El otro hotel de El Resplandor, el Parador de Pajares, muestra su interior para venderse

Arriba, el cinematográfico y terrorífico hotel Overlook de la película 'El resplandor'; abajo, el 'Parador' de Pajares entre León y Asturias.

C.J. Domínguez

La historia de este edificio que fue Parador Nacional es digna de conocerse y su decadencia de años acumulados no hace otra cosa que añadirle encanto. Por si faltara algo, el parecido que algunos quieren ver a este imponente hotel de montaña en la frontera entre León y Asturias, en lo más alto del Puerto de Pajares, con el mítico hotel Overlook de la película de Stanley Kubrick 'El Resplandor' le añade un punto más de morbo a la oferta.

Detalle de los pasillos y escaleras del interior del hotel, con todo su encanto. / Idealista.com

Una oferta que tiene precio: poco menos de un millón de euros. Exactamente 950.000 euros, según se publicita en la web Idealista.com, en la que por primera vez se muestras detalles del interior del Parador de Pajares, estancias amplias y luminosas ya gravemente afectadas por el abandono y la falta de reformas que no hace tanto tiempo tuvieron tanto glamour como el hotel que acogió al enloquecido Jack Torrance (el personaje encarnado por Jack Nicholson) en el film de terror de Kubrick de 1980.

Una zona de luminosas galerías, la cocina montada, el salón de baile, los pasillos y escaleras... todo tiene un aspecto decadente. Pero aún muestra lo que un día fue este edificio que fue inaugurado como Parador Nacional por todo lo alto por el mismísimo generalísimo Francisco Franco allá por 1953. Se trata de un inmueble dividido en cinco plantas distintas, que ofertaba en su momento álgido -antes de construirse la autopista del Huerna entre León y Asturias- 33 habitaciones con baño, y que suma un total de 3.888 metros construidos, de los que 2.603 de ellos son espacios dedicados a servicios de restauración.

Todo eso y unas vistas difícilmente mejorables a ambas partes de la Cordillera Cantábrica, la profusión de nieve con la que cuenta en la mayor parte del invierno y la cercanía de la estación de esquí de Valgrande-Pajares terminan de poner la guinda golosa a un edificio que lleva cerrado desde 2009 y que, tras varios intentos de recuperar su uso hotelero, vía fondos mineros o inversión privada, terminó colgando el cartel de 'se vende' en 2011. Hasta hoy. Por eso, del precio inicial ya se ha rebajado medio millón de euros y el actual es negociable. ¿Volverán a cobrar vida estas estancias, dignas de un plató de cine de terror?

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