Lleva dos días en el mercado pero, el éxito de la segunda parte de '¡Indignaos!' está garantizado. A sus 94 años, Stéphane Hessel, ayudado en esta ocasión por Gilles Vanderpooten, un escritor y activista social de 25 años, dialoga sobre “los grandes retos de nuestro tiempo”: La ecología, la democracia y la justicia social.
El nuevo capítulo de la serie de Hessel, '¡Comprometeos!', que apareció el marzo pasado en Francia, vuelve a renunciar al programa. “Os corresponde a vosotros, amigos de España país en el que la diversidad de las culturas es mundialmente reconocida, ciudadanos del mundo, a cada uno de vosotros individualmente, y a todos nosotros colectivamente, encontrar las pistas a través de las cuales 'la internacional ciudadana' en gestación podrá dotar de vida este siglo”, escriben ambos autores en el prólogo adaptado para la edición española.
Hay que desconfiar. Debemos crear, no basta con resistir
La resistencia para Hessel, supone nuevas responsabilidades. Según el alemán de nacimiento, pero que vivió desde los siete años en París, no basta con “reflexionar”. “Es necesario emprender una acción”. “A este respecto soy relativamente pesimista: las jóvenes generaciones manifiestan escasa resistencia en relación con lo que las escandaliza y contra lo cual deberían reaccionar”, cuenta mientras se pregunta por las maneras de alcanzar un compromiso práctico, según ha sido publicado en el diario digital público.es.
Esa internacional ciudadana a la que se refiere el autor tiene su origen en el planteamiento de un civismo global, que es la diferencia que separa las reivindicaciones de su generación de las actuales: “Mi civismo era aún esencialmente nacional; me preocupaba del buen funcionamiento de Francia y de la supervivencia”. En la actualidad, como dice Hessel, ningún Estado puede afrontar solo los retos a los que se refiere.
“Pero hay que desconfiar. Debemos crear, no basta con resistir”, declara Hessel, en público.es. Hessel reconoce que, para crear un mundo viable, con la indignación y la resistencia no basta. Se necesitan conclusiones, imaginación para concretar el futuro. “Se deben poner límites a la palabra resistencia”, explica según declaraciones ofrecidas por el mismo periódico digital.
Una de las medidas aconsejadas por el veterano autor es que debemos aprender a ser menos violentos.