Nos alabamos como leonesistas, nos recrecemos en los medios, internet a tope, pero, o no tenemos predicamento, o no sabemos jalearnos para ir en verdad hacia adelante, por el camino justo hacia el autogobierno. Sin juego de palabras: ¿Hacia dónde vamos?
Desde el Informe IAL (Iniciativa Autonómica Leonesa), que justificaba el autogobierno para los leoneses, en números y en esencia para los que estamos sometidos en el ente autonómico, y cuyos promotores no escatimaron esfuerzo para darlo a conocer y avivar el deseo de libertad autonómica en los leoneses, resulta que, más allá de algún corrillo bienintencionado, los que nos llamamos leoneses, demasiados cabizbajos como pueblo, y a veces parece que sometidos, incluso bajo el mando de los Kapos, que diría Cheva, los colaboracionistas, tal parece que preferimos estar con la pata quebrada por el cepo autonómico, que salir a defendernos.
Sí, sí, lo sé… ¡No hay líder, a la vista!
Llevamos años aprobando Mociones por la Autonomía Leonesa en los municipios de las provincias de León, Zamora y Salamanca, desde que, en el de Legio presentada por UPL, fuera aprobada. Pero ni el PP ni el PSOE (con el socialista Cendón a la cabeza, y encabezonado en que no), se han dignado tomar en cuenta el deseo del pueblo. ¡Justo lo que se expresa en las Mociones! Por supuesto con tal marchamo, y más si cabe, en la que también favorable tuvo lugar en la Diputación provincial de León. ¡Hoy quieta y arrinconada!
Cuando UPL anunció que iba a pedir que a través de las Cortes de Castilla y León se facilitara la ejecución de un referéndum en la Región Leonesa, para conocer la voluntad de desvincularnos del ente, resulta que pronto salieron los detractores, entre los que nos consideramos leonesistas, entendiéndolo como no práctico, ni conveniente. Puede que muchos hasta hayamos dudado, pero todos debemos saber que la quietud, es sometimiento, y de ésta tenemos ya poso más que sobrado.
No admiten a trámite el referéndum
Ya está la repuesta política. Ha surgido del ente autonómico, de la Mesa de las Cortes: ¡No se admite a trámite! PP y Vox, son mayoría y lo han determinado aunque el PSOE, se haya abstenido, tal vez pensando: ¡Para que mojarse! Hay que cuidar en León el caladero de votos, si es que quieren llegar a presidir la autonomía. En estos momentos, Cendón no funciona ni a rebufo, pero tiene la cizaña sembrada.
Con todos los respetos que mi condición de leonesista me demandan debo decir: veo a UPL un tanto con apariencia bicéfala. No tengo pruebas ni de que sea así, ni tampoco de que haya equipos preparados para acometer una supuesta hoja de ruta. Ya hay que arriesgar, no es cuestión de templanza y permanecer, más pronto que tarde se ha de ir al 'ser o no ser'.
Analizar si esto es bueno y conveniente, no toca hoy. Y además tengo mis dudas. Pero tampoco veo a la formación saliendo a la calle (provincia y región) con mensaje definitorio de una situación y como consecuencia de ella unos procedimientos a emprender.
A este respecto, pongo la mirada y la atención en el contenido del libro de Bernardo García Angulo, Autonomía Leonesa. Y de modo especial en el subtítulo: Vías legales para conseguirla. Ahí están las claves de las rutas. Toca priorizar.
Y personalmente, aunque con todas las cautelas del mundo, me atrevo a decir que está funcionando, si no como libro de cabecera, sí como asesor permanente en algunos miembros, o, en pareceres en la formación leonesista. La pregunta que anuncio, pero no formulo, luego va de retórica dado que lo esperado es que nadie conteste, no es otra que: al menos, oficiosamente cuentan con él; acaso con el libro y no con el autor, para tomar decisiones de vías y procedimientos para salir del ente.
Y va a tenor de que la consulta, referéndum, planteada en la Mesa de las Cortes autonómicas, es, para mí, un indicio de que sí. Se ha despejado una incógnita ya. Y puestos a ello me pregunto: qué dirá el autor a lo añadido a tal negativa, eso de que es “jurídicamente imposible por la ausencia de reglamento…” que habrán soltado, a buen seguro, los Servicios Jurídicos a sueldo del ente, o acaso ni eso. Y los procuradores de UPL, qué.
Por supuesto el libro, y la operatividad legal que recoge da para mucho más. ¡A su tiempo! Pero sin demasiada pausa. ¡Que nos morimos por el camino!