El cementerio del desaparecido pueblo de Lodares estrena su cierre en la víspera de Todos los Santos
Medio centenar de personas, entre nacidos y descendientes del pueblo de Lodares (sumergido bajo las aguas del embalse del Porma), participaron este viernes, en la víspera de la festividad de Todos los Santos, en el estreno del nuevo cerramiento del cementerio, una medida tomada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) tras una larga reivindicación de la población oriunda para evitar que afloraran restos humanos a la superficie.
El nuevo cierre respeta escrupulosamente la construcción originaria, que data de 1832. La construcción en los años sesenta del embalse del Porma supuso la inundación de varias localidades del entorno, si bien el cementerio de Lodares quedó teóricamente a salvo de sumergirse totalmente. Fue, sin embargo, el posterior trasiego de ganado por la zona lo que alteró la situación del camposanto hasta remover restos humanos.
La secretaria de la Asociación Amigos de la Montaña del Porma, Paulina González, fue la primera en tomar la palabra para agradecer a los asistentes su presencia, con una intervención previa al responso del párroco de Puebla de Lillo, Don Patricio.
‘Lodares, in memoriam’ es la inscripción que reza en la placa ubicada sobre el muro de piedra de la nueva entrada al cementerio. Y el acto concluyó con unas palabras del socio más antiguo de Amigos de la Montaña del Porma, Benito Huerta. “Se cumple un deber democrático, de memoria, de reparación y de justicia, y devuelve, ahora sí, la dignidad a nuestras más profundas raíces y, sobre todo, a quienes están aquí enterrados”, sentenció Huerta.