TIC en zonas rurales

Dicyt

A pesar de ser una de las materias más importantes para la sociedad actual, muchos centros educativos de pequeño tamaño ubicados en las zonas rurales carecen de medios suficientes para realizar docencia en nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, las denominadas TIC. Para solucionar esta problemática, el arquitecto palentino de la Universidad de Valladolid Miguel Ángel Padilla Marcos ha diseñado y patentado un aula taller itinerante equipado con las tecnologías más avanzadas.

Tal y como detalla, la idea surge tras realizar el periodo de prácticas incluido en el Master de Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. En ese momento, el joven arquitecto se dio cuenta de las diferencias existentes entre las aulas de las zonas urbanas y de las rurales, y de la necesidad de aportar tecnología a los centros con menos recursos. “Como trabajo fin de Master decidí aplicar mis conocimientos como arquitecto en el ámbito educativo, y surgió la idea de montar una especie de taller polivalente para la docencia relativa a las TIC”, recuerda.

Además de integrar en la infraestructura todos los hardware TIC apropiados para la docencia, el módulo en sí es también un elemento didáctico “ya que se puede programar, configurar y manipular tanto el espacio construido como las instalaciones energéticas para poder aprender jugando con el propio concepto de aula”, precisa.

Autosuficiente

Por otro lado, el módulo diseñado es “autosuficiente” energéticamente. Según apunta Miguel Ángel Padilla, “el diseño arquitectónico está acondicionado para obtener la mayor capacidad de captación de energías pasivas como la solar radiante o la eólica”. De este modo, no requiere “ningún tipo de conexión ni a la luz ni al agua”, por ejemplo, lo que reduce los costes. Otro valor añadido del aula es la capacidad de “autogestión”, de forma que “a través de sistemas domóticos e inmóticos se puede hacer uso de la instalación y gestionar su conservación y mantenimiento a distancia”. Así, “el usuario puede hacer de manera remota la gestión de la luz para reducir el consumo, o si se produce algún tipo de problema el aula puede emitir un aviso a un terminal móvil y acceder desde ahí a los datos internos del propio módulo”.

Desde la concepción del proyecto hasta la firma de la solicitud de patente Padilla ha invertido cuatro meses, un corto espacio de tiempo para un trabajo científico complejo. “Aunque el aula taller está dirigido hacia la impartición de la asignatura de tecnología, creemos que puede servir a la docencia de las TIC en todos los ámbitos educativos, desde infantil a la educación de adultos”, asegura el experto, quien añade que además puede contribuir a ámbitos como la formación ocupacional dirigida al empleo.

El aula taller, que resultó galardonado con una de las becas Prometeo de la Fundación General de la Universidad de Valladolid, está concebido para su adquisición por parte de la administración. De esta manera, permitiría a los docentes de zonas rurales disfrutar de sus recursos durante un periodo limitado del año, lo que permitiría distribuir el gasto de la infraestructura, cuyo coste aproximado es de unos 60.000 euros, entre varios centros.