El cierre de la última oficina de la Caja en el Casco Viejo de León que pone fin a casi 120 años de Historia
Fin a una época. Unicaja cierra la oficina de la calle La Rúa, con lo que el Casco Viejo de León se queda sin sucursal de la entidad financiera que no hace muchos años era el orgullo de todos los leoneses. De esta manera se pone fin a casi 120 años de Historia dentro del recinto amurallado de la vieja capital del Reino.
La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León abrió su primera sede el año 1900 en la calle Pablo Flórez, en el edificio de la Sociedad de Amigos del País Leonés. Prácticamente no tenía otro sitio para hacerlo en aquella ciudad de hace más de un siglo que prácticamente no había sobrepasado los muros fortificados romanos y el medieval de las Cercas.
Hoy, tras la decisión de Unicaja, la entidad que compró Caja España-Duero, de trasladar la cartera de la oficina a la calle Villabenavente se acaban 119 años de trabajo de la entidad leonesa en el barrio antiguo. A lo que además se suma otra circunstancia: que tanto los vecinos como los turistas no podrán sacar dinero de ninguna manera, ya que la consecuencia es que no quedará ni un sólo cajero automático de la entidad dentro de sus límites. Atrás quedan los años en que la Caja tenía hasta una flamante oficina en la plaza de la Catedral.
Fundada por la Sociedad de Amigos del País Leonés
La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, Caja León, fue fundada por la Sociedad de Amigos del País de León (que a su vez se creó en 1835) y, pese a que fue una de las más fuertes de España en el siglo XX —liderando la creación de Caja España 'absorbiendo' a dos cajas de Valladolid, la Popular y la Provincial, y las de Palencia y Zamora— fue una de las más tardías en crearse comparada con las de otras provincias.
Las Cajas tuvieron como antecedentes los Montes de Piedad creados por los monjes franciscanos en el siglo XV, para luchar contra la usura, permitiendo a los más pobres la concesión de préstamos sin interés a los más necesitados. Basándose en lo que se llamaban las arcas de limosnas o arcas de misericordia.
Pero las Sociedades de Amigos del País en el siglo XIX, basadas en el liberalismo decimonónico, creyeron necesario aprovechar una Real Orden que fomentaba la instauración de estas instituciones a nivel provincial. Sin embargo, en León tardaron dos generaciones en conseguir abrirla. Fue el 14 de marzo de 1900 como explica este estudio Histórico de la caja leonesa.
En él se explica que fue, en un principio, “una caja dirigida a minoristas”, ya que no existía en León “la gran propiedad ni la gran industria ni tampoco grandes rentas”. “La falta de tejido empresarial así como el espíritu integrador con el que nació hizo que la entidad se dirigiera a los pequeños propietarios de tierras, ganado y talleres así como al proletariado en aras de concederle el acceso a la propiedad a través del ahorro y protegerles de la usura”, viene a explicar.
Fue en la segunda mitad del siglo XX en el que Caja León aumentó su potencial económico, convirtiéndose en Caja España en 1990. Llegando a expandirse por toda España en los locos años de la burbuja inmobiliaria, concediendo créditos que al final la abocaron a la integración suicida con Caja Duero primero, en 2010, al rescate del FROB que costó mil millones de euros, y a la absorción por parte de Unicaja del banco Ceiss España-Duero en 2018 que acabó con los restos de la caja de todos los leoneses en 2018 con el pez chico comiéndose al grande.
Unicaja asegura la atención al cliente cerca del Casco Antiguo
Fuentes de Unicaja aseguran que los clientes no van a ser abandonados a su suerte. El negocio de la calle la Rúa, de León capital, pasa desde el día 17 a la de la calle Villabenavente. “Además, a poco más de doscientos metros se encuentra la sucursal de Ordoño II, esquina con calle Independencia”, indican.
El motivo para cerrar la última oficina de intramuros en la urbe legionese es que aseguran que “por lo general, los clientes no suelen elegir este barrio para hacer el grueso de sus gestiones financieras. El Húmedo es un entorno focalizado principalmente a la restauración y la hostelería, y los usuarios utilizan con mayor frecuencia sucursales situadas en la zona comercial, del ensanche y de los barrios, que tienen mucho mejores accesos en coche y parkings”.
Así, explican que alrededor del recinto amurallado Unicaja Banco tiene en las inmediaciones cinco oficinas (Ordoño II, Inmaculada, Padre Isla, Nocedo y El Egido) “y siete cajeros automáticos de última generación, que incorporan nuevas funcionalidades para hacer todo tipo de operaciones a cualquier hora del día y de la noche”.
Las entidades financieras están reduciendo su capacidad instalada a pie de calle y apostando por la digitalización, la Banca a Distancia por Internet, las aplicaciones bancarias a través de los móviles inteligentes y los pagos mediante tarjeta y los teléfonos móviles.
La clausura de La Rúa —a la que se suma también en la ciuda de León el traslado del negocio de la sucursal de Pendón de Baeza a la oficina de la calle Santa Ana, según las mismas fuentes— deja a la ciudad de León con 15 locales financieros con el logo de Unicaja.
“La tendencia de las entidades financieras en los últimos años está dirigida hacia la concentración en oficinas más grandes y con mayor dotación de profesionales, expertos en todo tipo de productos financieros. También se tiende a la especialización en los diferentes tipos de clientes”, apuntan.
“No es algo que haga sólo Unicaja, todas las entidades financieras están reduciendo su capacidad instalada a pie de calle y apostando por la digitalización, la Banca a Distancia por Internet, las aplicaciones bancarias a través de los móviles inteligentes y los pagos mediante tarjeta y los propios teléfonos móviles como Apple Pay, Google Pay, Samsung Pay o Bizum. Todos estos desarrollos tecnológicos hacen que el contacto de los usuarios con sus entidades financieras pueda ser las 24 horas al día, los 7 días de la semana”, alegan desde la entidad financiera malagueña.
Es el sino de los tiempos. El móvil se va comiendo las oficinas reales, y dentro de no mucho tiempo su Historia sólo se podrá leer en él. Como ahora sólo se puede recordar visualmente el gran cartel de Caja España en Santo Domingo en uno de ellos como el que el lector tiene en las manos picando con el dedo.