La Variante de Pajares tendrá que abrir en 2023 sólo en ancho ibérico por el retraso del triple carril hasta La Robla

La línea de ferrocarril León-La Robla desde el puente nuevo de San Juan de Dios. // Uribe

Jesús María López de Uribe

“Los retrasos a la hora de afrontar lo que se debe corregir provocan que las obras salgan peor aún de lo que se planificó mal desde el principio”. Esta máxima de la ingeniería se puede aplicar perfectamente a la línea de alta velocidad entre León y Asturias, que parece constantemente gafada por múltiples razones.

Los retrasos en el tramo entre León y La Robla, para adaptarlo a los trenes de alta velocidad –aunque para que los convoyes, que hoy circulan a 160 kilómetros por hora sigan yendo a la misma velocidad por debajo de lo que serían los 200 kilómetros por hora de la alta velocidad convencional, una vez eliminados pasos a nivel y puentes– provocarán que cuando abra la Variante de Pajares (previsiblementen a mediados del año que viene), sólo lo pueda hacer en el recorrido con ancho convencional español y no por el de ancho internacional.

En este caso, la falta de diligencia a la hora de llevar adelante la instalación de ancho mixto con tercer carril entre León y La Robla, un proyecto que se adjudicó hace casi cuatro años pero que no se ha realizado y se ha tenido que reformar porque se pasaron de presupuesto y ya no se podía ampliar sin cumplir la ley. Esto provocará, directamente, que los trenes con ancho internacional no puedan pasar de León hasta que se terminen esas obras, que en el primer proyecto tenían un plazo de un año de duración, con lo que deberían haber terminado en 2019.

Sin terminar la reforma del proyecto

El problema está en que al reformar el proyecto, aún ni siquiera se ha licitado (puesta a subasta pública) la obra porque no se ha terminado la redacción de los cambios necesarios para contratar de nuevo los trabajos de adecuación del tramo al ancho mixto. Según fuentes de Adif “se ha iniciado ya la resolución del contrato de 'Renovación de vía y supresión de pasos a nivel en la Línea León-Gijón. Tramo: León-Variante de Pajares', que incluía el montaje del tercer hilo en el tramo final de la obra [...] por imposibilidad de ejecutar la prestación de la forma necesaria, al no estar contempladas una serie de modificaciones necesarias en el proyecto constructivo inicial. No obstante, esta actuación se incluirá en un nuevo proyecto de construcción que se encuentra en fase avanzada de redacción, cuya finalización está prevista para el tercer trimestre de este año”.

Un proyecto que se adjudicó en junio de 2018 por, inicialmente, 52,3 millones de euros, a los que se sumaron, que se sepa, dos contratos más por unos diez. Una obra que muchos consideran innecesaria y que se debió a que –tras presiones de Francisco Álvarez Cascos cuando presidía Foro Asturias–, se decidió instalar en ancho de vía internacional uno de los dos trayectos bajo túneles de la Variante de Pajares. Algo muy criticado en su momento, ya que sólo ahorra diez minutos de viaje entre Madrid y Asturias respecto a los Alvia y retrasó considerablemente la apertura.

Imposible cumplir con los plazos con la variante abierta

En lenguaje común, esto significa que hasta después de verano no estará listo el nuevo proyecto, con lo que no se podrá iniciar la subasta entre las compañías que quieran ejecutarlo. Por ello, incluso con una adjudicación exprés, no podrían iniciarse las obras al menos hasta final de este año. Las previsiones de la Administración de Infraestructuras ferroviarias para que terminen todas las obras de la Variante de Pajares (entre La Robla y Pola de Lena) son para el primer trimestre del año que viene.

La Variante se pondrá en servicio, tras finalizar las obras a primeros de 2023 “cuando se realicen y validen todas y cada una de las pruebas del Sistema de Gestión de Seguridad (subsistemas ferroviarios, interfaces y pruebas de fiabilidad entre otras), proceso iterativo de prueba y error que culminará cuando la autoridad competente, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, emita la correspondiente Autorización de Puesta en Servicio tras determinar la correcta aplicación de la normativa vigente en la construcción y comprobación de los distintos subsistemas ferroviarias”, explican desde Adif. Es decir, que en un plazo máximo de cuatro meses desde entonces, con lo que podría estar en funcionamiento ya en verano del año que viene, permitiendo un viaje de una hora entre León y Oviedo que hoy en día es de dos horas y media.

El retraso en la adjudicación de la instalación del ancho mixto significa que, literalmente, los tiempos de instalación del también llamado triple hilo para el ancho mixto entre León y La Robla no puedan cumplirse para que se abran los dos anchos en los que se ha instalado la vía en la Variante de Pajares (un trayecto en ancho ibérico o convencional y otro en internacional): no se ha terminado la redacción del cambio del proyecto y una vez que esté finalizada en el tercer trimestre de este año quedarían entre seis y nueve meses para subastarlo, adjudicarlo y que comenzaran unas obras de un año.

Lo que llevaría hasta –como poco y con una velocidad inusitada de la Administración Pública– finales de 2023 o principios del año 2024 para que estuviera instalado ese triple carril y pudieran llegar los trenes de ancho internacional desde León a los túneles de ancho internacinonal a Asturias. Es decir, la Variante de Pajares estaría abierta a la mitad entre seis y nueve meses, siempre que no volviera a haber problemas en la instalación del ancho mixto de la parte leonesa. Y eso que la obra del triple hilo es muchísimo más sencilla que los 49,5 kilómetros de túneles bajo la Cordillera Cantábrica, que debía haber estado abierta hace ya más diez años.

Etiquetas
stats