Homenaje y recuerdo para las seis vidas que se quedaron sin aliento en el Pozo Emilio del Valle
Tres años después de la tragedia del Pozo Emilio, que segó la vida a seis mineros de La Vasco, sus amigos y familiares volverán a concentrarse para recordarlos. Será un sentido homenaje a Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, Roberto Álvarez y José Luis Arias, que tenían entre 35 y 45 años cuando un escape de grisú a 694 metros de profundidad, según la versión oficial, acabó con su vida.
El homenaje está programado para este viernes, 28 de octubre, a las 14 horas, en la plaza del Grupo Tabliza, y en el que se recordará a todos los fallecidos en la mina. El trágico accidente tuvo lugar el 28 de octubre de 2013 en el macizo 7 del pozo Emilio del Valle.
Los fallecidos formaban parte de los 116 mineros del turno de mañana que habían comenzado su trabajo a las 7:45 horas y que tenían previsto parar a las 15:15. A excepción de uno que es asturiano, natural del concejo de Pola de Lena, y que se había trasladado a León para poder seguir trabajando en la minería, todos los fallecidos eran de localidades leonesas -Las Ventas de Albares, Ciñera de Gordón, Robles de la Valcueva, Fontanos y Paradilla-.
En los juzgados de León se mantiene abierta una investigación sobre el accidente y sus causas, en el que se busca aclarar si existían deficiencias de seguridad conocidas por la dirección de la empresa, que sostiene que el trágico accidente fue algo imprevisible.
El recuerdo de seis vidas que se quedaron sin aliento
El accidente conmocionó a la localidad de Las Ventas de Albares, que se divide entre los municipios de Torre del Bierzo y Bembibre. De allí era Carlos Pérez, que estaba casado y tenía dos hijos de 16 y 13 años. Aunque vivía en León, prácticamente todos los fines de semana se acercaba al pueblo con su familia para visitar a sus padres.
Manuel Moure era natural de Ciñera de Gordón, donde era muy conocido. De familia minera, tenía 39 años y acababa de ser padre de una niña hacía escasas semanas. Su padre recordó la tragedia en el programa El Intermedio hace unas semanas.
De Robles de la Valcueva (Matallana del Torío) era Antonio Blanco, de 42 años. Casado y con una niña vivía en León pero casi a diario subía a su pueblo. Le quedaba muy poco para prejubilarse y poder disfrutar a tiempo completo de su mujer y su hija. De joven, empezó a trabajar ayudando a su padre que era pintos, pero pronto dejó la brocha y empezó a trabajar en la mina, como su hermano, que también trabajó en la Hullera Vasco Leonesa.
La consternación también llegó a la localidad de Fontanos, del municipio de Garrafes del Torío. De allí era Roberto Álvarez que, con sólo 35 años, era el más joven de los fallecidos. Roberto dejó dos hijos pequeños, una niña de dos años y un bebé de meses en el momento del fatal accidente.
La muerte de Orlando González también tiñó de luto La Pola de Gordón, donde vivía con su madre aunque él y su familia son del pequeño pueblo de Paradilla. Tiene un hermano que vive en Geras, estaba soltero y llevaba entre doce y trece años trabajando en la minería.
El único de los fallecidos del accidente del Pozo Emilio del Valle que no era de la provincia de León fue José Luis Arias, un asturiano casado y con dos hijos que era natural del concejo de Pola de Lena y que se había trasladado para poder seguir trabajando en la minería.
