El Mercado del Conde Luna de León busca su sitio, y clientela
“El Mercado del Conde Luna está rozando el coma técnico”. Con estas palabras, el encargado de Empresas y Asociaciones de la Federación Leonesa de Empresarios, Ramón Polanco, lamentó la situación actual del emblemático espacio leonés, situado en pleno Casco Antiguo, en el que tan solo existen doce puestos abiertos de los 42 disponibles. A ello se sumarán otros diez que el Ayuntamiento anunció ayer que se sacará a licitación, así como la cafetería del mismo.
Por esta razón, el espacio ha celebrado este sábado la jornada festiva 'Quedamos en el mercado', con el objetivo de “animar el Mercado, que está de capa caída, y para darle visibilidad y más compras también a todo el comercio local”, según señaló la secretaria de la Asociación de Comercio del Conde Luna, Blanca Cañedo.
Polanco recordó la creación de la Asociación de Comerciantes del Mercado del Conde Luna, integrada en la Fele, a raíz de lo que se pretende “impulsar el comercio local y de proximidad” para lo que “se están llevando a cabo una serie de celebraciones y eventos” con la intención de “impulsar el Mercado” a través de los productos típicos de León, un sorteo y la degustación de productos locales.
Por este motivo, Ramón Polanco consideró que sería “muy interesante” que cambiase la gestión del espacio “para que sea más efectiva y viable en el futuro” y “poder darle la vida que tienen los mercados en otras ciudades”, así como “ocupar su lugar y espacio en el centro de la ciudad”, ya que en estos momentos, “entre semana da hasta miedo entrar”, entre otras razones porque “hay varias entradas que desembocan en pasillos vacíos”.
Actualmente del Conde Luna cuenta con doce puestos abiertos, a los que se sumarán los diez que el Consistorio sacará a licitación, lo que hará un total de 22 puestos de los 42 disponibles. Sin embargo, Ayuntamiento de León optará a una subvención para, según explicó el representante de la Fele, “remodelar el Mercado para aminorar el número de puestos, de manera que, porcentualmente hablando, la ocupación sea máxima y cuente con espacios libres y lúdicos”.
Unos espacios entre los que se ubicaría la cafetería, que Cañedo se mostró convencida de que “sería un aliciente para la gente que acuda a comprar y para los comerciantes”. A ello, Polanco añadió que “hay que ser realistas” y tener en cuenta que “a lo mejor no se llenan todos los puestos”, por lo que “habrá que optimizar que haya otros productos como encurtidos, frutos secos, vino, panadería o dulces, entre otros productos típicos de León”.
De este modo, la idea de la Asociación de Comerciantes es que los consumidores que acudan al Mercado del Conde Luna “puedan hacer en el Mercado la compra completa de una casa”, es decir, “que pueda haber leche, agua, vino, encurtidos o conservas además de carne, pescado o fruta”.
Una suma de productos de León que para Blanca Cañedo “atrae al turismo”, ya que “a la gente les gusta comprar cosas de los sitios a los que van” y, si llegan al Mercado del Conde Luna “y lo encuentran medio cerrado”, se marchan.
“Es todo una pescadilla que se muerde la cola, porque cuando tú ves que esto baja, cualquier comerciante no quiere invertir en algo que se está muriendo, pero si esto se consigue relanzar, con la ayuda de comerciantes, consumidores e instituciones, habrá gente que sí quiera venir”, concluyó Ramón Polanco.
Comerciantes
Aproximadamente a la mitad del Mercado del Conde Luna se encuentra la Carnicería Campillo, que abrió sus puertas en la última tanda de licencias sacadas al público, cuyo propietario, Jorge Riesco, celebró la iniciativa 'Quedamos en el mercado' como “reclamo para atraer gente a la calle”, aunque lamentó que “no hay mucha para ser puente”. Una clientela que en su mayoría, en jornadas habituales “suele ser de fuera más que de León”.
Riesco depositó su esperanza en los nuevos pasos dados por el Consistorio de León para licitar nuevos puestos y la cafetería. “Parece que el Ayuntamiento se empieza a mover, algo que hasta ahora no ha hecho”, señaló, al tiempo que abogó por “abrir puestos de productos que no hay para darle más variedad al público”.
Algunos años más que la Carnicería Campillo lleva abierto en el Mercado del Conde Luna Frutas Tomás, que levantó la trapa tras la última remodelación del espacio, allá en el año 2007, aunque antes de ello, ya vendían en la parte trasera del edificio. Su propietario, Tomás de la Rosa, explicó que la celebración de jornadas especiales como la de hoy “suponen la afluencia de más gente y posibles clientes”, al tiempo que “permiten dar a conocer el Mercado” porque “mucha gente piensa que está cerrado”.
El frutero reconoció que la venta durante la semana “es muy floja”, ya que “hay mal aparcamiento, la gente trabaja y en la zona trabaja gente muy mayor que tiene menos consumo”, mientras que “el fin de semana, los viernes y los sábados, son los únicos días que hay buen mostrador”.
De la Rosa calificó de “positiva” la licitación de nuevos puestos para el Mercado, al considerar que “cuanto más haya abierto, más opción habrá de que acuda gente”.