Vente 'pa' Alemania, Ordoño

El leonés Álvaro Nistal, delante del Reichstag, en Berlín.

Isabel Rodríguez

400 currículums enviados sin éxito. Así se resumen los 10 meses que Jaime Escobar, leonés ingeniero de Caminos, ha pasado desde que finalizó la carrera en Santander.

Sin trabajo ni expectativas de conseguirlo en un futuro próximo, la semana pasada recibió el empujón que le hacía falta. Se lo dio Angela Merkel, la presidenta alemana, cuando aseguró que recurriría a trabajadores de alta cualificación de España para solventar la carencia de profesionales en su país.

“Para ellos la jugada es redonda, necesitan gente cualificada y aquí sobramos, allí se utilizará nuestro talento para que crezca Alemania y además van a tenernos pagando impuestos sin haberse gastado un duro en nuestra formación”, asegura Jaime.

Pero como la marejada de la crisis económica no tiene pinta de amainar –enero terminó con cerca de 40.000 parados en la provincia-, recibe el salvavidas alemán agradecido. Más cuando su sector “se encuentra en coma profundo desde que se anunciaron los recortes en infraestructuras”, declara.

Cuando vine no sabía alemán y no tuve problema para encontrar trabajo

Jaime preferiría no irse, pero no encuentra alternativa. “El reconocimiento del profesional cualificado en España es muy inferior al que tenemos fuera, tanto a nivel salarial como de prestigio, la precariedad es un cáncer del que no nos vamos a librar fácilmente y los procesos de selección aquí sirven de poco si no cuentas con el enchufe adecuado”, denuncia.

Su intención es empezar a estudiar alemán para luego partir en busca de su oportunidad ya que el idioma es uno de los principales frenos para los jóvenes que piensan en emigrar.

Sin embargo, Álvaro Nistal, que trabaja como informático en Alemania desde 2006, le resta importancia. “Yo cuando vine no sabía nada y no me supuso ningún problema para encontrar un empleo”. Tras estudiar Ingeniería Informática en León y cursar el último año en Suecia de Erasmus, se trasladó, con su novia alemana, a Berlín.

A las tres semanas empezó como becario en una empresa en la que se encargó de montar su intranet, a los seis meses firmó un contrato indefinido y en tres años se convirtió en manager de sección con un equipo de siete desarrolladores en India a su cargo. “En España nunca hice prácticas en empresa, aquí son obligatorias en la universidad y son vistas como una oportunidad de formar al futuro trabajador, cuenta Álvaro.

Me parece muy peligroso dejar partir a profesionales cualificados

Hace un mes se trasladó al sur del país para trabajar en una empresa alemana situada en Suiza, Holiday Check. “Aquí están buscando informáticos como locos, este año prácticamente quieren doblar la plantilla”, comenta para acreditar la carencia de profesionales. “En Alemania hacen falta ingenieros y me parece que Merkel ha estado muy lista, pero, aunque para los jóvenes es una oportunidad, me parece muy peligroso dejar partir a trabajadores cualificados”.

Peligroso por si no vuelven y arriesgado por lo que cuestan. El Instituto de Ingeniería de España calcula que cada ingeniero supone al Estado un total de 50.000 euros, una inversión en la formación de un talento de futuro que, de elegir la vía alemana, podría escoger devolverlo en otra parte.

En el curso 2009-2010, en la Universidad de León se titularon 486 ingenieros entre las tres especialidades que se ofertan en la institución. Más de 24 millones de euros, si seguimos la estimación del Instituto de Ingeniería, desembolsados para formar a estos profesionales, que podrían escaparse.

Los ingenieros industriales ya se han adelantado y han entregado una carta al embajador alemán para agradecer la propuesta y transmitir los problemas del sector. Hoy se verá si los presidentes de ambos países llegan a algún acuerdo, en una cumbre marcada por las reformas impuestas por Merkel para poner en marcha en nuestro país.

Etiquetas
stats