Zamora lidera la despoblación desde los ochenta en Castilla y León: pierde tres veces más que lo que cae Soria
Las cifras de habitantes desde 1980 desmontan el mantra de que la provincia soriana es la que más sufre la pérdida de vecinos: mientras la castellana cae un 12,42% (-12.769 personas), la zamorana lo hace en un 35,69% (-92.278) y la leonesa en un 15,42% (-81.549). Por contra, Valladolid ganó un 27,14% (+112.103)
Si alguien pregunta en cualquier parte de España cuál es la provincia con más pérdida de población en Castilla y León, la enorme mayoría de personas respondería sin dudar que esa es Soria. Un mantra muy extendido que es completamente erróneo, ya que esa triste realidad le corresponde a una provincia de la Región Leonesa: Zamora.
Revisados los datos del INE de población desde 1980 (a finales de 1983 se constituyó la actual autonomía de Castilla y León) hasta el último del 1 de enero de 2024, no cabe duda de que la zamorana es la que más ha sufrido la lacra de la pérdida de población con bastante diferencia con Soria: en porcentaje ha caído tres veces más, un 35,69% respecto al número de habitantes hace 44 años que la castellana, que se ha dejado un 12,42%.
En número, la diferencia es muchísimo más notoria, ya que Zamora partía con bastante más población. De siete veces más desplome la zamorana (que pasó de 1980 de 258.531 a los 166.253) que la soriana (de 100.842 a 90.070). Así la provincia leonesa se dejó 92.278 y la castellana 12.769. Es decir, ha desaparecido en Zamora toda una provincia de Soria desde la creación de la comunidad autónoma. La incidencia de la despoblación se ha de considerar más por las caídas porcentuales que por la pérdida de habitantes numeral, aunque cuando la bajada de habitantes es tan considerable como en Zamora el impacto económico es mucho mayor.
Los datos en la provincia de León son también muy negativos. Siendo en habitantes la segunda que más ha perdido desde 1980 con 81.549 menos (seis veces más caída que Soria, pasando de 529.356 a 447.807), un -15,41%. En Salamanca la caída ha sido porcentualmente menor, de un -10,67%, con 39.135 habitantes menos; pasando de 366.687 a 327.552, pero tres veces mayor que el número seco de Soria.
La Región Leonesa pierde y el resto de Castilla gana
La creación de la comunidad autónoma de Castilla y León ha supuesto un mazazo poblacional para las tres provincias leonesas en su conjunto, perdiendo casi el diez por ciento de habitantes (-9,92%), mientras que para el conjunto de las seis demarcaciones provinciales castellanas que restan de Castlla La Vieja (al desgajar de ella en los ochenta a La Rioja y Cantabria, Logroño y Santander) ha supuesto que no pierdan población (+3,06%), aunque no han ganado muchos habitantes: 42.993. Lo que contrasta enormemente con los 212.962 que ha perdido la Región Leonesa.
Aún así, la Junta de Castilla y León aún puede asegurar que la comunidad autónoma que gestiona ha perdido población desde 1980. En concreto, un -3,28% que corresponden a 169.969 personas. Eso sí, sólo sumando León y Zamora, la cifra es superior: 171.619.
Es de destacar que de las provincias castellanas cuatro pierden población desde 1980 y otras tres ganan. Y de las que bajan, salvo Soria, las otras dos están pegadas a la Región Leonesa. La siguiente provincia que más ha perdido tras Zamora en toda la autonomía birregional es Palencia. Ésta ha descendido porcentualmente desde 1980 un -16,65%, dejándose 31.574 personas. La siguiente es Ávila, con un descenso en porcentaje de un catorce por ciento (-13,96%) con 26.033 vecinos menos en su padrón. La última Burgos, tiene un -1,31% inferior de población a 1980 (con 4.080 personas menos), aunque ha aumentado habitantes en este siglo, un 2,96% con diez mil personas más que en el a`ño 2000.
Así, en porcentaje de descenso la lista quedaría por orden de pérdida encabezada por Zamora y seguida de Palencia, Ávila, León, Salamanca, Soria y Burgos. Sin embargo, en número habitantes sería Zamora, León, Salamanca, Palencia, Ávila, Soria y Burgos; las tres leonesas encabezando el desplome poblacional.
Infografía Diferencia Habitantes Región Leonesa y Castilla entre 1980 y 2024 Despoblación Datos Demográficos
Valladolid aumenta en cien mil habitantes
¿Y cuáles ganan? Pues Valladolid –la única a la que no le afecta el agujero demográfico al ser frontera con la Región Leonesa– y una sorprendente Segovia que desde 1980 aumenta en 5.134 personas (de 151.360 a 156.620, un 3,51% de aumento porcentual). Lo de la provincia pucelana –allí donde se concentran las consejerías y la presidencia de la Junta de Castilla y León, aun sin ser la capital oficial–, destaca por encima de las nueve provincias de su comunidad autónoma, porque gana un 27,14%. Es decir, aumenta en 112.103 personas (de 413.013 a 525.116), casi tantos habitantes como los que pierden León y Salamanca juntos, y más que los que se deja Zamora.
De hecho, el resto de las provincias castellanas (Palencia, Ávila, Soria y Burgos) pierden en conjunto 74.424; es decir, cuatro menos que las dos provincias zamorana y leonesa. Aún así, las seis provincias de Castilla como región ganan desde 1980 casi cuarenta y tres mil personas (42.993) en conjunto, un número muy cercano a las que perdió sólo Salamanca.
Los datos de Valladolid son sorprendentes si se comparan con los de hace cien años o al final del siglo XIX. El aumento de población es de casi un noventa por ciento respecto a 1900 (tenía 278.561) y 1920 (con 280.931), con una ganancia de unos 245.000 habitantes desde entonces. Es la única provincia que ha ido aumentando sin freno en este último siglo. Zamora y Soria tuvieron su pico de población en los cincuenta (315.855 y 161.182), y desde entonces la primera ha descendido un -47,37% y la segunda un 44,12%; desmontando de nuevo el mito de que la soriana es la que más ha sufrido la despoblación en la actual autonomía, aunque la crisis poblacional es más que similar a la zamorana ya que las dos se han dejado la mitad de la población desde entonces. La provincia de León tenía unos cuatrocientos mil habitantes a primeros del siglo XX y llegó a su pico, más de seiscientos mil en los años 60: a día de hoy ha perdido tantos habitantes como toda Castilla y León (unos 166.000).
Castilla La Vieja aumentaría en doscientos mil habitantes
Destaca también la circunstancia de las provincias desgajadas de Castilla La Vieja, Logroño y Santander. Hoy las comunidades autónomas de La Rioja y Cantabria. Los datos desde su creación como autonomías uniprovinciales son positivos, con 71.962 habitantes más la primera (+28,53%) y con 84.325 (16,56% la segunda). Todas las autonomías uniprovinciales de España –salvo Asturias, que ha caído en cien mil habitantes, un -9,28%– han ganado población, lo que podría haber ocurrido con un León Solo en vez de haber perdido el quince por ciento de su población (la mitad del descenso en este siglo XXI), o haber frenado sensiblemente su caída.
Así, si comparásemos el devenir poblacional de la Región Leonesa en 1980 con Castilla La Vieja tendríamos un descenso del -9,92% (de 1.154.574 a 941.612 habitantes) en la primera y un aumento del 9,19% en la segunda (de 2.168.365 a 2.367.645). Es decir, la vieja región castellana del norte ha aumentado en 199.280 vecinos ya que el resto castellano de seis provincias en la actual autonomía pasó de 1.407.082 a 1.450.075 (+3,06%). Así, las viejas regiones históricas muestran una cara y cruz evidentes, mientras la castellana gana doscientos mil desde la creación del Estado de las Autonomías (si se volvieran a reunir las ocho provincias), la leonesa se deja 212.962 personas en sus tres provincias en estos últimos cuarenta y cinco años.
Aragón, igual que León en 1980, hoy cuatrocientos mil más
Y sin embargo, en la conciencia de España, la región que está despoblada y con peor posibilidad es la castellana junto a la aragonesa; que siendo muy similar a la leonesa en 1980 con tres provincias y 1.193.294 habitantes (sólo cuarenta mil más) a día de hoy aumentó un 11,48% su población (sólo Teruel ha perdido tantos habitantes como Soria, unos doce mil) con casi cuatrocientos mil habitantes más que la leonesa: 1.330.334 personas.
Sorprende que nunca se piensa en el resto del Estado español (y mucho menos en Madrid) en la leonesa ni en el Noroeste de España, con un desplome poblacional tan dramático como desconocido pese a que lo que los datos confirman una y otra vez que se está produciendo un desastre de monumentales consecuencias de cara al futuro de los pocos (y viejos) habitantes que queden en ella.
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Las provincias castellanas aceleraron su recuperación en el siglo XXI
Las cifras son contundentes. Castilla recupera población aún de forma más acelerada en el siglo XXI mientras que la debacle en la Región Leonesa continúa su descenso sin freno.
Los datos del padrón del INE desvelan que en lo que llevamos de siglo la población de la provincia de León se desplomó en 48.000 habitantes (un -9,67%, casi la mayoría de ellos en la última década), Zamora 35.524 (-16,61%) y Salamanca 22.200 (-5,81%), mientras que Valladolid ganó 27.784 (+5,59%), Burgos 10.354 (+2,96%) y Segovia 9.000 (+6,09%). Incluso Soria frena sensiblemente su despoblación, ya que en los últimos cinco años la ha ido ganando, perdiendo tan sólo en este siglo el -1,31% de sus habitantes, unas 1.200 personas. Ávila (-3,11%, unos cinco mil menos) y Palencia (-10,38%, unos dieciocho mil) sí que pierden población, pero ralentizan la caída.
Destaca el hecho de que las tres leonesas (-103.659) perdieron más habitantes que toda la autonomía (-81.161), lo que implica que las seis castellanas en conjunto han ganado 22.487 personas en su padrón, desmontando el mito de que la pérdida poblacional es común en toda la Comunidad.
En total, la Región Leonesa tenía a 1 de enero de 2024 un total de 941.612 habitantes (cuando en el 2000 estaba en 1.045.271) y la castellana 1.450.75 (1.427.597 hace 24 años). La actual autonomía de Castilla y León ha pasado de 2.474.868 a 2.391.867 personas en su censo en este siglo. La frase de “Castilla y León, un modelo de éxito” del presidente Alfonso Fernández Mañueco parece ser sólo para una de las dos regiones que la componen.