500 familias participan en las 'escuelas de familias'

Taller familias

prensa Ayuntamiento de León

La llamada 'Escuela de Familias' surge en el año 1999 como respuesta a la demanda de todas las familias interesadas en la educación de sus hijos escolarizados (primaria y secundaria) en centros educativos del municipio. Y es que la prevención y la educación no dependen única y exclusivamente de la familia. El esfuerzo ha de ser conjunto desde la escuela (de ahí la importancia de la implicación de los equipos directivos y de las Ampas), los medios de comunicación, internet, asociaciones, entidades públicas y privadas..., para que las generaciones futuras sepan afrontar por sí mismas el reto personal de hacer frente a su propia vida.

La Escuela de Familias incluye el programa Moneo, más conocido por las familias como 'Taller de cómo hacer para mejorar su obediencia' facilitado y acreditado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, encaminado al entrenamiento en habilidades educativas y de gestión familiar, como medida preventiva del consumo de alcohol y tabaco principalmente, así como de otras conductas problemáticas.

Además, de manera complementaria, el Plan Municipal sobre Drogas realiza talleres de educación para la salud y bienestar familiar como el 'Taller de cómo hacer para no perder los nervios', 'Taller de adolescencia', 'Taller de premios y castigos', 'Taller de comunicación y resolución de conflictos', 'Taller de autoestima', 'Taller de publicidad' ..., cuya finalidad es dotar a las familias de hábitos saludables físicos y emocionales para que a su vez puedan trasmitirlos a sus hijos y así ser un modelo positivo de buena salud.

Todas estas actividades, gratuitas y de corta duración, cuentan con una metodología de trabajo activa y participativa. Destaca el aumento de la demanda de la Escuela parte de las familias y de los centros educativos, llegando a duplicar el nivel de participación con respecto al año pasado e incluso a triplicar con respecto a años anteriores. Este año en lo que llevamos de curso académico se ha llegado a casi 500 familias, todas ellas pertenecientes a veinte centros: Ponce, Discípulas, Teresianas, Quevedo, Lope Vega, Gumersindo Azcárate, Padre Manjón, Camino del Norte, La Granja, González de Lama, Luis Vives, Anejas, San Juan de la Cruz, Carmelitas, Maristas Champagnat, Filial Virgen Blanca, Divina Pastora, Palomera y Nuestra Madre del Buen Consejo (Agustinos).

Las familias consideran muy interesante y de gran ayuda todos los temas abordados, puesto que “tanto madres como padres a menudo sienten agotamiento e impotencia ante ciertas conductas de sus hijos, sobre todo preadolescentes: repetir una y otra vez las mismas cosas, dejar las cosas claras y no conseguir que obedezcan o creer que hacen más caso a mamá que a papá o a la inversa...”. Estas dudas entre muchas otras, están muchas veces presentes en la tarea de educar.

En este sentido, la función de este servicio del Plan Municipal sobre Drogas es aumentar en madres y padres la confianza, el acuerdo y la eficacia para contener comportamientos inadecuados, con un lenguaje sencillo y directo, y marcar límites claros, siempre desde el cariño y la confianza en el cambio.

Pautas y recomendaciones para establecer disciplina

Desde la Escuela de Familias se apuntan una serie de recomendaciones para lograr con los más jóvenes de la casa sean capaces de mantener cierta convivencia y disciplina. Durante mucho tiempo ésta y el castigo se han considerado palabras sinónimas y no es así. Disciplina es enseñar y el castigo es sólo uno de los recursos que tenemos en nuestra mano para hacerlo. No confundamos la parte con el todo.

Un concepto clave de cara a ejercer disciplina es el concepto de autoridad, que debe hacerse desde un clima afectivo, nunca hay que provocarles sentimientos de temor (“ya no te quiero”, “eres un desastre”...). Para hacer cumplir nuestra autoridad es muy importante dejar claras las normas ya que en muchas ocasiones los problemas tienen su origen en normas confusas. Para evitarlo hay que tener en cuenta lo siguiente:

La pareja debe de estar de acuerdo en las normas porque si no crearemos confusión. Además éstas deben ser realistas. Es decir, que se puedan cumplir. Siempre que establezcamos una norma es importante tener claros los motivos que justifican las normas que se imponen; y explicárselos así como las consecuencias de incumplirlas.

No vale con establecer normas y olvidarse, hay que hacer un seguimiento e insistir, insistir... Pero distinguiendo entre las normas fundamentales de cumplimiento obligatorio e innegociable y las accesorias, que pueden ser negociables. Las fundamentales hay que exigir siempre que se cumplan.Relacionar 'responsabilidad' con 'libertad' al pactar las normas. Es muy importante fomentar la autonomía.Acentúe lo positivo, es mejor decirle lo que debe hacer (“habla bajo”) antes de lo que no debe hacer (“no grites”).

Debemos elogiar cualquier comportamiento cercano a la conducta deseada. Las discusiones son inevitables de vez en cuando “hasta en las mejores familias”. Pero debemos recordar que nuestro objetivo no es ganar la confrontación, sino que aprendan. Para ello es muy importante que la persona adulta controle su primer impulso y evite responder cuando sienten enfado. El autocontrol hay que practicarlo una y otra vez para que toda la familia lo incorpore.

Ejercer la autoridad no siempre es fácil pero sí necesario. Para hacerlo bien, sabemos que lo más importante es hacerlo con amor, ser coherentes con las normas marcadas y siempre intentando mantener la calma. Recuerde que no todas las normas son igual de importantes y nunca olvide lo que le hace enfadar es su comportamiento, no su persona.

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