Historia y ficción de cuando Hitler puso en el mapa a León

Imagen de la Plaza de Santo Domingo, con el Hotel Oliden flanqueado por la Guardia Mora de Franco, en la despedida de las tropas aéreas nazis, en una escena poco conocida.

C.J. Domínguez

Hubo un tiempo en que la esvástica, la cruz gamada de Hitler, el emblema del nazismo, brilló en León. Fue el 22 de mayo de 1939, la fecha exacta en que bajo presidencia del dictador Francisco Franco la provincia despedía a la Legión Cóndor, aquella unidad de fornidos pilotos alemanes que tanto ayudaron a la victoria nacional del golpe de Estado.

Y en torno a esa fecha, en torno a la implicación nazi en la contienda, en torno al ansia del 'führer' por los suculentos recursos minerales españoles y las reticencias de Franco, en torno a sus principales figuras protagonistas, y también en torno a una hipotética y apasionante ficción del intento de ejecución por orden del dictador alemán a su socio español surge ahora un documentado libro que es a la vez una apasionante novela.

Imágenes muy poco conocidas de Franco en la despedida de la Legión Cóndor alemana en La Virgen del Camino el 22 de mayo de 1939, de archivos alemanes desclasificados.

Se titula 'Operación Fuego Mágico' el primer trabajo editorial del leonés Rubén G. Robles, militar de profesión, escritor por vocación y licenciado en Geografía e Historia en la Universidad de Salamanca.

El Corte Inglés a las 20.00 horas

El libro, que se presenta hoy en El Corte Inglés a las 20.00 horas y ya está a la venta aquí, es una sucesión razonada de relatos que están más conectados de lo que a priori parece. Porque la publicación distingue dos claras partes diferenciadas que se disfrutan por separado, una más centrada en historia y documentación y la otra pura ficción histórica, pero que juntas cobran total sentido.

Así, en la primera parte, Robles arranca de una historia de las que “me gusta transmitir” hablando de aquella negra época, “historias de reconciliación y esperanza, de personas que honran o que salvan a otras personas”. Como la del piloto republicano Josep Falcó que visita con digno respeto la tumba de su rival alemán, Friedrich Windemuth, cuyo avión derribó. También acabó aquel día Falcó con su compatriota Hans Nirminger, a quien sin embargo el autor 'revive' para hacerlo morir en unas acrobacias celebradas en la base leonesa de La Virgen del Camino.

Estrellar un avión o envenenar a Franco

El Plan A del figurado atentado contra Franco era que Nirminger estrellara su avión contra la tribuna en la que saludaban a las tropas y el propio dictador español y el comandante en jefe de la Legión Condor, el general Wolfram von Richthofen. Y al fallar entra el juego el Plan B, el de una espía real, Olga Chejova, antigua estrella de cine que Robles ubica –“¿por qué no?”- en León expiando los pecados de su hermano, un compositor que también confabuló contra Hitler, quien según el guión del autor la ordena envenenar a Franco para hacer pasar por culpar a los rusos.

Un vehículo de la Legión Cóndor en León. / Cortesía de Rubén G. Robles

No hay que olvidar que esta parte es la ficción y que aquel 22 de mayo de 1939 nadie quiso atentar contra el Caudillo, al contrario de lo que sí pasó en Ponferrada en 1949. Pero con habilidad literaria, Rubén G. Robles encuentra la excusa para reflejar a un buen puñado de personajes reales, incluso “algunos familiares míos, como mi abuelo, que estuvo preso en el famoso barco Upo Mendi y después en San Marcos... y de los dos salió vivo, algo extraordinario”.

Bernhard, el empresario que unió a Franco con Hitler

Otra clave real es Johannes E.F. Bernhardt, “hombre de negocios que fue de fracaso en fracaso” hasta que, por haber hecho negocio en el norte de África, acaba siendo el nexo de unión entre Hitler y Franco para que el Führer entregue todo su apoyo a la causa nacional en una famosa cita celebrada “durante unas jornadas de música wagneriana en la ciudad alemana de Bayreuth”, donde se bautizó esta ayuda como se titula el libro: “Operación Fuego Mágico”.

Con abundante documentación sobre todo británica, muy poco conocida, Rubén G. Robles demuestra que “como todas las guerras, la Guerra Civil también tuvo un motivo de interés económico” y la avidez de Hitler por suministrarse del wolframio español (en León) y otras materias primeras esenciales para su armamento “provocó una manipulación extranjera de la que todos los españoles, al final, fuimos víctimas”. El problema es que Franco se resistió hasta la extenuación a dar carta blanca al dictador alemán y apenas firmó cederle “apenas el 40% de las 76 explotaciones que interesaban a Alemania”.

Alemanes que iban “al destista” en prostíbulos de Santa Ana

Otra vertiente muy relevante del nuevo libro es la descripción minuciosa de la vida en León de los pilotos de la Legión Cóndor, con detalles inéditos que desvela, como sus alocadas “carreras de coches por la Venta de Remellán”, las visitas a prostíbulos como el de La Manca en Santa Ana (“el dentista”, lo llamaban para disimular, sin mucho éxito), o las noches en el Bar Azul, “que era una taberna alemana, con la mejor cerveza y hasta orquestas con música teutona”, con los que mataban su aburrimiento tanto los alojados en el Hotel Oliden (hoy Alfonso V) o conviviendo con familias en La Virgen del Camino.

Dos estampas de vida cotidiana de los militares de la Legión Cóndor.

“Todos ellos provenían de familias de buena posición social venidas a menos tras la I Guerra Mundial y el Crack del 29, y aquí venían a ganar sus 7.000 marcos durante los 9 meses de rotación que permanecían, para poder comprarse de regreso un buen coche o abrir las puertas a un buen matrimonio que les resituara”, resume. Militares que entre bombardeo y bombardeo montaban sus buenas juergas y, dentro de la miseria creciente, “desayunaban champán y langosta o recibían todo tipo de golosinas y chocolates”, ayudando así a crear un mito entre los leoneses de entonces.

De todo esto, e incluso de mucho más, trata este denso libro de casi 300 páginas, editado por Megustaescribir Libros.

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