Los dos peores incendios del verano en la Comunidad, registrados en León

Leticia Pérez/Ical. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, comparece para informar sobre las actuaciones desarrolladas en relación con la campaña y prevención de incendios de 2015

Ical

La superficie forestal calcinada en Castilla y León descendió un 36 por ciento en la campaña 2015, hasta las 11.932 hectáreas, en relación a la media del último decenio, mientras que la arbolada, la “más importante desde el punto de vista de la biodiversidad”, bajó un ocho por ciento, con un total de 4.217 hectáreas, también en comparación a los útimos diez años. Sin embargo, en relación al pasado año –el segundo mejor de los últimos diez-, la escasez de lluvias en primavera y las altas temperaturas en verano, provocaron un incremento relevante en 2015. Así, se registró un importante incremento del 283,7 por ciento en la arbolada (1.099 hectáreas en 2014) y del 164 por ciento en la superficie total afectada.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, compareció a petición propia en las Cortes para hacer balance sobre la campaña de incendios forestales de la temporada 2015. En su intervención explicó que durante los nueve meses de campaña se ha producido un total de 1.607 incendios forestales, con un descenso del nueve por ciento con respecto a la media del último decenio, pero un aumento del 21 por ciento respecto al 2014, que es necesario recordar que fue el segundo con mejores cifras de los últimos años.

Una campaña atendida, en la época de peligro alto, por un operativo formado por 4.129 efectivos, una veintena de medios aéreos de la Junta y también del Estado con actuación preferente en la Comunidad y otros 20 medios aéreos de ambas administraciones, 175 cuadrillas -60 helitransportadas y 115 terrestres-, 196 autobombas, 24 retenes de maquinarias y más de 200 puestos y cámaras de vigilancia.

Al respecto, el consejero calificó la campaña como “complicada, en la que el operativo de lucha contra incendios forestales ha demostrado un año más su saber hacer con un excelente esfuerzo y trabajo”, una cuestión en la que coincidieron todos los grupos políticos, que sin embargo aprovecharon para criticar la falta de transparencia y la falta de reconocimiento de este personal.

La campaña, prosiguió Suárez-Quiñones, se caracterizó “por desarrollarse en unas circunstancias meteorológicas adversas, marcadas especialmente por la sequía acumulada debido a la escasa precipitación registrada entre los meses de marzo y mayo en la Comunidad, muy por debajo de la media”. “Las altas temperaturas de esos meses provocaron un agostamiento prematuro de la vegetación y los incendios se convirtieron en convectivos, con lo que subían rápidamente a las copas de los árboles, con unas velocidades de avance muy importantes y unas direcciones erráticas y con un elevado riesgo para los profesionales que luchan contra las llamas”, sostuvo.

Conatos y grandes incendios

De los 1.607 incendios forestales registrados, un 68 por ciento se quedó en conatos (menos de una hectárea) “gracias a la eficacia y rapidez del operativo de lucha contra incendios”. Esto supuso que este tipo de fuegos aumentó un once por ciento en relación a la media del decenio.

No obstante, el consejero de Fomento y Medio Ambiente destacó los cuatro grandes incendios forestales (más de 500 hectáreas quemadas) producidos en la segunda quincena de julio y que arrasaron más de la mitad de la superficie arbolada afectada este año -2.268 hectáreas-.

En primer lugar, el incendio de Trabazos (Zamora), causado por negligencia en la utilización de motores y máquinas, con 877 hectáreas quemadas, casi todas arboladas; en segundo, en El Burgo de Osma (Soria), con 528 hectáreas arboladas afectadas. En tercero, dos destacados en León, en Lucillo y Quintana del Castillo, con más de 3.100 hectáreas entre los dos. El primero, presuntamente intencionado, afectó exclusivamente a matorral, con 1.113 hectáreas. Y el segundo, el que ha afectado a más superficie, fue el de Quintana del Castillo, con 2.065 hectáreas arrasadas, la mitad arboladas, “y en el que la mano del hombre también se encuentra detrás de la causa del incendio”, dijo.

Suárez-Quiñones subrayó que “de manera urgente la Junta de Castilla y León ha comenzado las actuaciones sobre los terrenos afectados para minimizar los daños por la erosión y recuperar cuanto antes los hábitats dañados”, tanto por la conservación de la biodiversidad como para la recuperación forestal de la zona, con la colaboración económica del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Por otro lado, durante la campaña se declaró en 26 ocasiones el Nivel 1, y en 11, el 2, por estar en peligro personas, infraestructuras, bienes o masas arboladas conforme al Infocal.

La mano del hombre, detrás del 90%

Según reiteró el consejero, la mano del hombre estuvo detrás de nueve de cada diez incendios forestales, frente al nueve por ciento por rayos. De los provocados por el humano, el 36 por ciento estuvo motivado por causas accidentales y negligentes y el 51 fueron intencionados (más el dos por ciento por acción desconocida y otro dos por reproducciones).

Además, principalmente se concentran en las provincias de León, Zamora y Salamanca, con el 60 por ciento de los incendios forestales (967), el 83 por ciento de la superficie arrasada (9.924 hectáreas) y el 75 por ciento de la masa arbolada quemada (3.180).

Por ello, señaló la importancia de la concienciación de la población sobre la “necesidad de extremar las medidas de precaución y la colaboración en las investigaciones para identificar y sancionar y exigir responsabilidad a los autores que ha calificado de delincuentes”.

Igualmente, deslizó que los más de 4.000 efectivos del sistema han controlado en menos de tres horas el 85 por ciento de los incendios y los han extinguido en menos de seis horas.

Uno de los grandes objetivos de actuación de la Consejería, en materia de Medio Natural, “es la mejora de la prevención y extinción de incendios forestales mediante el mantenimiento de un modelo que ha demostrado su alta eficiencia, reforzando la prevención, ahondando en la modernización de medios estructurales, la colaboración con el resto de administraciones, y finalmente, implementando líneas de actuación especiales en aquellos territorios donde los incendios tengan especial incidencia”, sostuvo Suárez-Quiñones.

En este sentido, apostó por “mantener el modelo, que ha demostrado su alta eficiencia”, y abogó por “continuar mejorando las condiciones laborales del personal del operativo en el marco del Diálogo Social”. Una cuestión que se afrontará a través de la adaptación del Infocal a los últimos cambios normativos en materia de montes y protección civil; incrementar la duración media de todos los trabajadores de prevención contratados por la Junta, abordar un plan de modernización de medios estructurales, mejorar la formación, ahondar en la colaboración administrativa e implementar líneas de actuación “especiales” en los territorios donde los incendios tienen incidencia relevante, como las provincias del oeste.

Colaboración

En coordinación con otras administraciones, el consejero informó de que se ha intervenido en 432 incendios urbanos y agrícolas, en apoyo a los medios de extinción de ayuntamientos y diputaciones y se ha participado en labores de extinción en otras comunidades y en Portugal en 50 ocasiones -25 en Portugal; nueve en Extremadura; cinco en Cantabria; tres en Castilla-La Mancha; dos en Galicia, País Vasco y Madrid; y una en Asturias y Aragón-. Y destacó especialmente los medios desplazados al incendio de Acebo, en Cáceres. Sin embargo, en sólo ocho ocasiones se ha necesitado el apoyo de otras autonomías -dos de Galicia y Extremadura; una de Portugal, Madrid, Aragón, y La Rioja.

A su vez, el Gobierno central ha intervenido en 107 ocasiones, fundamentalmente en las provincias de Ávila, León, Zamora y Salamanca, del total de 673 incendios en los que se han empleado medios aéreos, lo que supone el 41 por ciento del total en 2015. La UME ha colaborado en diez incendios, y la Guardia Civil, en especial el Seprona, en la investigación del cien por cien de los incendios forestales que se han producido en la Comunidad.

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