El presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), Javier Cepedano, ha anunciado este jueves su deseo de cesar en el cargo de representante de la patronal en la provincia de León de manera inmediata y tan solo unos meses antes de que finalice su mandato y se celebren elecciones, tras su fracaso en el intento de representar a los Economistas de León que prefirieron como decana y por una importante mayoría a María Díez Revilla.
Cepedano ya ha trasladado a la Junta Directiva de la patronal su decisión, que se ratificará en una Asamblea el próximo jueves 23 de marzo, en la que previsiblemente también se aprobará quién lo sucede hasta enero cuando se celebren los comicios. Por ahora el nombre es una incógnita que no ha querido despejar aunque ya suenan nombres como el del constructor Juanma Vallejo que fuera durante años la mano derecha del condenado por corrupción José Luis Ulibarri en el quebrado Grupo Begar.
El todavía presidente de la patronal leonesa deja su cargo “después de 14 años, 5 meses y 14 días” con la “conciencia muy tranquila” tras haber hecho “todo lo que estaba en la mano para defender el mundo empresarial y la economía de la provincia”. Cepedano trasladó este deseo “agradecido y orgulloso por el trabajo realizado” en la “experiencia maravillosa” que ha supuesto para él “estar al frente de las empresas de la provincia”.
Recordó su llegada a la dirección de la Fele en 2008 “en un momento muy complicado”, en medio de “en una crisis financiera desarbolada donde el mundo empresarial estaba en unos problemas gravísimos y también Fele”, pero “tras un periodo bastante largo en momentos determinados”, destacó que “se procedió a intentar ajustar plantilla, buscar el equilibrio presupuestario y buscar la senda de crecimiento”.
En su repaso de su paso por la Fele, Javier Cepedano expuso que en el año 2015 “la actividad se estabilizó y comenzó el crecimiento”, ante lo que se mostró “orgulloso de haberlo conseguido” y de que la patronal “se posicionase en el centro de la economía y la sociedad leonesa”. Para ello, “se modernizó la organización apostando por la innovación, la transformación digital y una mayor visibilidad y transparencia”. De igual manera, “se incorporó al mundo joven con la Asociación de Jóvenes Empresarios y a las mujeres con la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de León”.
Fue en 2020 cuando se produjo “un bajón” en el que la pandemia de coronavirus “apartó todo”. No obstante, “si algo tuviese que recordar de esos momentos, fue lo que más me pone los pelos de punta”, resaltó , al tiempo que detalló que “el estado de alarma nos hizo más grande y nos posicionó más al mundo empresarial de la provincia”.
“En definitiva, en estos años hemos vivido todo tipo de situaciones, pero lo más importante es que en los momentos más difíciles nos hemos mantenido como elemento referente seguridad para las empresas”, concluyó Javier Cepedano, para quien “hay momentos en la vida en los que hay que tomar otros caminos”, con la intención de dedicar más tiempo a su familia, si bien mantendrá sus cargos en el Consejo Social de la Universidad de León y la Cámara de Comercio.
Balance de 2022 y previsiones para 2023
La Federación Leonesa de Empresarios aprovechó su comparecencia para anunciar su cese para exigir “un entorno institucional favorable a la actividad empresarial”, así como que “cesen las hostilidades del Gobierno con el mundo empresarial y entre los gobiernos de distinto color”, algo que lleva a “una inseguridad jurídica” debido a “los ataques y la intromisión” del mundo político “en la toma de decisiones empresariales”.
Así lo trasladó durante su balance de la situación económica de la provincia, para lo que valoró el cierre del ejercicio 2022 y avanzó sus previsiones para el 2023, un año “marcado por los procesos electorales que condicionarán mucho las consecuencias empresariales en función de los resultados”, lo que hará que la economía “puede retraerse o actuar de manera mucho más expansiva con más posibilidades de desarrollo”.
No obstante, Cepedano descartó una recesión económica “gracias a la moderación de los costes energéticos, la gran mano que echarán los fondos europeos y el mantenimiento del consumo”, lo que permitirá “contrarrestar el impacto del incremento de los tipos interés”, mientras que “la situación financiera pública, junto al panorama geopolítico podría desacelerar el empleo y el incremento de actividad económica”.
En base a “todo lo que se puede ir produciendo”, Fele estimó un crecimiento económico en la provincia de León del 0,8 por ciento. Para mejorar estas cifras, pidió “bajar la presión fiscal, contener el gasto público, colaboración público privada sin dejar de lado los servicios más eficientes, que los fondos europeos ”lleguen abajo, a la economía real“, que ”neutralidad respecto al Diálogo Social y la negociación colectiva“ y que se implementen ”políticas de apoyo al I+D+i y a la digitalización del sector productivo“.
La patronal también apostó por líneas de actuación que promuevan la Formación Profesional Dual, “una herramienta que va a mejorar la competitividad y el empleo de los jóvenes para poder cubrir 1.500 vacantes existentes en la provincia a cierre del año”, por lo que es “fundamental” su incorporación en el mundo empresarial, “para lo se necesita el compromiso de la administración”. De igual manera consideró necesario “potenciar el sector industrial”, al considerar que “es el que incrementa el valor añadido a la provincia y al crecimiento económico”.
Ejercicio pasado
En su repaso al ejercicio de 2022, que comenzó con “una sensación de bonanza tras años malos por la pandemia”, detalló que “se fue torciendo con la guerra de Ucrania, la inflación, los problemas con materias primas y los ataques contra la libertad empresarial por parte de algún Gobierno”, lo que “impidió avanzar todo lo rápido que hubiera gustado y limitó poder desarrollar todo lo que se pretendía”. Pese a ello, “el esfuerzo empresarial ha continuado para adelante y las empresas han conseguido mantener la actividad y estabilizar el empleo”.
Así, la provincia de León cerró el pasado año con 8.400 personas menos en las listas de desempleo, lo que supone una tasa del 7,8 por ciento, frente al 12,8 nacional. Sin embargo, las “deficiencias de carácter estructural” provocan que “haya menor población en edad de trabajar, más envejecimiento y personas que se ven obligadas a buscar un puesto de trabajo fuera provincia”. El 2022 cerró con 198.600 personas en disposición de trabajar, 3.000 menos finales 2021, y con 192.200 inactivos, 1.200 más que el año pasado.
También se perdieron 3.500 personas en los datos de población, mientras que existen 756 autónomos menos, lo que supone un descenso del 2,2 por ciento y hace un total de 36.000. No obstante, se produjo un incremento con la creación de 61 nuevas empresas, lo que hace que existan 3.067 dadas de alta.
Para Javier Cepedano, los “grandes inconvenientes por los que no ha habido un desarrollo deseado” paran por “cargas impositivas cada vez más importantes en la estructura de una cuenta de resultados del mundo empresarial”, el “disparatado incremento del gasto público y social” y la “preocupante situación de Castilla y León”.
Una preocupación que, según apuntó, se centra en el Diálogo Social, “un instrumento reconocido en el estatuto de autonomía”, por lo que llamó “a la reflexión profunda”, así como a la desaparición del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla), lo que “amenaza la estabilidad laboral y solo serviría para aumentar la conflictividad”.
A ello se suma la “carencia de infraestructuras en la provincia de León”, donde “se siguen manteniendo retrasos en obras comprometidas y prometidas”, frente a lo que depositó su esperanza en que “los proyectos anunciados como inminentes no sean un simple compromiso electoral”. De igual forma, consideró “totalmente necesaria la participación e incorporación de la provincia” en el Corredor Atlántico.
“Estas circunstancias condicionan mucho el devenir empresarial de León, sobre todo en el aspecto de la negociación colectiva, porque se podría llegar a acuerdos que pongan en peligro viabilidad empresas”, advirtió Javier Cepedano.