabeza cuadrada, pero yo también lo soy, no tanto como él. Pero me siento muy a gusto con las personas que son así también ordenadas y, en fin, es alguien que, como él siempre dice, ojalá haya 500 más por delante. Escuchar a César siempre me da la posibilidad de pensar, y me imagino que también al oyente”, termina el conductor de Más de Uno León.
“Tenemos 500 programas y creo que tenemos ideas para otros dos mil de momento, como mínimo, no exagero. Prácticamente, sí, sí, evidentemente la sección casi debería ser hasta diaria para poder llegar a cumplir eso, porque si llegamos al programa mil más o menos, estaremos, al menos Javi yo creo que estará al borde de la jubilación y yo creo que casi también, porque han sido 13 años. Yo empecé con ese programa con 39 años, ahora tengo 52, con lo cual ha sido una década larga de mi vida y en realidad roza tres décadas de diferentes existencias, la treintena, la cuarentena, la cincuentena, y hemos ido creciendo y madurando con todo el programa. Pero cada programa, mientras estamos hablando, Javi anota yo creo que tres, cuatro o cinco sugerencias de programas que todavía no hemos hecho”, rememora García Álvarez.
— ¿Otros quinientos, no? ¿Hasta los mil?
“Ojalá, ojalá. Otros 500 y nos meteremos yo en 65 años casi. Bueno, siempre se puede seguir. Sí, sí, por supuesto. Pero bueno, va a ser complicado. Javi tendrá 68 o por ahí. Entonces estaremos ahí. No sé, veremos, veremos. Nunca se puede prever en la vida lo que puede pasar, pero mi intención es seguir hasta que el cuerpo y la radio aguanten”, afirma el profesor de Historia del Arte de la Universidad de León.
Medio millar de emisiones de radio. Una sección que ya se ha hecho mítica para la radiofonía leonesa (y más cuando nació en un día muy especial: el del Día de Star Wars, estrenada un 4 de mayo que se celebra actualmente con el consabido “May the Forth be with you”). Poco habitual, pero de esas que uno no debe perderse sobre la una de la tarde de los miércoles en el 98.30 del dial de FM. Aquí se puede escuchar el programa 500 en Onda Cero León.
Con un claro deseo de sus conductores, que seguro que aplaudirán sus fervientes seguidores: “Y 500 más”.
Que la fuerza los acompañe.
Una sección de estas características, con más de medio millar de emisiones y temas tan complejos de abordar y de todo tipo y, sobre todo, cada semana casi sin falta, requiere de una forma determinada de hacer las cosas. Facilita que César García Álvarez es un erudito que tiene todo en la cabeza y no necesita de notas para hablar de los temas; pero también hay que prepararlos, aunque sea un poco. Además, la cabecera musical es muy importante y a veces requiere de un esfuerzo tan importante o mayor que el propio tema a tratar en sí.
En palabras del profesor: “Javi me propone un tema para el programa. Inmediatamente lo primero que pienso es la música, porque eso es algo de lo que me siento particularmente, yo creo que hasta orgulloso. Es una especie casi de reto semanal para mí, buscar la música más exactamente adecuada posible para el tema del que vamos a hablar. Y por exacto, entiendo que exista una profunda unión de sentido entre el tema y la música, eso para empezar. Segundo, que al mismo tiempo esa música sea enriquecedora, que el fragmento resulte radiofónicamente convincente, es decir, que en apenas medio minuto, que suelen durar las introducciones musicales –o como mucho uno o uno y algo en alguna ocasión especial–, sea capaz de captar la atención del oyente. Que sea un fragmento musical relevante, que al mismo tiempo sea enriquecedor y que tenga sobre todo una conexión conceptual, semántica, lo más estrecha posible con ese tema. Y a partir de ahí lo que hago cuando tengo tiempo es ponerme al día con alguna bibliografía, con lo más relevante que sea publicado del tema en cuestión a lo largo de esa semana, o refrescar. A veces incluso tengo que tirar solamente del archivo mental, refrescar todo aquello que sé sobre el tema en cuestión”.
“Mi cabeza está continuamente relacionando cosas y fluyendo de un tema a otro. Lo saben mis alumnos en la universidad, los que me han oído en conferencias, en la propia radio. Afortunadamente me voy por las ramas duros, siempre vuelvo al tronco o a la raíz. Y mi cabeza fluye de conexiones significativas, muchas de las cuales se hacen durante el propio programa. Yo arranco y muchos programas, no sé realmente lo que voy a decir. No tengo ni idea de lo que Javi me va a preguntar. No hay guión. Mucha gente me ha dicho que es imposible, pero no hay guión. Javi lleva sus ideas, sus anotaciones, sus preguntas, pero todo fluye y el 99% de los programas les acaba siendo algo muy diferente a aquello que probablemente esté previo en la cabeza del propio Javi. No tenemos guiones, una especie de diálogo improvisado”.
— ¿Una aventura?
“Sí, sí, es una aventura dialogada en el conocimiento. Y muchas veces no sé por dónde va a ir, ni cómo voy a concluir. Y también en muchos programas es cierto que he realizado, por así decirlo, descubrimientos mentales mientras hablo. Es en serio. Se me han ocurrido conexiones, ideas que luego han sido fructíferas mientras hablo. Eso me pasa mucho en las conferencias y en las clases y casi en todas partes. Es decir, que divulgar así también es bueno para el académico”.
Chamorro también se prepara los programas. “Soy muy curioso, pero es que además César sorprende siempre. Y a veces me equivoco, o hago alguna pregunta poco acertada; pero si ocurre, pues nada, César lo corrije y para adelante. Se aprende muchísimo con él”. Pero una de las cuestiones básicas es que una vez determinado el tema, buscadas las preguntas se efectúa una charla entre los dos que hace muy rítmica cada emisión. Su complicidad es fundamental, lo que al final le da la magia necesaria para que siga adelante una sección así.
¿Qué es la radio para César García Álvarez?
En este reportaje se ha intentado reproducir la conversación típica que llevarían Javier Chamorro y César García Álvarez en cada una de las emisiones (que han sido muchísimas más, ya que es un colaborador imprescindible para Onda Cero y cuando se le necesita, o publica un libro, o va a dar una conferencia se le llama para que entre en antena) de la sección 'Arte y mucho más'.
Se le ha solicitado que diera una definición de lo que es la Radio. Como cuando define un tema difícil en una de sus participaciones, para que vea el lector su capacidad de concisión a la hora de explicar cosas complejas. En cursiva su explicación:
Yo creo que la radio es una especie de transmisión telepática más que... o sea, de transmisión telepática sonora, sobre todo entre dos interioridades. Es una voz que suena, que reproduce la forma de conversación, que al mismo tiempo es activa, pero sin embargo también es procesalmente pasiva, por así decirlo, que establece un vínculo entre el emisor y el receptor que prácticamente ningún otro medio es capaz de producir. Y mi programa es una ocasión de poder compartir con una especie de, parafraseando a Humberto Eco, de oyente modelo, como Eco definió el lector modelo. El oyente modelo es aquel al que me dirijo, que es en realidad alguien anónimo, sin cuerpo, sin precisión anatómica exacta, ni tampoco identidad, pero que sin embargo es aquel que es capaz de, sobre todo, apasionarse del mismo modo que nos apasionamos nosotros por los temas de los que hablamos, porque antes que nada lo que intentamos transmitir es pasión por todos y cada uno de los diferentes y complejos temas que abordamos en la sección.
¿Y qué es la divulgación?
Sobre cómo define su propia sección en la radio destaca que es el intento de explicar a la gente todo lo que ha ido conociendo en sus estudios y en su vida. Ofrecer cultura y conocimiento. En esencia divulgar. De nuevo, su definición, tal cual, en cursiva:
Bueno, para mí es que todo lo que hacemos en realidad es divulgación, de un modo más académico, técnico, preciso, en la propia universidad, o de un modo quizá un poco más abierto para públicos que no están necesariamente especializados. Yo siempre tengo en cuenta exactamente el público ante el que intervengo en cualquiera de mis conferencias, clases o intervenciones radiofónicas. Yo creo que la divulgación, que es la transmisión, al mismo tiempo amena y rigurosa y en absoluto vulgar del conocimiento, detesto la vulgarización. Sin embargo, la divulgación me parece probablemente la parte más complicada, más difícil y también una de las más gratificantes que existen para el profesor universitario o para cualquier docente. Yo además que soy un académico poco academicista, muy poco cerrado, sino muy abierto por lo general, las conexiones que surgen son el sarmiento que luego permite establecer las nuevas ideas o las hipótesis. Me parece verdaderamente una labor tanto obligada como extraordinariamente, en mi caso al menos, grata del conocimiento y 'Arte y mucho más' es una ocasión perfecta para efectuar esa labor.
El conocimiento si no se difunde, se pudre.