Los regantes del Pisuerga exigen agua también del Carrión y el Esla como “medida excepcional” por la sequía
Los regantes del Sistema Pisuerga, en la provincia de Valladolid, reclaman a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) “medidas excepcionales ante una situación excepcional” puesto que, de los seis últimos años, tres han sido de sequía.
La Junta de Explotación celebrada el pasado lunes en la sede de la Confederación sirvió para constatar que el sistema Pisuerga ha vivido el cuarto peor arranque de año hidrológico de los últimos 25 años. El conjunto de los embalses de Aguilar, La Requejada y Cervera-Ruesga desembalsan 10 metros cúbicos por segundo, mientras a día de hoy solo entran 2,5 metros cúbicos por segundo.
Ante esta situación, el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, Luis Alberto Nebreda, reclama “una decisión política” para hacer frente a la sequía mediante trasvases entre sistemas de explotación de la cuenca del Duero, con agua procedente de otras partes menos castigadas por la falta de lluvia.
Para Nebreda resulta “de justicia” mantener el principio de unidad de cuenca, que permita llevar agua a quienes están en una situación peor, procedente de áreas excedentarias. “El agua es un bien público, es de todos, y por lo tanto sería de justicia una aportación de 20 o 30 hectómetros cúbicos. Pero hasta ahora han hecho oídos sordos”, lamenta.
Si se analiza el mapa de la cuenca, se comprueba que el bajo Duero recibe agua de varios orígenes, como el alto Duero, el Arlanza, el Carrión o el Esla. “Por lo tanto, existe suficiente conexión para poder aportar agua a todo el sistema Pisuerga-Bajo Duero”, describe, mencionando así dos cauces que proceden de la provincia leonesa, ya que el Carrión se alimenta de un trasvase desde el cea leonés.
Tratar mejor a quien ahorra agua
La Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga también reclama a la CHD una garantía de aportación de recursos en función del consumo de cada agricultor, “puesto que nos parece de justicia que quien ha sacrificado un cultivo determinado, con un criterio de ahorro, no reciba después el mensaje de que no hay agua para él”.
También se exigen garantías de que no habrá desembalses masivos desde los pantanos del sistema Pisuerga para atender carencias “fruto de extracciones masivas e inadecuadas” realizadas aguas abajo. Ese proceder por parte de la Confederación, que “ha sido habitual otros años”, afirmaron, “deja a las comunidades de regantes de cabecera a los pies de los caballos”, puesto que dispone exclusivamente del agua del pantano.
El sistema Pisuerga-Bajo Duero abarca 55.000 hectáreas de regadío, de las que 25.000 se sitúan en la cabecera. Son 3.000 profesionales de la agricultura que mantienen la actividad en sus pueblos y que sacan adelante producciones de elevado valor añadido, como la patata, la remolacha o la alfalfa.
“Son cultivos delicados, con una importante demanda de agua y con carácter estratégico, ya que afectan al IPC. Por ejemplo, si se reduce la producción de cultivos forrajeros cae el número de cabezas de ganado, lo que repercute en los precios que pagan todos los españoles por el queso o la carne”, recuerda Nebreda.
3.500 metros cúbicos por hectárea
Con la situación excepcional por sequía extraordinaria, la Junta de Gobierno de la CHD aprobó el 11 de abril restricciones “para el uso racional de agua”, limitando a una dotación máxima de 3.500 metros cúbicos por hectárea en el sistema Pisuerga-Bajo Duero.
La medida afecta por primera vez tanto a los regadíos que se abastecen a través de los canales del Estado como al resto de tomas de riego.
Tanto los acuerdos de las Juntas de Explotación como las medidas aprobadas por la CHD para los sistemas de la cuenca durante la actual campaña de riego pueden ser revisadas en las próximas semanas en función de la evolución atmosférica.