Álvarez de Paz: “La corrupción política sólo prospera en un tejido social previamente enfermo”

Pepe Álvarez de Paz

Manuel Cuenya

José Álvarez de Paz, más conocido por Pepe Álvarez de Paz, Pepín, como le decimos de un modo cariñoso en Noceda del Bierzo, su pueblo natal, acaba de obsequiarnos con un precioso libro titulado 'Nombres propios', que, como su propio título indica, hace referencia a personas que le han dejado una profunda huella emocional y reflexiva, entre ellas, muchas de Noceda.

“Yo pretendía que fuera esta una galería de ilustres desconocidos, muchos de ellos, pero al tratarse de experiencias convividas, es fácil acabar hablando de uno mismo”, escribe su autor.

Lo cierto es que mucha gente del pueblo de las fuentes medicinales aparece en 'Nombres propios', como Luis el cartero (“un hombre bueno que siempre te miraba de frente”), la maestra y poeta Felisa Rodríguez (“pastora de las nieves de la Silva, lectora impenitente de Quevedo, hermana de Miguel y Federico”), Santiago el Tortín (el abisinio), Gabino y Juanete (quienes estuvieran trabajando en el canal de Panamá; Gabinín también estuvo en Cuba y era mi bisabuelo materno), su tío carnal Esteban de Paz (“el alcalde más joven de España, después de la Guerra Civil”), su abuelo Vicente, su madre Encarnación, su hermano Venancio (Nanci), su padrino Pepe (“además de General de intendencia, era hijo ilustre de la ciudad de Ávila”), su padre Isidro (“del que apenas recuerdo otra cosa que las rancheras que me susurraba al oído cuando yo tenía tres años y que aún hoy al escucharlas me hacen llorar”), su mujer Teresina, su tío Tín (“Era junto con Cina, el más pequeño de los hermanos de mi madre”), “sus hermanos del alma” Armando Costillas y Santiago 'Carajo', Pachín (“capaz de reírse de sí mismo o de hacer reír a los demás”), Antonia la Rastrojera (“un pozo de sabiduría”), Avelino 'Cachelo' (vecino de la calle La Parada, “deportista nato, fundador de una saga de deportistas”, que pudo haber llegado a fichar por el Barça), o la señora Adelaida, la tía Queipa (con su telar), entre otros. Me alegra y enorgullece que Pepe haga incluso un guiño a mi padre y aun otro a uno mismo.

Aparte de personas del útero de Gistredo (como me gusta llamarle a mi pueblo cual si fuera un Macondo o Comala, y aun una Celama o Región, ese territorio legendario, que quedará ya en nuestra memoria afectiva), Pepe nos habla, cómo no podía ser de otro modo, de personas de la cultura y la política como sus grandes amigos Demetrio Madrid (que hace el prólogo de este volumen), Cristóbal Gabarrón (renombrado artista, quien además ilustra el libro, “toda su obra aparece transida de vida, erotismo, respeto por la naturaleza, apuesta por la dignidad del hombre”) y el afamado cantautor berciano Amancio Prada (“inagotable fuente de inspiración poética y musical”), o bien los hermanos López Gavela y los también hermanos Carro Celada... Felipe González, Alfonso Guerra, Fernando Suárez (“uno de los parlamentarios más brillantes que he conocido”), Rodríguez Ibarra (“vivimos juntos el trago amargo del 23 F y la celebración del final feliz en el Lhardy, con Teresina y Amancio Prada”), Luis del Olmo, Miguel Cordero (quien fuera Rector de la ULE), Samuel Folgueral (“me pareció ver en él algo de esa sensibilidad etrusca”), Eloy Terrón (“minero, herrero, guerrillero, profesor, antropólogo, intelectual comprometido con su tiempo”), Crémer, Gamoneda (“un poeta tan grande y sensible”), Pereira (“el mejor autor de relatos breves que yo he leído y releído”), Carlos Barral (“lo traté bastante el tiempo que coincidimos en el mismo hotel de Estrasburgo”), Juan Carlos Mestre (“voz prodigiosa que añade poesía a la poesía”), Feliciano Fidalgo (“berciano extrovertido y vital”), Chencho (“ungido de aliento poético y profético”), Andrés Viloria (“un humanista, un personaje del Renacimiento, con una vida interior envidiable”) o Jorge Vega (Director de la UNED en Ponferrada)...

Yo pretendía que fuera esta una galería de ilustres desconocidos, muchos de ellos, pero al tratarse de experiencias convividas, es fácil acabar hablando de uno mismo

Todos ellos (y muchos más) aparecen retratados en 315 páginas, que son las que tiene 'Nombres propios', una obra editada por la Fundación Pablo Iglesias en colaboración con Paradiso_Gutenberg (el sello editorial del periodista y escritor berciano Valentín Carrera).

“Sólo tengo palabras de agradecimiento para mis editores Valentín Carrera, la Fundación Pablo Iglesias y mi compañero Ibán García del Blanco”, apunta Pepe, habida cuenta de que García del Blanco, como Director de la Fundación Pablo Iglesias, es quien hace la presentación de 'Nombres propios': “lo más hermoso de este libro son sus elegías de amistad: la de amigos decisivos en su vida...; pero sobre todo sus entrañables retratos de personas anónimas, a quienes Pepe pone 'nombre propio'”.

Y es que Álvarez de Paz (quien fuera seminarista en Astorga, cura, abogado laboralista, profesor, político de altos vuelos, “socialista a fuer de liberal”, incluso futbolista, que llegara a jugar en las eras de Llamillas con César, el mítico delantero centro del Barcelona, originario de Noceda) ha tenido la ocasión de conocer, a lo largo de su vida, de sus 83 años, a muchas personas. Y viajar por todo el mundo: Europa, África, el Caribe, el Pacífico... “Muchos son los lugares en los que he estado y que desconozco por completo, aunque alguno me enseñó a mirar hacia dentro y verme a mí mismo con otros ojos”.

Pepe es, en definitiva, un gran libro abierto en el que podemos leer nuestra Transición política, nuestra historia democrática. Pero también encontramos humor, poesía, filosofía (Spinoza, Aristóteles, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Wittgenstein...) en su obra.

“Pepe Álvarez de Paz es irónico, mordaz, un poeta, que hace sonetos muy divertidos... un naturalista, con una sensibilidad ecologista sorprendente... Y su libro 'Nombres propios' es una joya literaria de la memoria de la Transición”, nos recuerda el periodista y escritor Valentín Carrera.

“Nombres propios rebosa de ingenio, de lucidez”, señala Jorge Vega, el Director de la UNED en Ponferrada.

Cuenta Pepe que la extrema derecha, el 23 F, llegó a elaborar listas de condenados a muerte en la provincia de León. Y él figuraba en esas listas, acaso por rojo, tal vez por ser un político comprometido con las nobles causas, al lado de la gente marginal, de los oprimidos, de los desheredados de la sociedad.

Muchos son los lugares en los que he estado y que desconozco por completo, aunque alguno me enseñó a mirar hacia dentro y verme a mí mismo con otros ojos.

Nocedense con alma de poeta

Su vida y su obra darían no sólo para un reportaje-entrevista, sino para muchas fraguas literarias, y aun para un volumen considerable. Pero por ahora me alegra que este ilustre e ilustrado nocedense, con alma de poeta y sensibilidad narrativa, aparezca en esta fragua, en la que se forjan sueños e ilusiones.

Pepe es Noceda (Noceda está en su ADN), Pepe es el útero de Gistredo, hacia donde él sigue mirando como un niño ilusionado, como un rapacín que esperara su aguinaldo durante la noche de Reyes (algo así dice respecto a la revista cultural 'La Curuja', que editamos en Noceda. Y con la que él siempre colabora encantado).

“La Curuja es un regalo, agua de mayo... Un milagro de mi amigo Manolín Cuenya”, expresa con cariño, con optimismo, con vitalismo, con entusiasmo por las letras, por la naturaleza, porque Pepe es un defensor de los valores naturales, de los grandes valores.

“Si supiéramos escuchar el lenguaje común de Tambarón, el Suspirón, Catoute y Gistredo, intercambiando cierzos y nieves en invierno, vistiendo iguales tonos y colores en otoño, viviendo juntos el zumbar de la primavera, celebrando la victoria del verano sobre el invierno... sabríamos que se trata de un espacio único, la cordillera de Gistredo, ahora amenazada por el conocido truco añadido de varios mini proyectos eólicos que al final es solo uno, evadiendo competencias de medio ambiente en Madrid para transferirlas a Valladolid, a la consejería más permisiva, de donde Gistredo no es otra cosa que ”suelo rústico común, rañas y canchales“. Fraude de ley se llama esta figura jurídica, envuelta en expedientes con los pies de barro.

Por eso acaba de renacer la Plataforma para la defensa de Gistredo, no para oponerse a la energía eólica, respetable y necesaria, sino para que se cumpla la ley, los planes energéticos y que las palas no cieguen otras fuentes de desarrollo rural sostenible.

Y porque, de la misma manera que no soportaríamos un aerogenerador en la cresta de las Médulas o una antena en las Medulillas de Santalla, tampoco podríamos vivir bajo la silueta de esas torres plantadas en un esplendoroso campo de genciana, dominando el espacio que sobrevuelan las águilas y el parapente de vuelo libre, sobre las peñas de La Gualta, donde el agua brota de la roca y se precipita en cascadas para asombro de miles de andarines que cada año recorren la Ruta de las fuentes medicinales...“

(Pepe Álvarez de Paz, 'En defensa de Gistredo', texto incluido en 'Nombres propios')

Se nota que Pepe es enamorado de su tierra, de la Naturaleza. Y un defensor de la sierra de Gistredo, que también menciona el universal Gil y Carrasco en su 'Señor de Bembibre' (ahora traducido al inglés gracias a Valentín Carrera). Una sierra que estuvo, no hace tanto tiempo, a punto de ser coronada por palas eólicas, con el consiguiente desastre ecológico que ello supondría para la misma, tanto en términos estéticos, de pura belleza, como en lo faunístico (pobrecitas aves, entre ellas los urogallos, pobrecitos osos...), aparte del potencial que tiene esta sierra para organizar campeonatos no sólo nacionales sino internacionales de parapente.

Pero el tesón de algunos (guiño a los hermanos Javi y Antonio Vega, Toño Campillo, Raquel Marqués, el propio Álvarez de Paz y uno mismo, aunque resulte pretencioso) ha logrado, al menos por ahora, salvaguardar Gistredo.

Siendo aún un niño surge en él la vocación por la poesía, a partir de que su madre Encarnación de Paz le leyera poesías que ella misma escribía en la escuela mixta de la maestra doña Domitila, “amiga de la enseñanza personalizada, dialogante, contraria a la palmeta represiva al uso de entonces –escribe él–, convencida de que de poetas y de locos, todos tenemos un poco”.

Posteriormente, tuvo un gran profesor de Literatura en el Seminario, “Bernardo Velado”, quien lo animara a que leyera a Antonio Machado, luego de saber que había escrito su primera poesía cuando contaba con tan sólo doce años. “Nos había puesto un tema: La Inmaculada y la nieve –rememora–. Mi primera poesía le gustó mucho: 'Lluvia copiosa de estrellas, la nieve bajó del cielo, y a su contacto amoroso florecieron los almendros...'. Pero nunca he tenido la impresión de ser un poeta, no lo soy. Ahora escribo lo que sea porque no puedo hablar, que es de lo que he vivido como cura, abogado, político y profesor”, manifiesta Pepe, que ha sido un gran orador, un excelente político, con un estupendo manejo de la palabra oral. Y que ahora, a resultas de una larga y cabrona enfermedad, ha quedado sin voz, sin palabra. Bueno, por fortuna siempre tendrá voz y algo que contarnos. Como bien lo hace en su libro. Como lo hiciera con tino y maestría en su sección de 'La Silla Baja' de 'Diario de León' en calidad de columnista de opinión, en un época, qué tiempos aquellos, en los que, a decir verdad, llegáramos a coincidir ambos como columnistas en el mencionado periódico leonés. “Estoy muy agradecido a 'Diario de León', que me dio voz durante muchos años para expresarme con absoluta libertad”, rememora Pepe.

Él, que ha podido viajar por el mundo adelante (llegando a ser eurodiputado en Bruselas y Estrasburgo), se reconoce en su pueblo natal. “En lejanos aeropuertos, donde los únicos conocidos eran los pardales cuando veía el símbolo del 'meeting point', decía mi verdad: yo ya tengo mi lugar de encuentro conmigo en el mundo, bajo el avellano y mirando a Gistredo”.

Noceda y la capital del Bierzo como sus dos lugares en el mundo, que tanto ama. “Ponferrada es prácticamente toda mi vida, donde desperté a actividades múltiples con amigos dispuestos a hacer cosas -algunas hicimos para el común-, siempre gratis... Lo mejor del Bierzo es su gente, abierta, acogedora y sin rodeos, y también Gistredo y el valle del Silencio, donde la lluvia es ternura...”, afirma Pepe, para quien Galicia, donde llegara a ejercer como Gobernador Civil de Pontevedra bajo el gobierno de Felipe González, es su segunda casa, “mi segunda nacencia”, aclara él.

“Me gusta ese ritmo lento, esa conversación tranquila, ese panteísmo, ese relativismo galaico, esa retranca. Vivo en un pueblo con casino, Tengo, por elección, la ciudadanía gallega. Ser gallego es una carrera”, agrega con una sonrisa este nocedense universal, quien ve la provincia de León como tierra de narradores y poetas “como yo no conozco otra”. Incluso nos recuerda que hasta existe una 'Escuela de Astorga'. “Será este milagro porque 'lo permite el terreno'”, precisa con humor Pepe, quien se confiesa devoto de autores como Valle Inclán, García Márquez, Saramago o el ponferradino César Gavela.

En lejanos aeropuertos, donde los únicos conocidos eran los pardales cuando veía el símbolo del 'meeting point', decía mi verdad: yo ya tengo mi lugar de encuentro conmigo en el mundo, bajo el avellano y mirando a Gistredo.

“En el arte llevo años estudiando la obra de Cristóbal Gabarrón. Soy un enamorado de su obra creativa”, asegura Pepe que, en estos momentos, aparte de la promoción de su libro, sigue escribiendo. Y preparando, desde hace un par de años, un curso de Filosofía, Ciencia y Derechos Humanos para impartir en la UNED, “mi casa y familia”, en agradecimiento al alumnado que tuviera de Filosofía del Derecho.

“Sueño con participar en este curso... abierto a todo el mundo”, añade Pepe, que recientemente presentara sus 'Nombres propios' por todo lo alto en Ponferrada –en concreto en la Sala Río Selmo-, a la que asistieran, entre otros muchos, amigos y familiares (su mujer Teresina, su hijo David, su hermano Venancio), o el gran periodista Miguel Ángel García Rodríguez (actual Corresponsal de TVE en Lisboa)...

He aquí un texto que le dedica nuestro amigo y paisano Miguel Ángel.

Entrevista breve a Pepe Álvarez de Paz

“La corrupción política sólo prospera en un tejido social previamente enfermo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Cualquier libro de Valle Inclán, Saramago o 'La saga/fuga de J.B.', de Torrente Ballester.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Personajes imprescindibles en la literatura, muchos, en la vida mi madre, mi mujer Teresina, mi hijo David.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Libro insoportable ninguno. Tengo uno en casa que yo llamo el 'anti-libro', pero aun a ese lo respeto. Siempre de lo malo puede salir lo mejor.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Soy un optimista irredento. Pienso con Sófocles que el ser humano es a la vez maravilloso y terrible. Pero no hay nadie que no merezca una sonrisa, aunque sólo sea por aquel niño que un día fue.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La cualidad que prefiero en una persona es la empatía, que para eso tenemos neuronas especializadas para sentir compasión.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política y la sociedad son la misma cosa. Los políticos no son marcianos y la gente vota a quienes se le parecen más. Como nos enseña El Roto, la corrupción política sólo prospera en un tejido social previamente enfermo.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

En la vida me divierte casi todo, hasta respirar, estar vivo entre los vivientes.

¿Por qué escribes?

Escribo para hablar de ilustres desconocidos, para dar voz a gente anónima, a quienes no tienen voz.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En cuanto a las redes sociales sólo utilizo WhatsApp. Me disgustan los juicios rápidos y la caza de brujas. Pienso, pese a algunas sentencias aberrantes, en general aciertan más los jueces que el jurado popular. Sé que esto no es políticamente correcto pero he de ser sincero.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Leo todo lo que cae en mis manos sobre neurociencia. Leo mucho pero lo que me inspira es esa gente que lucha sin aspavientos para salir adelante, estas generaciones de jóvenes expertos sin horizonte laboral.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No estoy en ningún blog, parecerá mentira pero soy un jubilado sin tiempo libre.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Soy optimista pero no buenista. Hay que combatir sin tregua por un mundo mejor, hecho a la medida del ser humano, no al gusto de algunos tiburones.

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