Ponga: “León cuenta con edificios de un nivel muy alto y equilibrado”

Patio de la Casa-Palacio de los Cilleros que pertenecía a la Duquesa de Uzeda.

Pablo M. Bello

Recopiló hace dos años algunas de las construcciones más singulares que han desaparecido en la ciudad, en un recorrido que le llevó desde principios de siglo XIX hasta el año 2000. En la conferencia abordó algunos de los secretos mejor guardados de la historia urbanística de la capital que, tras “dos años y medio de esfuerzo”, logró plasmar en las 226 páginas de este libro.

¿Cómo surge la idea de este libro que recorre el urbanismo de la ciudad durante los últimos 200 años?

Viene influenciado por el trabajo que tengo en la Concejalía de Patrimonio. Cuando se plantea hacer el Museo de Historia de la ciudad de León, se me propuso realizar un mural en el que se recogiera los edificios que habían desaparecido. Fundamentalmente, desde la Guerra de Independencia, la desamortización... y empecé a buscar algunos datos en periódicos, y a la vista de esto, y en coincidencia de que el museo al final no se hizo, me encuentro con un trabajo que se puede completar con lo ocurrido ya en el siglo XX. Así me doy cuenta de que esto puede recogerse en un libro.

¿Se ha centrado, entonces, en un importante trabajo de investigación o ya había escrito algo sobre este tema?

No es una documentación muy de investigación, aunque algo sí porque tuve que leerme todos los periódicos de León desde 1810, cuando se publicó el primero de la provincia durante la Guerra de la Independencia, y del resto de publicaciones. La razón es sencilla: existe un desfase entre los acuerdos tomados por las distintas administraciones y su resolución. Una cosa es decidir la desaparición de un edificio y otra es el día concreto en el que se tira, algo que sale precisamente en los periódicos.

¿Cuáles son los hitos que destacaría en todo este periplo?

Hay muchos. Desaparecen los dos conventos, el de Santo Domingo y el de San Claudio. También el hospicio, o el patio renacentista de la Casa de los Cilleros donde ahora se levanta la Audiencia.

¿León fue permeable a todas las corrientes urbanísticas, o siguió siendo una capital de provincias?

León tiene un trazado urbanístico muy bueno e importante como es el Ensanche que se saca a concurso en 1896 y se aprueba de forma definitiva el 29 de diciembre de 1904. Lo desarrollan dos arquitectos muy buenos, el madrileño Manuel de Cárdenas y el leonés Juan Crisóstomo Torbado. A Cárdenas le debemos todas las cubiertas de pizarra y las cúpulas. A Torbado, la iglesia de las Ventas o de San Francisco de la Vega. Creo que León cuenta con edificios no muy extraordinarios, pero sí de un nivel muy alto y equilibrado.

Personalmente, ¿qué edificios le gustan más?

Uno de los que más me gustaba era Pallarés, donde ahora está el actual Museo de León. O la Casa Roldán, en Santo Domingo, de Federico de Ugalde, construido en 1922 y que es una verdadera preciosidad. Luego, a Manuel de Cárdenas le debemos el antiguo edificio de Correos de la plaza de la Catedral, que también es extraordinario. O la casa mudéjar en la calle Alcázar de Toledo, esquina con la de San Agustín; y de Juan Crisóstomo Torbado me gusta mucho la iglesia de San José de las Ventas.

¿La Guerra Civil destruyó muchos edificios?

No. Supuso más la Guerra de la Independencia, fundamentalmente por los destrozos originados por los incendios. De hecho, algunos acusan a las tropas francesas del incendio en el convento de los Dominicos, aunque no creo que fuera intencionado por ellos porque vivían ahí y nadie destroza la casa donde uno vive.

¿La evolución histórica de la trama urbana de la ciudad se ha hecho con criterios racionales durante todo este tiempo?

Ha habido de todo. Todo lo que es la salida desde las murallas y hacia el río, en un principio viene muy bien ordenado, y porque hay cosas que son muy comprensibles como el de expandirse más allá de las murallas. Además, durante la época del Ensanche se hicieron las cosas bien, aunque algunas de sus reformas posteriores empiezan a deteriorar sus posibilidades y desarrollo.

¿Ha habido mucha diferencia entre el centro y los barrios?

Con cada barrio que se ha ido desarrollando se ha ido en detrimento de lo que se consiguió con el Ensanche y reduciendo sus ventajas, debido a que se han reducido las calles o se ha especulado más. Pero uno de las más grandes deterioros en la ciudad es que no se han hecho puentes sobre el río. Seguimos haciendo muchas pasarelas y pocos puentes para conectar los dos lados de la ciudad. En Valladolid existen dieciocho puentes y en León seguimos con cinco, con el de la Lastra... El proyecto del Ensanche, aunque no lo plantea directamente, creo que pensaba en un puente al menos en la prolongación de Lancia y otro puente en frente de Lucas de Tuy.

(Foto de portada: antiguo Sanatorio Eguiagaray, situado en medio de la Condesa de Sagasta)

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