Con las maletas de León... a Northallerton

Álvaro Northallerton

Marta Cuervo

¿Cómo acaba un chico de León en Northallerton? “Pues la verdad es que llegué un poco de carambola. En febrero del año pasado solicité una plaza en la convocatoria de 'Auxiliares de conversación en el extranjero' del Ministerio de Educación y quedé como reserva. No tenía ninguna esperanza, pero la chica que iba a ocupar mi plaza renunció y me llamaron ya bien entrado el verano para incorporarme el curso siguiente”, relata Álvaro, que acaba de aterrizar hace escasas semanas en Inglaterra, pero que ha conseguido adaptarse a su nuevo destino sin problemas. “Quizás al ser un lugar pequeño y con pocos extranjeros todo el mundo me ha echado una mano en lo que ha podido. Los profesores de idiomas de los dos institutos en los que trabajo se han desvivido por ayudarme a adaptarme a esta nueva vida, y es que en tan sólo dos meses ya siento que formo parte un poco de la vida aquí”.

Álvaro trabaja como 'Spanish Teacher Assistant' en dos institutos de la ciudad de Northallerton en el condado de North Yorkshire. “Mi principal objetivo es que los alumnos que estudian español conozcan un poco más de España y tener un contacto directo con un hablante nativo. Soy una especie de 'embajador de la cultura española' en UK”, explica el joven leonés.

La mayor diferencia que encuentra el licenciado en Filología Hispánica entre León y su nuevo destino, Northallerton, se encuentra en los horarios de las comidas y en la forma de organizar el día a día.

“Lo peor, desde luego, ha sido acostumbrarme a los horarios de comidas tan diferentes de los españoles y el hecho de que a las tres o cuatro de la tarde ya es completamente de noche. También en el ocio, puesto que la vida nocturna no se extiende hasta tan tarde como en España y aquí la gente se 'recoge' antes. Es uno de los estereotipos ingleses pero, en este caso, se cumple totalmente”, confiesa.

En cuanto a los sistemas educativos de ambos países, Álvaro, al trabajar en dos institutos, puede ver de primera mano muchas diferencias. “Por ejemplo, aquí los alumnos tienen una mayor libertad a la hora de elegir las asignaturas que quieren estudiar, lo que frecuentemente les hace estar más motivados y querer aprender más”.

Otro cliché que se cumple es que aquí se come fatal, ¡necesitan conocer lo que es la cecina!

Lo que más le gusta a Álvaro de Northallerton, es que, al no ser una ciudad muy grande (tan sólo 17.000 habitantes) “es un buen lugar para conocer de primera mano la vida inglesa y practicar inglés”. “Se puede decir que es la Inglaterra profunda y es eso es al mismo tiempo su lado bueno y su lado malo también. De todas formas, esto también hace que la relación con tus otros compañeros sea más directa que en una gran ciudad y puedas conocer mejor a la gente que te rodea”, apunta.

Por contra, lo que más echa de menos de León es “el Húmedo, las tapas y la comida”. “Otro cliché que se cumple es que aquí se come fatal, ¡necesitan conocer lo que es la cecina!”, bromea el filólogo.

Lo que diferencia a Inglaterra de otros países extranjeros

Inglaterra está llena de estereotipos, y Álvaro asegura que muchos de ellos se cumplen a rajatabla. “La verdad es que viviendo aquí veo cómo muchos de los estereotipos que tenemos sobre los ingleses son totalmente ciertos. Pero en el fondo, cada vez que viajo al extranjero me doy cuenta de que por encima de los países y las fronteras, al final las personas nos parecemos mucho”.

Este joven leonés tiene en mente volver a su tierra, pero no ve la situación demasiado clara. “En realidad me gustaría volver a España después de esta experiencia, estudiar un máster y tratar de encontrar un trabajo en nuestro país. Pero la situación aquí es bastante mejor -sólo hace falta salir a la calle y ver carteles de 'se necesita personal' en muchos locales- y el precio de los máster en España no hace que sea algo muy realista”, contesta Álvaro, que disfrutará de su beca hasta junio. ¿Y, después? “El tiempo dirá'”, contesta con un guiño.

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