La Junta de Castilla y León se encuentra a la espera de una “propuesta concreta” del Gobierno para definir sus tasas universitarias. “Siempre hemos sido partidarios de bajarlas a la media de las comunidades autónomas”, dijo este lunes la consejera de Educación, Rocío Lucas, quien reconoció que la decisión dependerá del “límite máximo” que fije la administración central.
“El que el Ministerio quite las horquillas no significa automáticamente que haya una bajada”, insistió la consejera para apostar por “un buen modelo de becas” como “mejor modelo de equidad y justicia”, por lo que pide a la administración que establezca modificaciones que tengan en cuenta el impacto económico en las familias de la crisis sanitaria del coronavirus.
El ministro de Universidades, Manuel Castells, ya anunció hace unos días la eliminación del requisito académico que impuso su antecesor en gobiernos del PP José Ignacio Wert para optar a una beca universitaria de forma que, cuando se apruebe la reforma, cuyos detalles se ultiman con el Ministerio de Educación, el 6,5 que se exige actualmente para optar a una beca pasará a ser un 5.
“El mérito académico está muy bien, pero es para otras cosas como el expediente y otros asuntos”, afirmó el ministro, al avalar la intención de elevar el umbral 1 de renta, que da acceso a las becas generales (los umbrales 2 y 3 dan acceso a becas de excelencia y a 200 euros de cuantía fija). Los estudiantes llevan años lamentando que este umbral 1 es muy bajo (3.771 euros anuales para familias de un miembro, o 13.909 euros anuales para una familia con dos hijos) y que deja fuera a muchos de ellos.