¿Cómo hay que intervenir en la Plaza del Grano?

Plaza del Grano.

Isabel Rodríguez

La plaza del Grano huele a pueblo. Los soportales, el empedrado y los frondosos árboles que en ella crecen aportan a este céntrico espacio de la capital leonesa un aspecto rural que sorprende al visitante que lo descubre en medio de la ciudad.

A lo visual se une la historia que rodea al lugar. Casi nadie la conoce ya por su verdadero nombre, Santa María del Camino, pues el mercado de cereales que en ella se celebraba la bautizó popularmente como todo el mundo la llama hoy. Ha sido testigo de corridas de toros, posee una fuente del siglo XVIII que simboliza la confluencia en la ciudad de los ríos Bernesga y Torío, y el estilo de su empedrado data de la época medieval.

Tanto valor ha hecho que, cuando el nuevo equipo de gobierno mostró su intención de llevar a cabo una reforma en esta zona, saltaran todas las alarmas entre quienes temen que, con la operación, el lugar termine perdiendo su característico sabor tradicional.

En cuanto el alcalde Emilio Gutiérrez anunció que entre sus primeras 100 medidas estaría una remodelación de esta plaza, Ecologistas en Acción dirigió al Consistorio varios escritos solicitando “absoluto respeto al empedrado y a los árboles de este espacio público de carácter singular”. Y no era la primera vez que lo hacía, pues meses antes había llamado al orden también al entonces alcalde, el socialista Francisco Fernández, quien también había manifestado su intención de dar un cambio a la zona.

Combinar funcionalidad y tradición

La polémica, de todas formas, ha estallado antes de cualquier anuncio formal, pues de momento solo se buscan ideas. La pregunta es: ¿se puede mejorar el espacio y hacerlo más funcional manteniendo la esencia del lugar?

El arquitecto Eloy Algorri opina que “no está mal que una ciudad tenga algún espacio urbano cuyos aspectos funcionales sirvan para poco” y que en este caso “León se lo puede permitir”. De todos modos, considera que “el pavimento actual necesita una reposición periódica”.

Por su parte, Mariano Díez Sáenz de Miera considera que “se debería conservar el empedrado que posee solucionando las lagunas y el hundimiento de ciertas zonas”. El arquitecto leonés recuerda que “no es la primera vez que se interviene en la plaza”, por lo que no encuentra problema en que se vuelva a reparar. Lo que sí propone para combinar la funcionalidad y el característico aspecto del lugar es la posibilidad de que se ensanchen algo más las aceras ya existentes para que los residentes no se sientan tan incómodos cuando tengan que desplazarse por ellas.

“Se puede arreglar el empedrado y mantenerlo. Lo que hay que hacer es levantarlo en las zonas que se encuentra mal, recuperar los niveles en las zonas hundidas y volver a colocar canto rodado”, explica.

Marcelino Fernández, el presidente de Promonumenta confía en que no se retire el firme para sustituirlo por otro sino que simplemente se reparen las zonas más estropeadas. Además de ester arreglo, Fernández apuesta también por extender las mejoras a la casa situada en la calle Capilla, que lleva años con una única fachada de ladrillo y sin terminar. “Habrá que ver qué pasa con esto después de tantos años en el estado en que se encuentra”, explica.

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