Un año de trabajo y “aproximadamente medio millón de euros” -sin concretar con detalle- han permitido la recuperación de la estética de elementos de las fachadas y la limpieza y puesta en valor de paramentos, carpinterías, balcones y barandillas del claustro procesional de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro de León.
La actuación, visitada hoy por el consejero de Cultura y Turismo de la Junta, Javier Ortega, se ha llevado a cabo con la aportación de la Junta en el marco de la colaboración que mantiene con el Cabildo, y anunció que ésta dará paso ahora a una próxima intervención en las pinturas del Panteón Real, aunque el responsable autonómico no detalló fecha alguna para la restauración de la considerada 'Capilla Sixtina del Románico' en León.
Esta restauración y consolidación de los murales reales dará continuidad, dijo, a un modelo de colaboración público-privada que se considera fundamental para la gestión del patrimonio cultural. “Pensamos que el patrimonio es una fuente inagotable de recursos y quiere contribuir poderosamnte a la finamización, al desarrollo económico y social... Si somos algo, somos cultura y patrimonio en esta Comunidad”, remarcó antes de subrayar que la obra hoy inaugurada contribuye a que la Colegiata siga siendo un gran atractivo turístico de la ciudad, más si cabe de cara a la celebración del próximo año Jacobeo en 2021.
La Junta, recordó, colabora desde 2009 con el Cabildo de la Colegiata y con la Fundación Monte Madrid en Proyecto Cultural para una nueva musealización del conjunto y en el ámbito de este acuerdo llevó a cabo en 2017 la restauración de las pinturas de la Cámara de Doña Sancha.
El abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares, recordó el compromiso del Cabildo de conservar, mantener, custodiar, proteger y dejar a las generaciones futuras el patrimonio que atesoran y agradeció que una nueva aportación llevada a cabo con “interés y eficacia” haya permitido mejorar la situación y el aspecto del claustro.
Un desprendimiento dio la voz de alarma
El director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, comentó que el paso de los años dejan huella en la piedra, que sufre diversos procesos y que se encontraba en una estado “bastante deteriorado” que ha precisado una cuidada intervención y una supervisión técnica relevante“. Por su parte, el arquitecto responsable del proyecto, Ramón Cañas del Río, recordó que San Isidoro experimenta desde hace dos décadas obras de restauración ”que recorren todos sus elementos constructivos, que presentaban un estado de franco deterioro“.
Pendientes de la actuación que se debe acometer en el otro claustro del recinto, rememoró que el ahora restaurado presentaba “desprendimientos de fragmentos en los cambios estacionales y en 2013 se desprendió un trozo grande de cornisa, se valló preventivamente, se realizó el proyecto de intervención en 2015 y, finalmente, las obras se iniciaron a principios del otoño de 2018”.
El claustro procesional actual, detalló, es barroco y anteriormente hubo uno del Renacimiento levantado en ladrillo y barro cuyo estado “debía ser tan calamitoso que el Cabildo encargó a dos especialistas un informe que fue tan demoledor que decidieron iniciar una obra de reconstrucción”.