Castilla y León amplía el horario de bares y restaurantes hasta la medianoche tras el fin del estado de alarma
La Junta de Castilla y León ha acordado en el Consejo de Gobierno de este jueves ampliar el horario de apertura de los establecimientos hosteleros -bares, restaurantes y pubs- hasta la medianoche, como consecuencia del fin del estado de alarma y del toque de queda.
Sí que se mantendrán por ahora los límites de reuniones en la hostelería, de grupos de 6 o 10 personas, dependiendo del nivel de alerta en el semáforo covid de cada provincia. En cambio, se eliminan las restricciones de aforo en espacios de culto (por ejemplo en las iglesias) o al aire libre (en verbenas, concentraciones de personas, etcétera).
El horario de la hostelería se ampliará a la una de la madrugada cuando se llegue al nivel 2 de alerta y en horario normal cuando se alcance el 1. “No entendemos posible ni razonable mantener la limitación horaria -de las 22.00 horas- si no hay toque de queda, porque esas reuniones se trasladarían al interior de los domicilios, sin medidas de seguridad”, ha explicado el vicepresidente, Francisco Igea.
Igea ha señalado que las medidas que se mantienen “básicamente” son las que establece el semáforo del Ministerio de Sanidad, con el cierre del interior de la hostelería cuando los casos por cada 100.000 habitantes a 14 días no bajan de 150. Con el fin del estado de alarma, ha comentado el vicepresidente, “hace desaparecer las medidas que afectaban a derechos fundamentales, como el toque de queda y el cierre perimetral, la prohibición de reuniones de no convivientes y los aforos limitados en iglesias”.
El vicepresidente ha subrayado que “no hay seguridad jurídica para tomar medidas al respecto”. No obstante sí que ha recordado que la incidencia de Castilla y León, en 175 podría cambiar. “Lo más probable es que se produzca un trasvase de la incidencia , llamamos a mantener la prudencia y la precaución en la medida de lo posible”, ha advertido.
De la misma manera, ha abierto la puerta a que las restricciones se relajen aún más de cara al verano, “siempre y cuando la incidencia y la ocupación de las UCIs lo permitan”. “La evolución por ahora es buena, el ritmo de vacunación es excelente, la mortalidad muy baja pero la enfermedad sigue ahí”, ha sentenciado.