Los vecinos de un pequeño pueblo de la Montaña Oriental leonesa reclaman el arreglo de su plaza
Siete familias que residen en la localidad de Tejerina, un pequeño pueblo de la Montaña Oriental leonesa perteneciente al municipio de Prioro, denuncian el estado en el que se encuentra la plaza en la que viven, y que representa un grave peligro para los habitantes más mayores, carritos de bebé y personas con movilidad reducida.
Se trata de la Plaza de la Corralada que, después de cementarse hace más de 40 años y por los propios vecinos, se encuentra en la actualidad en muy mal estado y con el hormigón “destrozado”.
Los vecinos denuncian caídas de varias personas, especialmente aquellas con movilidad reducida, y aseguran que la situación impide a los vecinos “circular, caminar o salir de las casas sin miedo”.
Varios vecinos tienen ya más de 70 años, y algunos se acercan al siglo de vida. Otro de los casos de vecinos afectados se trata de una persona con un 78% de discapacidad. “Tienen que desplazarse como pueden, cuando se atreven a ir a su pueblo”.
“Necesitamos una urgente solución a tantísimos años conviviendo con el mismo problema y reclamamos al Ayuntamiento de la Montaña Oriental leonesa que actúe”, reclaman, recordando que el exalcalde del municipio decidió hacer la canalización de las aguas pluviales para desviarlas hacia el río “con la firme promesa de continuar y proceder al arreglo definitivo de la calle y la plaza mediante el asfaltado pero pasan los años y seguimos esperando.
Del mismo modo, critican que se de “prioridad al asfaltado de otras calles que no requieren de tanta urgencia ni necesidad”. A pesar de haberle remitido al Consistorio un escrito recordando la situación de la plaza, los vecinos dudan de que se solucione ya que el Ayuntamiento argumenta que “no hay dinero y tenemos que esperar alguna subvención”, afirman los vecinos.
Estas familias afectadas aseguran que están decididas a encontrar una situación, planteándose acudir a diferentes administraciones como la Junta de Castilla y León, Gerencia de Servicios Sociales, Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Instituto de Mayores o a Servicios Sociales para dar a conocer su “impotencia” y conseguir que “personas con especial dificultad puedan vivir con dignidad en su pueblo, el tiempo que la vida nos permita”.
