Valladolid y Palencia ya tienen su 'mar' para regadío gracias al agua del pantano de Riaño en León

El consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas (Vox), esta semana junto a la enorme balsa de Villalón.

Carlos J. Domínguez

Algunos pueblos de Valladolid y menos de Palencia ya tienen mar. Un 'mar' con agua procedente en gran medida de Riaño, de la Montaña leonesa que se sacrificó contra su voluntad mayoritaria para ejecutar el pantano que ahora domina su valle. Un 'mar' que es recibido como un maná en los cultivos de los pueblos de tres municipios de Valladolid, Herrín de Campos, Villafrades de Campos y Villalón de Campos, y el palentino de Boadilla de Rioseco.

Ese mar tiene unas dimensiones de unos 117 campos de fútbol. Se trata de una balsa en un rectángulo perfecto profundo con paredes de diez metros de altura, de un total de 1.400 metros de longitud total y de 800 teniendo en cuenta su ancho. Este enorme hueco, ya relleno desde el año pasado, ya almacena prácticamente sus 10 hectómetros cúbicos de capacidad total, la mitad que por ejemplo el pantano leonés de Villameca, en la comarca de La Cepeda.

La enorme balsa de Villalón, el nuevo 'mar' para regar los campos de Valladolid, ha sido parte de la infraestructura que la Junta de Castilla y León lha entregado de manera formal tras culminar las obras de transformación del regadío de la zona regable del sector IV del Canal Cea-Carrión. Esa entrega fue oficiada por el actual consejero de Agricultura y Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta, Gerardo Dueñas, al presidente de la Comunidad de Regantes del Sector IV de Tierra de Campos, José Luis Antón.

En el desarrollo del acto, el director del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Rafael Sáez, recordó que esta ansiada infraestructura ha sido realizada a través del convenio de colaboración firmado entre esta Comunidad de Regantes y el Instituto, dependiente de la Junta, y en la que se han invertido 17 millones de euros, financiados en un 76% por la Consejería a través del Itacyl y en un 24% por los regantes.

Antón resalta que el llenado de la balsa de regulación se ha podido hacer con líquido procedente del río Cea, el cual si bien es cierto que se nutre del trasvase procedente del Esla, y por lo tanto de Riaño en su origen, “lo llenamos en invierno, que es cuando no se riega y no se suelta el agua” de la montaña leonesa. Es agua, dice, que “si no la almacenamos acaba en el mar en Portugal”.

Es cierto también que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) sí les tiene autorizada una concesión de hasta dos hectómetros cúbicos directamente del embalse riañés “pero vamos a intentar no utilizarla” si la sequía no aprieta, añade, comprensivo con el 'escozor' que en León produce esa situación. “A mí tampoco me gustaría”, concluye.

La actuación autonómica recién concluida y entregada ha supuesto la transformación en regadío del Sector IV del Canal Cea Carrión mediante la ejecución de la red de riego, estación de bombeo, sistema de telecontrol, las instalaciones eléctricas de alta y baja tensión, reparaciones en la red de caminos y realización de medidas correctoras del impacto ambiental, transformando así un total de 2.135 hectáreas. La concesión de riego para la próxima campaña será de 4.700 metros cúbicos por hectárea, concreta Antón.

El acto, al que la Junta no convocó a la prensa, sirvió al consejero de la formación política Vox para seguir reclamando la construcción de nuevos pantanos, como ha solicitado repetidamente, igual que sus antecesores del PP, todos ellos a favor por ejemplo de los dos nuevos pantanos del Órbigo situados muy próximos a Carrizo y rechazados de plano por la comarca. Y es que Vox y los populares insisten en “corregir el déficit estructural de regulación de la cuenca del Duero respecto de otros territorios de España”, vital para permitir mejoras “a las nuevas fincas cuyo modelo de cultivo y explotación”.

El temor de un trasvase a perpetuar

Ambos también se han mostrado favorables a que continúe el trasvase del agua de Riaño a través del Cea-Carrión, que hace que el agua de Riaño alcance numerosos puntos de las provincias de Valladolid y Palencia, incluso algunos polígonos industriales y hasta núcleos urbanos de la primera.

Un trasvase duramente criticado en León desde hace décadas y más ahora que se observan maniobras para intentar que se perpetúe ese paso del agua a latitudes del sur, mientras aún no se han completado los regadíos modernizados de la provincia de León prometidos a cambio del sacrificio de Riaño. Recientemente, los regantes leoneses clamaban contra la estrategia del Gobierno de plasmar en sus proyectos, con aplauso de la Junta, que se ejecuten los pantanos de La Rial y Los Morales en Carrizo para regar con ellos el Páramo Bajo, liberando así líquido de Riaño que perpetúe ese trasvase del Carrión.

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