La Junta concluye que fue “puntual y único” el caso de los gusanos en la sopa del Hospital de León y exonera a Serunión

Aspecto de los gorgojos en uno de los platos servidos al personal médico de León.

Redacción ILEÓN

La aparición de gusanos, o más correctamente dicho, larvas de escarabajo, en la sopa servida hace diez días al personal médico del Hospital de León fue un caso “puntual y único”, ceñido incluso a un solo plato. Y por eso no habrá sanción alguna por parte de la administración autonómica, tal y como ha confirmado la delegada territorial de la Junta en León, Ester Muñoz, que insistió en que el episodio “fue tan repulsivo como excepcional”.

La decisión se adopta en base a las conclusiones de la investigación y de las pruebas llevadas a cabo por loa Junta de Castilla y León a través de sus Servicios de Control Oficial del área territorial de Sanidad una vez finalizadas las actuaciones desarrolladas con motivo de la polémica aparición de larvas de insectos en un plato de sopa que fue servido en la cafetería de Personal del complejo asistencial leonés, servido por la empresa adjudicataria del servicio, Serunión.

En una extensa nota de prensa, en la que no hacen referencia a la empresa -la misma que sirvió menús escolares con los mismos gusanos en cinco colegios de León hace ocho años- se explica que los funcionarios de Sanidad en León realizaron una primera “inspección pormenorizada” del establecimiento y certificaron ya que “se ha verificado sus condiciones generales de higiene en instalaciones y en prácticas de fabricación y manipulación de los alimentos, así como la auditoría del sistema de autocontrol” de la compañía. El resultado de todo ello es que no se ha detectado “hallazgo o deficiencia importante”.

En el proceso de investigación del número de comidas servidas ese día, las materias primas empleadas y su origen, la Junta también ha determinado que sólo hubo un plato en el que se localizaron apenas tres larvas y “una vez colada la sopa restante no se halló ningún ejemplar más”.

Los Servicios de Control Oficial adscritos a la Delegación Territorial de León también recogieron y precintaron muestras-testigo del preparado alimenticio usado, de los fideos utilizados en la sopa, así como de una de las larvas encontradas en la comida y de otros alimentos usados en la elaboración del plato. y de todo ello, el Laboratorio de Salud Pública de León descartó la presencia de otras larvas de coleóptero o ejemplares adultos.

“No son patógenos”

Respecto a animal, el Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología, del Instituto de Salud Carlos III, la larva remitida se identificó como Tribolium sp., un coleóptero de la familia de Tenebrionidae,. Su informe relata que es un “escarabajo bastante común en alimentos de origen vegetal envasados” dado que “generalmente se alimentan de cereales, harinas, pastas alimenticias o galletas” y en todo caso “estos insectos no son patógenos para el ser humano, ni están involucrados en la transmisión de ninguna enfermedad”.

Una nueva inspección en el almacén que Serunión emplea para depositar las materias secas no perecederas, se pudo “comprobar el buen estado de las instalaciones, la adecuada rotación de los alimentos, el tiempo que media entre la llegada de las pastas/harinas hasta su utilización (que no sobrepasa las tres semanas), y la apertura y búsqueda en algunas bolsas de larvas asimilables a las que protagonizan el incidente”. También el resultado negativo, aseguran las fuentes oficiales.

Igualmente se ha descartado una plaga en el lugar después de instalarse allí algunos dispositivos para la detección de coleópteros, que, mediante el uso de feromonas, atraen a estos insectos, que de aparecer les causan la muerte, aunque según la Junta tampoco fue el caso.

Contaminación previa, sin explicar cuál

La conclusiones final identifica sólo en el fideo con el que se cocinó ese exclusivo plato de sopa el origen de los gusanos y ante el resultado de negativo del resto de inspecciones se cree que “cabe la posibilidad de que la contaminación de los fideos se produjera en etapas anteriores”, sin especificar en cuáles. Y reiteran que la ingesta de larvas de este insecto “por lo general no están asociadas a peligros para la salud pública”.

Aún así, la Junta asegura que desde su su Servicio Territorial de Sanidad ha instado a los responsables de Serunión al “refuerzo de las medidas de vigilancia de plagas y medias preventivas necesarias para evitar recurrencia de episodios similares”. También informarán de todo ello a proveedores y fabricantes del fideo.

Tras todo ello, la Junta por boca de Muñoz ha certificado que la Junta no sancionará en modo alguno a Serunión a pesar de que este caso, más allá de su peligrosidad, causó gran repulsión no sólo entre los afectados y el personal sanitario sino incluso manifestada por responsables sanitarios del centro. Por eso, deja en manos del propio Hospital la decisión de adoptar por su parte alguna posible medida.

CCOO exige un comedor 'casero'

Al hilo del resultado de la investigación, pero también de la polémica, el sindicato CCOO pidió hoy que el servicio de catering del Hospital y el resto de centros sanitarios asociados a él “se realice con medios públicos y propios de la Gerencia Regional de Salud y con el personal necesario para la demanda”, es decir, que vuelva el sistema de comedor de comida 'casera' y elaborada en el mismo centro.

A juicio de la coordinadora de Sanidad de Comisiones, Rosario Godoy, la decisión que ya defendieron cuando saltó este caso “repercutiría en un beneficio para el sistema público dado que actualmente estamos pagando un servicio a una empresa externa”. Sin entrar a valorar el informe de la Junta, si recuerdan que “existen unas instalaciones públicas y dotadas de personal donde se puede dar servicio con un control exhaustivo de la calidad y la salubridad de las comidas proporcionadas a los profesionales” sanitario.

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