Un nuevo proyecto impulsa el 'renacimiento' de la mítica revista Tierras de León, anquilosada tras 60 años

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“La tierra siente cuando yo la canto. /

La tierra es bella, silenciosa, fría /

y el hombre es el dolor; y yo quería /

sonar a hombre sin sonar a llanto“.

Corre el año 1961. Acaba de nacer por impulso de la Diputación de León, que preside José Eguiagaray, un hito de la historia editorial de la provincia. Tiene forma de revista y se bautiza como 'Tierras de León'. Y el poeta leonés Antonio Gamoneda se estrena en ella con el arranque del soneto que arriba aparece, uno de los tres que le publican al que hoy es reputado Premio Cervantes leonés.

Tierras de León ha documentado durante 60 años, y de paso es, la historia de la provincia. Pero se ha anquilosado. Nacido con afán de publicación periódica, al menos para sacar nuevo número una vez al año, hace tiempo que no cumple ese cometido. Tampoco el de dedicar cada número a una amplia selección de asuntos, no sólo culturales sino también científicos, etnográficos, sociales, incluso económicos. Sus últimas y erráticas ediciones en los últimos años han sido irregulares monográficos y además 'viejunos'. Basta ver que su aspecto lleva siendo esas seis décadas el mismo.

Por todo ello, ahora la Diputación está promoviendo un 'renacimiento' del proyecto. “Un cambio total para conseguir volver a contar con una publicación cultural pero también académica y divulgativa”, defiende Emilio Gancedo, escritor, periodista y actualmente coordinador de Proyectos y Actividades Culturales del Instituto Leonés de Cultura (ILC) de la Diputación. Un proyecto que abandera el dinámico vicepresidente del Instituto y diputado provincial de Cultura, Pablo López Presa.

Ese giro radical pasa, lo primero, por un cambio de nombre. La nueva revista se llamará FEJE, así, en mayúsculas. Significa haz, fajo, y aunque en León se suele usar para referirse a un manojo de leña o de hojas, bien podrían describir a partir de ahora “por extensión a un conjunto de artículos”, siguiendo la misma filosofía que siempre tuvo la vieja publicación.

Sin embargo, el ánimo del ILC es mantener el nombre tradicional para que no se pierda la memoria de lo que ha conseguido ser en 60 años, de modo que la revista contará con un subtítulo que se nombrará literalmente como “Revista cultural. Heredera de 'Tierras de León', confirma Gancedo.

A partir de ahí, borrón y revista nueva. “Queremos revisar la maquetación, un uso integral del color, mejor fotografía, un formato diferente más acorde con lo que se hace ahora, nueva tipografía... Es que lo que seguía haciendo era una reliquia”, explica el coordinador, quien admite que se revisará también la política de suscriptores. Y respecto al fondo, seguir apostando por “artículos académicos, de investigación pero también divulgativos” que ahonden en el prestigio siempre cosechado por 'Tierras de León' desde su nacimiento. En una frase, el objetivo del nuevo proyecto es poner fin a “cierta irrelevancia” que la errática trayectoria última de la publicación se había ido ganando a pulso.

Entre las decisiones aún en el aire está si se continuará editando en la Imprenta Provincial de la propia institución, si está o no preparada para los cambios de imagen previstos, o si por el contrario habrá que contratar su ejecución. Pero lo que sí ha echado ya a andar es dar un nuevo impulso también a un nuevo Consejo Editorial, un grupo de expertos en diferentes áreas y materias, “muy vinculados sobre todo a la Universidad”, que serán los encargados de analizar todos los trabajos que se remitan para su publicación una vez que se abra una convocatoria y determinar su validez y prioridad para formar parte de los artículos de la nueva revista.

La formalizacion del nuevo Consejo Editorial, y su reglamento, se produjo ya en octubre del pasado año 2021, aunque se acaba de publicar a mediados de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Una muestra más de ese dicho que suele vincularse a la escasa celeridad de los asuntos de la institución provincial: que “las cosas de Palacio (de los Guzmanes, sede de la Diputación) van despacio”.

A mediados del próximo mes culminará el plazo para presentar alegaciones y si no hay más obstáculos, el presidente del Instituto Leonés de Cultura y de la Diputación, Eduardo Morán, le dará el visto bueno definitivo a un giro editorial que busca por un lado “no perder el legado de Tierras de León” pero plantar en esas tierras otro germen “con una estructura clara que se perpetúe para mucho tiempo”, al margen de los vaivenes políticos.

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