García-Prieto, el expresidente de la Diputación de León que vuelve a cobrar un sueldo 'privado'

El concejal de Empleo, Promoción Económica y Educación en el Ayuntamiento de León, Javier García-Prieto, dejará de cobrar la dedicación exclusiva por su trabajo en el Consistorio al renunciar a la misma, según se ha conocido este lunes en el Pleno ordinario del mes de enero.

El veterano político del Partido Popular, de 64 años, vuelve a trabajar al sector 'privado' al incorporarse a su puesto en la Cámara de Comercio e Industria de León, donde tiene su plaza de vicesecretario general y trabajaba desde 1982 hasta su incorporación a la política. Sustituirá en las funciones al veterano Antonio Díaz Carro, hasta ahora secretario general de la Cámara de León que se ha jubilado.

García-Prieto es uno de los políticos leoneses más singulares por su peculiar trayectoria, desempeñando entre 2003 y 2007 el puesto de presidente de la Diputación de León. Llegó al cargo tras el hartazgo interno con su antecesor, José Antonio Diez Diez, y fue depuesto del mismo por su sucesora, la fallecida Isabel Carrasco. La que fuera presidenta del PP maniobró para apartarlo y hacerse ella con el cargo de máxima mandataria del Palacio de los Guzmanes, que mantuvo hasta su muerte a tiros en 2014.

El concejal se incorporó a la política en 1995 al ser designado secretario general de la consejería de Turismo de la Junta de Castilla y León. Entre 1999 y hasta el 2007 fue concejal en el Ayuntamiento de León, año en que tras dejar la Diputación se fue como procurador autonómico en las Cortes hasta el 2015. En ese año se incorpora a las listas de Antonio Silván al Ayuntamiento de León, obteniendo su acta de concejal y sus actuales funciones. Pese a la renuncia a la dedicación exclusiva no renuncia ni al acta ni a sus funciones de concejal delegado, que compatibilizará con su trabajo en la Cámara.

Sindicalista de carné, y de pago de cuota anual, y profesor asociado de economía en la Universidad de León, García-Prieto estuvo imputado en el llamado caso 'Caja España', hoy archivado. La justicia investigaba un presunto trato de favor al expresidente de la entidad, Santos Llamas, en la concesión de créditos al empresario constructor y el político leonés formaba parte del consejo de la entidad que aprobó esas millonarias pólizas. El caso decayó al considerar el juez prescrito los posibles delitos que se habrían cometido aunque se ha presentado recurso ante el Supremo por la acusación popular.

También relacionado con la extinta Caja España está la otra polémica que ha afectado a García-Prieto, aunque en este caso en clave interna. Isabel Carrasco intentó echar a su antecesor del Partido Popular cuando éste fue citado a declarar en el llamado 'caso de los kilometrajes'. La expresidenta estaba acusada de cobrar dietas de la entidad financiera y a la vez acudir en coche oficial de la Diputación. 26 cargos del partido, algunos todavía con puesto, acusaron por entonces (2013) a García-Prieto de “comportamiento tan preocupante como reprobable” por aceptar ir de testigo a la causa, suponiendo que su testimonio perjudicaría a la expresidenta asesinada.

Las malas relaciones entre Carrasco y García-Prieto tuvieron su momento cúlmen cuando la expresidenta del PP puso su propio cuadro en la galería del Palacio de los Guzmanes, antes de que estuviera colocado el de su antecesor. Aún a día de hoy su cuadro no figura entre los mandatarios que han pasado por la casa, junto a los del 'interino' Emilio Orejas y el imputado Marcos Martínez Barazón.