Naipe y fútbol en la Inspección de Trabajo

Subir y bajar escaleras para desentumecer las piernas, jugar a las cartas o escuchar el fútbol son las opciones de los cuatro mineros encerrados desde hace nueve días en la Inspección Provincial de Trabajo, en León, para pasar un “largo” fin de semana en el que no pueden recibir visitas.

Con la intención de no abandonar su encierro hasta que el Gobierno no aplique el Real Decreto que incentiva la compra de carbón nacional, los delegados sindicales de la empresa minera Hullera-Vasco Leonesa Antonio Blanco, Miguel Sánchez, Rubén Maraña y José Luis Álvarez permanecen confinados en una habitación del primer piso del edificio, desde la que muestran por la ventana pancartas que piden soluciones para el sector.

Al ser fin de semana y encontrarse cerrado este edificio de la Administración, los trabajadores no pueden recibir visitas del exterior, lo que hace de estos dos días y medio -desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana- “más aburridos” que el resto de la semana, ha explicado a Efe Antonio Blanco.

Para superar el tedio, recorren el edificio de arriba a abajo por las escaleras, juegan “la partida” de cartas o escuchan los partidos de fútbol por la radio a través de un transistor.

La única rutina que permanece intacta es la de la comida que les sirve un restaurante de la Junta de Castilla y León que tienen contratado, el cual les entrega a las 9.00 horas el desayuno, a las 14.30 la comida y a las 21.00 la cena.

A partir de ayer por la tarde, la calefacción de esta dependencia permanece apagada, por lo que el radiador eléctrico del que disponen en la habitación “está a tope”.

“Eso sí, no puedes salir al pasillo, porque está helado”, ha añadido Blanco, quien ha relatado que durante estos nueve días han recibido múltiples visitas de familiares y compañeros, pero que ningún representante de la empresa se ha puesto en contacto con ellos.

“Las empresas deberían estar en nuestro lado, porque en esta guerra por el futuro del carbón vamos todos en el mismo barco”, ha apuntado.

Con el ánimo “alto” y con las fuerzas “intactas”, los mineros Juan José Naveira y Arturo San Gil, que llevan dieciséis días acampados frente a las oficinas del Grupo Alonso de minería, en Ponferrada (León), también han expresado a Efe su intención de continuar su huelga hasta que se aplique el Real Decreto.

En una tienda de campaña y expuestos al frío invernal, Naveira bromea que se sienten a veces “como (Jesús) Calleja”, e incide en que el goteo de visitas de familiares, compañeros y amigos que han recibido desde que iniciaron la protesta les han servido para que los días se pasen más rápido.

El minero se ha mostrado pesimista respecto a que la próxima reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón, prevista para el próximo 3 de febrero en el Ministerio de Industria, arroje alguna solución para el sector.

“Si el Gobierno hiciera efectivo el Real Decreto, las empresas comenzarían a negociar los ERE (expedientes de regulación de empleo) y a firmar los contratos con las eléctricas, pero es que no va a ser así”, ha augurado.

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