La CNE cuestiona algunos aspectos del decreto del carbón
La Comisión Nacional de Energía (CNE) alerta de que, desde la puesta en marcha de la norma para incentivar el consumo de carbón nacional, algunas centrales usan un mecanismo que “podría estar suponiendo un incremento de precios en el mercado”.
El Real Decreto que incentiva el consumo de carbón nacional en centrales térmicas prevé para este año 4.812.349 toneladas en el caso de Castilla y León, que cuenta con cuatro instalaciones de este tipo, tres en León y una en Palencia.
En un análisis sobre la actuación de algunas empresas en el mercado de producción de electricidad, la CNE señala que algunas centrales están usando la condición de “ingresos mínimos” en la presentación de ofertas en el mercado diario.
Esta condición supone que la producción de estas centrales solo entra al mercado cuando en todas las horas que tienen programadas el precio iguala o supera lo que prevé la regulación para ellas.
En la práctica, en una interpretación “literal y no rigurosa” del real decreto, esto permite que ofrezcan toda su energía diaria al coste regulado y, además, no poder contar con ellas en las horas punta y tener que programar otras centrales más caras.
Para la CNE esto, aunque “con carácter poco significativo”, “podría estar suponiendo el incremento del precio del mercado”.
El organismo añade que el mecanismo de ingresos mínimos no tiene sentido para unas plantas que conocen de antemano cuál va a ser su programación diaria y el precio de su retribución.
Por ello, la CNE recomienda no aplicar este mecanismo aunque no esté expresamente prohibido en el real decreto.
Industria comenzó a aplicar en febrero el Real Decreto que prima el consumo de carbón nacional en las centrales eléctricas.
A través de un mecanismo de restricciones por garantía de suministro, que obliga a las eléctricas a comprar y quemar ciertas cantidades de carbón nacional, se fijaron el volumen máximo de producción de las centrales afectadas por la norma y la retribución de la energía que produzcan.
Por otro lado, la CNE advierte en su análisis de que, desde la entrada en vigor de la normativa, centrales de carbón importado se han declarado fuera de servicio en varias ocasiones sin que haya constancia de que tengan limitaciones técnicas.
Algunas centrales han alegado esta situación en programaciones en las que debían acudir al mercado intradiario, donde los precios son inferiores, añade la CNE.
Según marca el Real Decreto, a la central del Anllares, situada en la localidad leonesa de Páramo del Sil y dependiente de las empresas energéticas Unión Fenosa y Endesa, se le han asignado para 2011 un total de 798.494 toneladas de carbón autóctono.
De ellas, 361.407 corresponden a la empresa Coto Minero del Cantábrico, 72.313 a Hijos de Baldomero García y 364.774 a Uminsa.
A la térmica de La Robla, de Unión Fenosa, le corresponden 923.251 toneladas, procedentes de la Hullera Vasco Leonesa.
A Compostilla, de Endesa y en la localidad leonesa de Cubillos del Sil, un total de 2.335.563, procedentes 309.442 de Alto Bierzo, 27.206 de Carbones de Arlanza, 924.620 de Coto Minero Cantábrico y 1.074.295 de Uminsa.
