UGT denuncia que el precio de la luz provoca pobreza energética a 150.000 personas en Castilla y León
La Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT Castilla y León advirtió hoy de que 150.000 habitantes de la Comunidad “no se pueden permitir un confort básico en el hogar” ante la escalada de los precios de la energía, fundamentalmente el de la luz, en una situación agravada por los efectos de la pandemia de la covid-19.
Así lo establece un informe elaborado por el sindicato que coincide con la Semana Europea de Lucha contra la Pobreza Energética, del 17 al 23 de febrero, y que está impulsada por la Asociación de Ciencias Ambientales para reivindicar la visibilidad del problema y buscar nuevas soluciones por parte de administraciones, agentes sociales y económicos y el conjunto de la ciudadanía, tal y como recogió la Agencia ICAL.
En este sentido, la central sindical lamentó que existen familias “incapaces de satisfacer” servicios para sus necesidades básicas, como calefacción, refrigeración, iluminación y energía adecuada para los electrodomésticos, que son “esenciales para garantizar viviendas energéticamente eficientes y un nivel de vida y salud dignos”.
“Aumento de la vulnerabilidad”
UGT explicó que los factores son variados pero “provocan un aumento de la vulnerabilidad”. Entre ellos destacó la “inestabilidad laboral” con bajos salarios, el mayor coste de la vida, la eficiencia energética de la vivienda o la falta de conexión formal a redes energéticas fiables.
En este sentido, cabe destacar que la factura de la luz del mes de diciembre de 2021 ha sido la más cara de la historia, casi el doble que en el mismo mes de 2018; y también más alta ha sido la de enero de 2022, a pesar de los cambios y de la adopción de medidas transitorias adoptadas por el Gobierno, como la reducción del IVA al 10 por ciento y la limitación del impuesto de la electricidad al 0,5%, “con las que se ha evitado un escenario aún peor”.
Por ello, el sindicato señaló que “no se puede mirar hacia otro lado por más tiempo”, en alusión a los datos que indican que el 16,8 por ciento de los hogares españoles realiza un “gasto excesivo” para poder pagar la energía y que uno de cada diez habitantes vive en hogares con una temperatura inadecuada.
UGT abundó en estos datos, ya que según recogen diversos estudios, la pobreza energética afecta sobre todo a mujeres, a hogares con menores de 16 años, a familias monoparentales, a parados y a familias con más de cinco miembros. Esto pone de relieve que “el riesgo de sufrir pobreza energética es mayor entre las mujeres que entre los hombres, aumentando significativamente con la edad y en los hogares sustentados solo por una mujer”, según contempla el informe de UGT Castilla y León.
Relación con la crisis climática
El sindicato interrelaciona estos factores con la crisis climática, porque “no se puede contribuir en la lucha contra el calentamiento global sin incluir el problema de la pobreza energética”. En este sentido, aludió a la interrelación existente entre dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, el ODS7, cuya meta es garantizar el acceso universal a una energía asequible, segura, sostenible y moderna; y el ODS13, que se refiere a la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos garantizando el acceso a la energía haciéndolo un servicio asequible para toda la ciudadanía.
Al respecto, la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT Castilla y León, María Fe Queipo Muñiz, sostuvo que “hay que acelerar la acción climática al mismo tiempo que se hace una apuesta decidida por una transición energética más rápida y cuyos costes no recaigan sobre las personas más vulnerables”. “La ecuación es sencilla: la eficiencia energética junto a la energía renovable y la transición justa hacen posible la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética”, indicó.
Además, apeló a la necesidad de adoptar una serie de medidas que pasan por la elaboración de planes para conseguir un acceso “equitativo e inclusivo a la energía”, en el contexto de la transición energética; acelerar una transición justa hacia un sistema energético totalmente descarbonizado; y programas de “rehabilitación profunda” de viviendas sociales, públicas y de bajos ingresos para reducir la demanda de energía y disminuir la factura energética al mismo tiempo que generan nuevos empleos de calidad.
También apostó por invertir en servicios municipales para hacer frente a la pobreza energética y ayudar a las familias y grupos de difícil acceso. Se trata de algunas de las propuestas que la organización sindical recoge en el informe elaborado con motivo de la Semana Europea de Lucha contra la Pobreza Energética.
