Dispositivo para auxiliar a motoristas accidentados

Moto DGT

Dicyt

Consciente de esta problemática social, la comunidad científica trata de aplicar las nuevas tecnologías a la reducción de la siniestralidad en carretera, especialmente en el castigado colectivo de motoristas. Éste es el caso de Francisco Javier Lobato Raposo, un ingeniero de Obras Públicas que ha patentado un novedoso sistema de auxilio en carretera. “Se trata de un dispositivo de auxilio en desplazamientos por carretera que salva vidas, por lo que ofrecemos seguridad y tranquilidad para el conductor y su acompañante”, explica su promotor, Javier Lobato, quien asegura que el fin último es reducir en torno a un 33 por ciento los índices de mortalidad de los motoristas en las carreteras españolas.

A través de una serie de sensores instalados en un equipo que va implementado a la motocicleta, el sistema es capaz de discriminar el tipo de suceso ocurrido y su gravedad. “El dispositivo electrónico consta de diferentes elementos ensamblados que, instalados en la moto, son capaces de detectar una conducción inadecuada y envíar al motociclista un aviso acústico o visual a través de un LED instalado en el salpicadero, con objeto de corregirla”, detalla el experto.

Protocolo de asistencia

Cuando, lamentablemente, el accidente no ha podido prevenirse o evitarse, el dispositivo electrónico pone en marcha el protocolo. “Ocurre el accidente, tanto el motorista como el acompañante caen al suelo y se efectúa una llamada telefónica y un mensaje al filtro. El filtro recoge todos los datos y trata de contactar a través del intercomunicador del casco con el motociclista. Si no responde en un tiempo prudencial, se pone en marcha todo el protocolo de asistencia”.

En este caso, el sistema efectúa automáticamente una llamada de emergencia y envía un mensaje de texto con los datos más relevantes del usuario y su acompañante, así como información sobre sus antecedentes médicos (enfermedades, patologías crónicas, alergias, etc), al servicio de emergencias más próximo, el 112 en el caso de España. Además, el aparato consta de un servicio de geolocalización, de forma que se conoce de manera exacta la posición del vehículo accidentado.

Por otro lado, el dispositivo es capaz de determinar el índice de gravedad del accidente en tres grados, rojo, ámbar y verde, gracias a la medición e interpretación de diferentes parámetros. Con todo ello, el sistema garantiza “una reducción del tiempo de respuesta de los servicios médicos”, lo que puede ser crucial en algunos casos, así como una gestión “eficiente” de los recursos sanitarios de los que se dispone. “El dispositivo electrónico conlleva un aumento en la calidad de la asistencia médica y una disminución en el tiempo de respuesta”, incide el investigador, quien añade que se puede instalar fácilmente en cualquier tipo de motocicleta, independientemente de la marca o modelo.

Asimismo, aunque está principalmente pensado para motocicletas y quads, el equipo puede instalarse en cualquier otro tipo de vehículo, “ya sea de de segunda mano o salido de fábrica”, lo que supone, a su juicio, otro valor añadido. Incluso, en su versión reducida, tiene aplicación en bicicletas.

Otras prestaciones

Por otra parte, el aparato puede avisar mediante mensaje de texto al móvil del propietario de otras incidencias, como actos de vandalismo, el impacto de otro vehículo en maniobra de aparcamiento, en caso de robo o si las Fuerzas del Orden deciden retirar el vehículo por cualquier motivo. Esta información acerca del estado del vehículo se envía al titular “en el mismo instante” en el que tiene lugar la incidencia, apunta.

El ingeniero ha contado con el seguimiento del Parque Científico Universidad de Valladolid, en el marco del Proyecto T-CUE (Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa) de la Junta de Castilla y León, a nivel de viabilidad y éxito en la implantación del producto. En este sentido, ha desarrollado un plan de empresa que prevé tres líneas de negocio principales, “el desarrollo, producción y comercialización del dispositivo electrónicodirigido a garantizar la seguridad de las personas y de los bienes asociados a medios de transporte”, concluye.

DC Technology, como se denomina la empresa de la que es socio fundador, trabaja además con otros productos, como un sistema patentado de absorción de impactos aplicado a elementos del mobiliario urbano y guardarraíles.

Mercado potencial y posibles sectores de aplicación

Otra posible línea de negocio se centraría en la instalación de los dispositivos, su certificación y homologación. “El dispositivo se instala en la moto, se da la garantía de que funciona correctamente durante un tiempo determinado y, periódicamente, pasa por unas inspecciones técnicas para comprobar que, efectivamente, esté todo en orden”, precisa Javier Lobato. Respecto al mercado potencial, considera que es “bastante amplio”, ya que está formado por los usuarios de las motocicletas, dentro del sector del ocio, o por los profesionales que utilizan la moto en su trabajo, empresas u otras entidades como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

“El parque de motocicletas está aumentando cada vez más en España, estamos cerca de los tres millones, por lo que tenemos un mercado muy abierto. Por otro lado, los usuarios de ciclomotores, jóvenes entre 15 y 20 años, suponen el 64 por ciento de las víctimas y heridos graves en zonas urbanas”, advierte el experto, quien añade que el producto también podría aplicarse a sectores como el de la construcción, el industrial, el agrario o el naútico, dirigido en este caso a embarcaciones de pequeña eslora.

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