El alcalde de León, resignado con la apertura comercial de seis domingos más

Resignación. Eso es lo único que le queda al alcalde de León, Emilio Gutiérrez, ante la obligación impuesta por la Junta de Castilla y León de que el comercio de la ciudad tenga que abrir otros seis domingos más al año tras haber sido declarada Zona de Gran Afluencia Turística, a pesar de que la propuesta municipal consensuada limitaba los días y sobre todo al Casco Histórico el área de aplicación de esa norma que tiene soliviantadas a todas las asociaciones de pequeño y mediano comercio de la capital.

“Hemos hecho lo que hemos podido”, reconoció el regidor, quien insistía en que “la decisión la han tomado otras administraciones” -en referencia a la Junta- y en base a unos criterios impuestos por el Gobierno de España, que no entró a reconocer, referidos a que León supere o no las 600.000 pernoctaciones anuales, como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Gutiérrez recordó insistentemente que el Ayuntamiento “defiende el comercio” e hizo sus deberes en plena sintonía con el Consejo de Comercio, la Cámara de Comercio y las asociaciones de la ciudad, para tratar de impedir una decisión que los empresarios de pymes leonesas rechazan de plano. Pero el rechazo de la Junta no les dejó parados, insistió, y se presentaron alegaciones. Alegaciones que tampoco sirvieron finalmente de nada.

Entre esas gestiones, el alcalde de la ciudad afirmó que “he hablado con el consejero de la Junta de Castilla y León”, en referencia a Tomás Villanueva, e incluso en varias ocasiones. De ahí que la resignación ante el fracaso de tales intentos sea lo único que le quede no sólo al equipo de Gobierno del Ayuntamiento leonés como a los propios comerciantes que se consideran gravemente dañados por la medida que entrará en vigor el año que viene.