Todavía existen lugares mágicos, con encanto, de esos que nada más atravesar sus puertas te trasladan a un universo que parece salido de un cuento. En pleno corazón del Barrio Húmedo, en la calle Cascalería, existe una de estas entradas directas a una dimensión de arte, pero de uno especial elaborado con respeto, con tolerancia, y en armonía con muchos de los valores necesarios para la evolución de esta sociedad a mejor: igualdad, diversidad y, sobre todo, empatía junto al manejo de las emociones.
El secreto de Albororía se encuentra en trabajar el desarrollo de la creatividad, combinado con temas de educación y psicología
Se llama Albororía y ha sido creado por Leire. “Se trata de un centro donde poder aprender diferentes tipos de procedimientos artísticos, con cursos para niños y adultos, divididos en grupos para llevar una evolución acorde con la edad en cuanto a las técnicas. Con los más pequeños trabajamos más el desarrollo de la creatividad y no tanto la técnica, queremos que vayan explorando el procedimiento, que hagan lo que les pida el cuerpo y que se salgan de la línea, que no es tan malo como parece. De hecho, los niños que no son capaces de contenerse muchas veces se frustran y, a veces, valen para el arte”, apunta la artista, que explica que el secreto se encuentra en trabajar el desarrollo de la creatividad, combinado con temas de educación y psicología.
Mucho más que arte
Por todo esto, Albororía va mucho más allá que la típica academia de arte. “Buscamos que los niños se desarrollen en otras facetas. En las clases sacamos un tema: la identidad, por ejemplo, algo sobre lo que es muy bueno trabajar para que vayan formando la suya propia, desarrollen su propia personalidad y analicen desde pequeños cómo quieren ser”, añade Leire.
“Lanzamos el tema y originamos un pequeño debate a través de una pregunta: '¿Cómo soy yo de cara a los demás, cómo me comporto con mis amigos?'. Los niños charlan, debaten entre ellos y yo hago de moderadora, pero no imponiendo ideas, sino haciendo que ellos vayan generando las suyas propias”, puntualiza.
“Después, realizaremos un dibujo de nosotros mismos, a partir de algunas nociones básicas de diseño de personajes”.
¿Qué se enseña en Albororía?
Albororía viene de la palabra 'albor', por un lado, que representa el principio del día, “la semillita que Leire quiere sembrar en los niños para que crezcan como adultos responsables y buenos para la sociedad”, y Oría, que es amarillo en Euskera, lengua materna de la directora de este espacio. “Albor amarillo no me sonaba bien, pero 'Albororía' tiene un sonido que me inspira, es bonito”, explica.
Las disciplinas que se trabajan en Albororía son pintura -óleo, acrílico o gouache-, dibujo -todas las técnicas secas y húmedas-, ilustración, cómic, moldeado en barro y body paint y caracterización, con cursos donde se puede desarrollar un poquito de cada una de ellas a elección del alumno.
“Lo planteamos como una actividad extraescolar, empezamos en octubre hasta junio, aunque al desarrollar con los alumnos un trato individualizado, y con temáticas diferentes cada día, los niños pueden entrar y salir del curso cuando quieran”, declara Leire.
En el caso de los adultos, existen horarios de mañana y de tarde, para que cada persona pueda encajar sus preferencias y necesidades. “De cada uno hay un turno de mañana y otro de tarde, para facilitar las clases a quienes trabajan a turnos. Son clases para todos los niveles, cada persona evoluciona a su ritmo, y aunque sean grupales cada uno lleva su propio trabajo”.
Leire: El arte es un buen medio en el que se pueden trabajar, no solo los valores, sino también las experiencias y los problemas personales, que existen desde que somos niños
A Leire siempre le había interesado la educación, pero también el arte. Finalmente decidió hacer la carrera de Bellas Artes, pero centrándose mucho en la pedagogía. “Me interesó siempre la educación en valores, que se está perdiendo. Me parece que el arte es un buen medio en el que se pueden trabajar, no solo los valores, sino también las experiencias y los problemas personales, que existen desde que somos niños”, detalla la impulsora de este proyecto que promueve el uso de los conocimientos artísticos como medio de terapia para conocernos más a nosotros mismos y superar frustraciones. “El arte es una herramienta para educar en valores, para aprender a pensar y a reflexionar sobre uno mismo y sobre los demás”.
Talleres intensivos para verano
Ya están abiertas las inscripciones para los talleres infantiles de verano
Con la vista puesta en el verano, Albororía ha preparado talleres intensivos para que los niños se mantengan activos por las mañanas, tanto para julio como para agosto. “Cada semana desarrollaremos un tema a través de pintura, de moldeado en barro, de dibujo, etc. La jornada empezará con un cortometraje reflexivo que planteará un debate para que aprendan a expresar sus pensamientos pero también a respetar los pensamientos de los demás. Una vez terminado, se empezará con el taller, uno diferente cada día. A mitad de mañana, los niños tendrán un descanso con pintacaras artístico, y terminarán con juegos, siempre en relación con el arte”, detalla Leire.
Las matrículas ya están abiertas, los grupos son reducidos, destinados a niños de entre 3 y 13 años, y en la página web de esta academia de arte alternativa está disponible toda la información.
Además de clases y cursos, Albororía también desarrolla pintura mural, cuadros por encargo, fiestas de cumpleaños y body paint. Se encuentra en la calle Cascalería 5, en paralelo a La Rúa, en el Barrio Húmedo de León.
Móvil y WhatsApp: 682 50 49 41
e.mail: leiremsalaberri@albororia.com