La conjura contra Nerón por la que León celebra en una fecha 'falsa' el Natalicio del Águila de la Legio VII Gemina
La segunda legión acantonada en el campamento romano que dio siglos después lugar a la ciudad es una de las pocas de la que se 'sabe' el día exacto de su fundación hace 1957 años. Sin embargo, la onomástica conocida es realmente una declaración política de Galba para justificar la legalidad de su reclutamiento
Recreación de la entrega del Águila a la Legio VII por parte de Galba en la fiesta del León Romano. Campillo / ICAL
León celebra una fiesta romana muy peculiar. De pocas legiones de Roma se conoce el día exacto de la recepción de las enseñas que le daban naturaleza de unidad militar de élite. Y precisamente una de las dos que estuvo acantonada en Castra Legio, el campamento de la legión que dio lugar a la ciudad, es una de ellas. Las estelas encontradas en Villalís de la Valduerna certificarían el ob natalis aquilae [el 'Natalicio del Águila'] el III idus junias, o, lo que es lo mismo, el 10 de junio del 68 después de Cristo.
Es decir, que la propia legión, en dos monumentos fechados en el año 193 y 197 después de Cristo se congratulaba de haber sido creada ese día, y por ello los leoneses –cuyo natalicio es legionense, precisamente por el campamento militar romano– aprovecharon en el comienzo del siglo XXI (2001) esta para comenzar celebrar su pasado romano. El primer desfile por la ciudad se produjo hace veinte años, en 2005, con la participación de ProMonumenta y unos pocos recreadores romanos que salieron de la Casa de las Carnicerías (donde se efectuó una pequeña exposición de equipamiento militar romano) para desfilar por la Calle Ancha y volver hacia las murallas en la zona de la carretera de los cubos.
¿Pero es correcta esa fecha? ¿Si es tan raro que se sepa cuál fue el día exacto de recepción de las enseñas, de puesta oficial en marcha de una legión romana –cuando hubo medio centenar de ellas–, qué tiene de excepcional la Legio VII para que se sepa? Pues que fue protagonista principal de la conjura contra uno de los emperadores más conocidos de la antiguedad: Nerón Claudio César Augusto Germánico (que de nacimiento se llamaba Lucio Domicio Enobardo), que se suicidó el 9 de junio del 68 después de Cristo.
Un desfile del Natalicio del Águila. Uribe
La muerte del emperador Nerón fue justo el día antes del cumpleaños de la Legio VII Gemina (entonces Galbiana). ¿Casualidad? No se la crea el lector.
El complot contra Nerón
Pese a ser un emperador bastante bien considerado por la plebe (no, no tocó la lira viendo cómo ardía Roma porque estaba esa noche en una villa a decenas de kilómetros de distancia), el prestigio del principado de Nerón fue decayendo entre la élite romana por sus excesos familiares.
“Lo cierto es que Nerón fue muy popular en vida y después de muerto le ponían flores a diario en su tumba. Durante un tiempo existió la creencia de que seguía vivo, que había logrado huir y que volvería algún día. Sus sucesores se cuidaron bien de mantener su memoria para ganar popularidad”, comenta el arqueólogo leonés Emilio Campomanes en un capítulo titulado 'El largo año de los cuatro emperadores' en el libro Historia Militar de la Antigua Roma, Campañas militares y batallas críticas de la República y el Imperio Romano escrito junto a grandes historiadores romanos como Julio Rodrígez, José Ignacio de la Torre y Luis Amela y coordinado por Francisco José Gómez.
En el año 68 Roma había llegado al millón de habitantes y cumplía bien con el abastecimiento del pueblo, que como se ve lo tenía en muy buena estima. Perolos historiadores romanos, unánimemene, retrataron al último emperador de la dinastía Julio-Claudia, “como un tirano caprichoso, extravagante y cruel en sus castigos, al que se le acusa de instaurar un régimen de terror en sus últimos años”, continúa Campomanes.
Éstos, “en especial Suetonio, especialista en los peores cotilleos”, contaron “todo tipo de aberraciones en su comportamiento” para justificar su caída. “Lo cierto es que Nerón perdió el apoyo de los senadores y se ganó la hostilidad, en el año 65 hubo un complot importante que desató una dura represión y alcanzó al círculo íntimo del emperador. Les costó la vida , entre otros al filósofo Séneca y a su sobrino Lucano”, apunta el arqueólogo.
Recreadores del Ala II Flavia Bergidum. Campillo / ICAL
En el 68 se sublevó Julio Vindex, el gobernador de la Gallia Lugdunensis. Pero cuenta Emilio Campomanes en su artículo que “no tenía el pedigrí suficiente” para ser emperador de Roma, y que buscó aliados y consiguió uno en Servio Sulpicio Galba, el gobernador de la Hispania Citerior, la Tarraconensis.La única legión que tenía controlada, era la Legio VI Victrix, acantonada en lo que es hoy la ciudad de León. “Un ejército muy pequeño, con algunas unidades auxiliares que, con suerte, alcalzarían los 7.000 efectivos”, calcula el historiador leonés.
“Cuando llegó el ofrecimiento de Víndex, Galba era un anciano de 71 ó 72 años, no tenía hijos a quien dejar el trono y si fracasaba le esperaba una muerte terrible. Todo indica que al septuagenario Galba no le gustó la idea de la insurrección, o al menos los historiadores romanos nos transmiten su oposición Mientras que influyó a favor de la sedición el comandante de la única legión de su provincia, lllamado Tito Vinio, que sería su segundo al mando y personaje indispensable en esta parte de la historia”, relata Campomanes. “No es posible saber si las reservas de Galba son ciertas o fingidas, como en otros casoss. El caso es que Nerón no se fiaba nada de él y envió unos agentes a asesinarle, que fueron descubiertos. Sería el empujón definitivo que despejaría todas sus dudas para unirse a la insurrección”.
El campamento del Natalicio 2024 en el patio de la Casona de Puerta Castillo, donde está situado el Centro de Interpretación Romano de Legio (León). Uribe
Y entonces la rebelión se extendió con el levantamiento de Clodio Macro en el norte de África, pero éste no se entendió ni con Víndex ni con Galba. Mientras, Nerón ordenó al gobernador de Germania Superior, Verginio Rufo, ir contra el primero, que sumaba unos cien mil hombres, y en Vesontio (la actual Besançon, en Francia) lo vencieron, teniendo que suicidarse el primer conspirador. “Con la euforia de la victoria, las legiones germanas proclamaron emperador a su comandante, que no aceptó de ninguna manera. Aún así, este tipo de movimientos levantaba sospechas”, expone el arqueólogo ahora profesor en el Instituto Lancia de León.
La falta de popularidad de Nerón en el Ejército le hizo volverse paranoico. “Veía enemigos por todos los lsados y entró en un estado de paranoia”. Depuso a los cónsules y reclutó sus propias tropas de marineros, gladiadores y esclavos, continúa apuntando Campomanes en su libro. Y, claro, declaró enemigo público a Galba. Éste se encontraba en una pésima situación con su principal aliado derrotado y esperando a que le cortaran la cabeza las legiones germánicas que se llevarían por delante a su legión y a la que ésta estaba entrenando con hispanos: la Legio VII, que denominaron Galbiana.
Un recreador de Servio Sulpicio Galba paseando por las calles de Legio (León). Campillo / ICAL
Todo muy negro para su futuro. ¿Pero cómo libró? Pues porque fue más listo y envió “agentes a Roma que maniobraron con rapidez. Negociaron con el comandante de la Guardia Pretoriana o más bien compraron la lealtad del prefecto del pretorio, quya que eran la principal fuerza militar en Roma. El anciano exgobernador prometió una generosa gratificación económica a los soldados, así que, a partir de ahí, el prefecto se comportaría como uno de los fieles de Galba”, desvela el arqueólogo.
También convencieron al Senado, que terminó dándole la vuelta a la situación política y terminó declarándole a él enemigo del Estado nombrando a Galba emperador. “A comienzos del mes de junio Nerón ya había perdido el poder. Huyó de Roma disfrazado, tal vez hacia Egipto, ya que Oriente parecía aún fiel. En su refugio le llegaron las noticias de la declaración del Senado. Nerón, acorralado, se sucidó el 9 de junio”, resume el historiador que deja deslizar en su artículo una hipótesis muy interesante sobre que la preparación de Galba de esta situación es menos casual de lo que parece.
¿El Natalicio de la Legio VII un día después de la muerte de Nerón?
Pues sí. La fecha está convenientemente escogida. Esta es la clave. Ya en la tesis de Juan José Palao Vicente, Legio VII Gemina (Pia) Felix, Estudio de una legión romana éste indica la “afortunada casualidad” de la fecha de las estelas de Villalís que nos cuentan cómo se creó la Legio VII por Servio Sulpicio Galba.
El profesor de Historia Antigua de la Universidad de Salamanca lo explica así: “Como se ha comentado, los datos aportados por Suetonio, Plutarco y Dión Casio sitúan la muerte de Nerón el 9 de junio del año 68. Ese mismo día Galba fue elegido emperador por el Senado, aunque no conoció la noticia hasta días más tarde. En función de estos antecedentes, no parece una casualidad que la fecha del natalicio de la legión mencionada en la documentación oficial sea precisamente el día siguiente a la proclamación oficial de Galba como emperador por el Senado, inmediatamente después de la muerte de Nerón”.
[NOTA ACLARATORIA: pese a que la mayoría de las personas sigue creyendo que la ciudad leonesa celebra estas fechas con la fiesta del Léon Romano la onomástica de su fundación, ésta como urbe no 'nació' aquel IIII idus iunias (10 de junio) del año 68. Ni la 'fundó' la Legio VII, otro error muy extendido. En realidad, el montículo donde se ubica el casco viejo de la capital de la provincia se ocupó casi un siglo antes, al crear el campamento la primera de las dos legiones que se acantonaron aquí, la Legio VI Victrix. Esta es la que en realidad levantó el campamento el 29 antes de Cristo. La sustituyó en el recinto campamental la ya Legio VII Gemina en el 74 después de Cristo. Para hablar de la fundación real de la ciudad dentro de las murallas de los cubos, hay que esperar hasta una fecha indeterminada entre el final del siglo IV y el V cuando desapareció la unidad militar, ya que no se la podía considerar así sino que hasta entonces era un campamento castrense. A lo largo del tiempo el nombre en latín de Castra Legio(nis) pasó a Legio(nis), Legione (léase la 'g' gutural y no como 'j'), derivando en lengua romance a Leione y al final a Llión en asturleonés y a León en castellano. En resumen: la fiesta del Natalicio del Águila NO es el 'cumpleaños' de León, pero sí de su legión más famosa]
“Esta fecha oficial posee un significado muy concreto y no es otro que el de otorgar a la legión el carácter de iusta legio o, lo que es lo mismo, su reconocimiento como legión oficial dentro del marco legal romano. No debe olvidarse que el nacimiento de toda legión estaba supeditado a la decisión del emperador como jefe supremo de todos los ejércitos romanos; a él correspondía, 'la creación de toda nueva unidad, la recaudación de impuestos, iniciar la guerra y concluir la paz, y dirigir siempre y conjuntamente a los soldados extranjeros y las legiones', en palabras de Dión Casio”, precisa Palao en su libro basado en su tesis doctoral.
Recreadores que bien podrían representar a los veteranos de la Legio VI Victrix, la primera acantonada en León Campillo / ICAL
“La fundación de una nueva legión por Galba –cuando todavía no era emperador y estaba declarado oficialmente enemigo público por el Senado– habría supuesto, además de un delito, el no reconocimiento oficial de la nueva tropa por parte del Estado romano. Con el natalicio del aquila el diez de junio del año 68 se salvaba este problema, pues la legión se aseguraba su reconocimiento oficial como iusta legio, pudiendo prestar el sacramentum o juramento sagrado al nuevo emperador, símbolo de su fidelidad al gobernante y al pueblo romano”, explica Juan José Palao.
Y esta es la clave de por qué León celebra su fiesta romana con una fecha falsa. Para Juan José Palao “esta coincidencia de fechas entre el acceso al trono de Galba y el nacimiento de la legión plantea la posibilidad de que se trate de una adaptación a posteriori del verdadero momento de su fundación, que muy posiblemente tuvo lugar con anterioridad a esta fecha ”conmemorativa y redefinida a posteriori por Galba, primero, y por Vespasiano después“.
Consagración de la Legio VII en la fiesta del Natalicio del Águila. Campillo / ICAL
Además el historiador de la Universidad de Salamanca indica otra cosa que no se suele tener en cuenta de la legión galbiana entrenada por la Legio VI Victrix, que no fue alistada y entrenada en León. “Independientemente de estos problemas legales, los acontecimientos parecen señalar que la legión se encontraba con su fundador en Clunia durante los primeros momentos de su vida, siendo muy probable que hubiese sido en ese lugar donde se configuró como tropa romana”, expone señalando a esa ubicación hoy en la actual provincia de Burgos.
La Legio VII acompañó a Galba a Roma, y se comportó en el año 68 como una legión golpista, que terminó premiada con un 'funcionariado' en obras públicas al ser devuelta al recinto de Castra Legio de su unidad madrina unos años después, en el 74, por Vespasiano; tras haberla tenido acantonada en el limes germanicus. Mal lugar para una legión de este tipo, como confirmó la historia romana posterior.
Mejor lejos, en Hispania. Y ahí estuvo hasta el siglo IV, aunque en la Notitia Dignitatum del 409 después de Cristo (siglo V) se la mencionara acantonada como septimani en Legione. Pero el misterio de cuándo dejó de ser operativa y desapareció es otra historia...
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